Puedes perdonarme

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Floy:
Tengo que hablar con Kay en este momento, pero no lo veo por ningún lado, quiero decirle la verdad y que lo siento mucho, fui una estúpida al no decirle la verdad, sabía que esto era demasiado, pero también soy una estúpida por haberle gritado toda la verdad y soltarlo todo de golpe.
-¡Kellen!- grito.
-Que pasa Floy- dice, él se encuentra con Louis.
-¿Haz visto a Kay?- pregunto nerviosa.
-No, pensé que estaba contigo, salió del entrenamiento corriendo a buscarte-.
-¿Qué pasó?- me pregunta Louis.
-El ya sabe la verdad- digo con la voz entre cortada.
-¿Qué?- dice Kellen y Louis solo me mira.
-Estaba harta de que estuviera suplicándome así que le grite y solté toda la verdad-.
-¿Por qué lo hiciste?- me pregunta Louis.
-Ya lo dije, estaba harta y además no ha sido mi semana, tengo la mente en otro lado y mis pensamientos por otro y lo único que quiero es acabar con esto-. Al finalizar rodean las lágrimas por mi cara.
-Ya, tranquila-. Kellen de inmediato me abraza.
-Ya no quiero seguir con esto, quiero que acabe- digo llorando.
-No dejes que lo que acaba de pasar arruine tus planes, además Kay sabrá perdonarte- me anima un poco.
-¿Eso crees?- le pregunto.
-Si, lo conozco, es un buen chico solo falta darle tiempo-. Louis nos mira muy serio, cuando Kellen me suelta el lo sigue con la mirada.
-¿Mejor?- pregunta.
-Si, gracias Kellen- le sonrió y me limpió las lágrimas de la cara.
-Bien, iremos a cenar ¿Quieres ir con nosotros?- me pregunta y de inmediato niego con la cabeza, no estoy de ánimos.
-Tengo que hablar con Kay- le respondo.
-Esta bien, arregla lo que tengas que arreglar y cualquier cosa puedes llamarnos- finaliza con una sonrisa y un abrazo, al parecer a Louis no le pareció lo que hizo Kellen, notó su mirada asesina sobre el.
-Gracias- le digo y se retiran.
Camino por todos los pasillos, busco en el comedor, los vestidores, los dormitorios y nada, no encuentro a Kay por ningún lado, creo que debo dar por finalizada esta situación, seguramente fue a hablar con Haider de todo esto y posiblemente Haider ya les este diciendo toda la verdad. Me siento en una banca, me doy por vencida de buscar a este chico, todo se fue a la basura.
-Tienes 1 minuto para decirme porque estás haciendo esto- dice una voz que de inmediato reconozco, Kay.
-¡Kay!- digo alterada y nerviosa.
-Esta corriendo tu tiempo- dice con un tono amargado.
-Mira sé que estás enojado por lo que hice y tienes toda la razón, sé que fui una estúpida por haberte mentido, pero tienes que saber la verdad. Mi hermano Caleb no pudo asistir a las primeras pruebas porque tenía que ir a un curso y unas clases de regularización, el me pidió que los reemplazará por unas semanas pero esas semanas se convirtieron en meses, por esos estoy aquí vestida así, quiero a ayudar a mi hermano y además la recompensa valía la pena- le explico. El me mira confundido y solo niega con la cabeza.
-Por esa estúpida razón me mentiste, ¿Qué te costaba decirme la verdad?- me pregunta.
-Era demasiado arriesgado, no podía decirle a nadie-.
-Entonces dejaste que el tiempo pasara y empeorará esto-.
-No, solo que era complicado explicarlo, además no sabia como ibas a reaccionar-.
-Tal vez hubiera comprendido la situación. Debes saber que me siento avergonzado, aguante burlas y rechazos por tu culpa y tal vez mi oportunidad de ir a jugar a un gran equipo se fue a la mierda, dime ¿Quién quiere tener a un jugador homosexual en su equipo?-.
-Perdón, hice mal y asumo toda la responsabilidad- le digo arrepentida. El está muy enojado, cada vez que una palabra sale de mi boca el solo niega con la cabeza o agacha la mirada, no puede verme a los ojos y no yo a él, todo esto me trae mal.
-¿Por qué debería perdonarte?- me pregunta.
-Porque si tú estuvieras en esa situación ¿Hubieras hecho lo mismo?- pregunto.
-No, jamás se me hubiera pasado por la cabeza está locura, primero veo mis pros y mis contras- dice irritado.
-Por favor, no puedes decirle a nadie de esto- le ruego.
-Sabes me encantaría decirle a todo el mundo la verdad para que te sientas lo sucia que eres, que sientas pena y aquellas personas que te apoyaron desde el principio sintieran lo mismo- me dice con u tono amargo, sus palabras me dolieron y me dieron justo donde más dolía.
-Kay por favor- digo con un millón de nudos en la garganta.
-No diré nada, me viene y me va lo que hagas con tu vida- dice con el mismo tono.
-¿Lo dices en serio?- pregunto.
-Si- asiente.
-Entonces, ¿Puedes perdonarme?- le pregunto.
-No, no voy a perdonarte. Quiero que te mantengas alejada de mi, no quiero que me hables ni que me busques, dejaremos esto en paz- finaliza y se retira. Sabía que esto iba a pasar, sabia que Kay no iba a comprender todo esto, fui una estúpida por dejar esta situación aquí, debí decir la verdad pero era demasiado arriesgado. Ahora Kay me odia y me seguirá odiando de por vida, solo quería ayudar a mi hermano, no quería que nadie saliera lastimado.

El es ¿Una chica? |Erik Durm & Bárbara Palvin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora