Capitulo 5

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Al entrar al departamento de la morena, empecé a observarlo. No era como me lo imaginaba, para nada.

Era pequeño, tenía un viejo sillón color café, una televisión frente a éste. En la misma habitación una mesa blanca donde cabían dos sillas a lo largo, y encima habían platos sucios y en las sillas había ropa. Habían cuadros pegados en la pared donde sólo estaban Sinu, Sofi y Camila. Un cuadro grande de Ed Sheeran y al lado uno bastante chiquito y bastante viejo de nosotras dos con nuestras otras tres amigas. Recuerdo bien el momento que la foto se había tomado, estábamos fuera del campo de deportes de la universidad luego de ganar el campeonato ese mismo año.

-No esperaba tener visitas hoy ni en mucho tiempo, por eso el desorden y las cosas sucias. Perdón. - Dijo Camila, algo ruborisada, mientras debaja su campera en un perchero.

-Está bien, creo que se muy bien lo desordenada que podes llegar a ser. - Comente, para romper un poco la tensión.

-Bien, podes pasar y sentarte donde puedas. - Se dirigió a la cocina mientras yo me sentaba en el sillón. - Que queres tomar? Tengo té, café, cerveza, vodka, agua, cerveza y vodka.

-Un café está bien para mi.

-Boston te hizo aburrida, Lauren Jauregui.

A los minutos apareció otra vez al living con una taza verde con una carita de un sapo en ella y un vaso largo con, lo que supongo, jugo de naranja y vodka. Se sentó a mi lado y me dio la taza.

-Creo que tengo que actuar como alguien maduro y tratar de hablar las cosas. Aquel día en la librería había tenido un mal día y verte ahí, por dios, no me lo esperaba para nada. Por eso reaccione así. Lo siento. - Se disculpó.

-Puedo entenderlo, Camz. Me dejaste bastante pensativa después de eso. Para mi también fue chocante verte cuando no esperaba hacerlo, al menos ahí.

-Qué tal la vida en Boston? - Cambió de tema mientras se cruzaba de piernas y me miraba fijo.

-Genial, aunque me la paso entrenando. Mi rutina es algo así como despertarme a las cuatro y media de la mañana, desayunar cosas aburridas, ir al gimnasio, ir a cursar, ir a entrenamiento, estudiar, ir a la piscina a seguir ejercitando y dormir. Y así. Pero lo importante no es como me va a mi, si no como lo llevas vos...

-Yo me puedo acostumbrar, deje la universidad como te habrán dicho. Empecé a trabajar en la librería, doble turno pero como nadie va es bastante pasable el tiempo ahí. La gente no lee libros como pensé que sería, podes creerlo? Me encanta estar ahí, porque puedo leer cualquier libro que me interese. - Sonrió como si fuera la mejor cosa del mundo. - En fin, me pagan y yo así puedo vivir en New York. Ya no puedo volver a Miami sin sentirme enferma. - Suspiró y dio un trago largo a su vaso. -Puedo notar... que estás más entrenada. - Señalo mis brazos.

-Entonces vas a tener una larga lista de libros para recomendarme. - Ignoré el comentario.

Silencio, bastante incomodo. Tome un poco de café y Camila hizo lo mismo con su vodka. Puso desde su celular música y no sé porque, pero me hizo sentir un poco más comoda.

-Todo este tiempo te extrañe mucho, Laur.

-Yo también, pero jamás me respondiste mis llamadas, ni mis mensajes, ni quisiste verme cada vez que estábamos las dos en Miami para vacaciones...

-Es que no puedo ser una traba para tus sueños, no otra vez Lauren. Me siento horrible, no quiero ser la típica chica que se pone entre medio del sueño de alguien y que quizás, si me elegías, el día de mañana cuando seamos viejas te digas a vos misma "uy, me hubiera gustado ser alguien grande en el softbol". Además, ya no podía verte, ni abrazarte, ni tocarte, para que me servía estar 8 meses del año sin vos?

-Lo entiendo, Camz. Está bien. Pero déjame aclararte algo, yo jamás hubiera elegido, tranquilamente puedo hacer lo que siento. Porque lo que siento es que puedo tener al amor de mi vida a mi lado y jugar profesionalmente. Y es así, no voy a mentirte.

Ella no contestó, solamente volvió a la cocina a llenar su vaso otra vez. Pero también trajo un cigarro. Ok, no sabía que Camila fumaba...

-La vida es dura, Lauren. Pero no te culpo por tener una vida bastante fácil, si no porque no puedo ser parte de ella. - Encendió el cigarro.

-Camila, por Dios, deja de decir siempre lo mismo. Cabeza dura. Yo te estoy diciendo que - Me interrumpió.

-Lauren, estoy con JJ, vos estás con esa pequeña rata que quería mostrar que estabas ocupada en la librería, no voy a olvidar tan fácil eso.

-Se llama Stephanie, y no es mi novia. Es mi amiga, sólo que te conoce bastante bien y sabe lo triste que estuve mientras me ignorabas.

Sólo nos mirábamos, ninguna dijo nada por unos minutos. Hasta que dejó su cigarro y su vaso en la mesa y se puso a horcajadas de mi para tomar mi cara entre sus manos. Yo, sorprendida, deje mis manos en sus costados. 

De fondo estaba sonando falling for you de the 1975. Que oportuno, pensé.

-Mierda, jamás voy a superarte Lauren Michelle. - Me dijo y me besó. 

Se posicionó mejor en mis piernas y soltó su cabello para que quede suelto. Yo estaba maravillada.

Volvió a besarme pero esta vez de una forma más desesperada, ambas lo necesitábamos. Nuestros labios se extrañaban y al principio, yo no sabía como besar, me agarró tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar o razonar lo que estaba pasando. Pero al instante pude seguir su ritmo y mierda, había extrañado mucho los besos de Camila, los labios de Camila y también su lengua, sus pequeñas sonrisas entre besos. La había extrañado mucho a ella misma.

-Por Dios, parezco una nena que recién da su primer beso . - Se separó de mi y puso una mano mía encima de su corazón, para que sienta su corazón latir fuerte.

Yo sonreí y agarre su mano para ponerla en mi pecho y que sienta lo nerviosa que yo también estaba.

-Te amo Lauren. Te extraño con cada parte de mi.

Se sacó la camisa que estaba usando y volvió a besarme desesperadamente.


MCDH: Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora