Floy:
Es de mañana y no me siento de los mejores ánimos para entrenar, en primera no estoy de ánimos para soportar a Dustin el día de hoy en entrenamiento y más después de lo que me hizo, segundo tampoco estoy para soportar a Kay y sus malditas cursilerías y tercero mi mente está revuelta y confundida por lo de Louis.Ahora voy a entrenar, como dije no estoy de ánimos en estos momentos.
-¡Caleb!- grita alguien y yo ignoro cualquier llamada. Sigo caminando como si nada hasta que alguien me intercepta.
-¡Qué!- grito.
-Tranquila-. Kellen me suelta.
-Ah, solo eres tú- digo de mala manera.
-¿Solo yo?- dice.
-Si- contesto fríamente.
-¿Qué te pasa?- pregunta.
-Nada-.
-Estas segura, te noto diferente- dice preocupado.
-Estoy bien, perdón por contestarte de mala manera- me disculpo, Kellen no teniente la culpa de lo que estoy sintiendo ahora ni lo que está pasando conmigo ahora.
-Esta bien, comprendo, eres mujer y cada mujer tienes un momento en cada mes- me guiña un ojo y se adelanta. No estoy en mis días si era lo que estaba pensando.
Llegó al campo donde ya todos están reunidos, siento la mirada acosadora de Kay y una mirada muy linda por parte de Louis, lo que se me hace raro es la mirada de Dustin, ni si quiera voltea a verme.Después de la larga sección de entrenamiento podemos irnos a descansar, estos entrenamientos se están volviendo más intensos debido a que se acerca el cierre de temporada y muchos de los jugadores se irán a grandes equipos, sigo aún con la oferta de irme al Dortmund, no sé si Caleb la aceptara, pero espero que lo haga, no desperdicie mis vacaciones aquí adentro para que no se meta a ningún equipo.
-Caleb, ¿Podemos hablar?- me pregunta Dustin. La verdad no quiero hablar con el, pero se supone que Floy debe de ser la que este enojada con el, no Caleb.
-Que pasa- le digo con un tono frío, debe de acostumbrarse, todos los entrenamientos molesta a Caleb, hoy no hizo nada de eso.
-¿Podrías pasarme el celular de tu hermana?- pregunta y me quedo sorprendida al escuchar eso.
-¿Cómo dices?-.
-Es que díganos que la hice enojar y quería disculparme personalmente- dice con un tono que jamás había escuchado salir de él.
-¿No quieres que le pase el recado?- pregunto.
-Si, dile que la veré en el café que está cerca de aquí, mañana en la tarde y que no acepto un no como respuesta- finaliza.
-Esta bien, le pasó el recado-. El asiente y se va.
Camino por los pasillos, son solitarios en este momento pues todos están en los vestidores.
-¡Caleb!- escucho a alguien que me grita, decido ignorarlo. Sigo caminando y escucho los mismos gritos hasta que me desespero y volteo.
-¡Qué!- grito.
-¿Qué te pasa?, te noto extraño- dice Kay.
-Nada- digo irritada.
-Estas seguro, porque si quieres podemos hablar de lo que pasa- sugiere.
-No Kay, no quiero hablar de nada-. Sigo mi paso.
-Espera-. Me detiene y si voz cambia a una gruesa.
-Que- digo nuevamente irritada.
-¿Puedes decirme por qué me evitas cuando te hablo?- pregunta.
-Por qué es incómodo para mí e igual para ti- respondo.
-No es incómodo para mí, yo ya confesé mi amor por ti, ¿Por qué no puedes hacer lo mismo por mí?-.
-Por qué no me gustas, ¡Entiéndelo!- le grito y sigo caminando.
-Te lo he dicho mil veces, dame una oportunidad-. Me detiene nuevamente.
-Te lo he dicho mil veces, no te daré una oportunidad-.
-¿Por qué no? Solo dame la razón-.
-Por qué no es correcto, a mí me gustan las chicas y a ti igual- respondo ahora frustrada.
-No, a mí me gustas tú, todo tu-. Me abraza.
-¡Quítate!-. Lo empujó y sigo caminado lo más rápido que puedo
-¡Caleb!- me grita.
-¡Sabes algo ya estoy harta, ya no soporto esto!- grito.
-¿Harta?- dice confundido.
-Si Kay, ¡Harta!, no estás enamorado de Caleb, ¡No!- gritó nuevamente y él me mira confundido.
-¿De qué hablas?-.
-Mira- me quito la peluca. -Ya vez Kay, ¡No te gustan los hombres, te gustas las mujeres, yo soy una mujer, estás enamorado de una mujer, estás enamorado de mi!- gritó nuevamente.
-¿Eres una chica?- pregunta.
-¡Si, soy una chica! Ahora hazme el favor de sacarte de la cabeza que eres homosexual y que estás enamorado de Caleb Müller Rosenzweig , porque la verdad es que estás enamorado de Floy Müller Rosenzweig-. El me mira sorprendido, me barre de los pies a la cabeza, después de unos segundos el saca un suspiro y se retira sin nada que decirme. Reflexionó lo que acabo de hacer y es cuando decido ir a pedirle disculpas.
-¡Kay!- le grito.
-Que quieres- dice fríamente.
-No quería lastimarte, perdón, creo que no fue la forma de decirte las cosas- le digo arrepentida.
-En serio lo crees- dice con el mismo tono.
-Perdón, en serio perdón- le ruego.
-Jódete- finaliza y sigue su camino.
-¡Espera!- lo detengo.
-¡No, pudiste habérmelo dicho desde el principio antes de quedar en ridículo!- me grita.
-Lo sé, créeme que lo pensé, pero fue difícil para mí, en verdad lo fue-.
-¿Por qué?- pregunta.
-Porque era riesgoso que alguien conociera mi secreto, en verdad lo era y jamás quise lastimarte o ponerte en ridículo, nunca pensé que se fuera a presentar esta situación- le ruego nuevamente.
-No, no quiero verte- dice enojado y nuevamente sigue su camino.
-Espera, no puedes decirle a nadie nada de esto ¿De acuerdo?- digo con la voz entre cortada. El solo me mira con cara de pocos amigos, me barre nuevamente y se retira lo más rápido que puede.
-¡Perfecto!- grito. Salen lagrimas por mis ojos y parte del maquillaje se corre. Ahora sí estoy en un grave problema, si Kay llega a soltar una sola palabra estaré muerta e igual que Caleb y todo sus sueño.
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El es ¿Una chica? |Erik Durm & Bárbara Palvin|
Teen FictionFloy y Caleb Müller Rosenzweig son mellizos, a los 2 les gusta jugar fútbol, solo que ella lo usa como hobbie y el como "carrera". Su hermano consiguió entrenar en la academia "Red Fury" en Múnich, solo que hay un problema... Ella tendrá que disfraz...