Camila agarró fuerte el cuello de mi camisa y entre lagrimas y respiraciones pesadas besó mis labios con tanto amor, que yo también empecé a llorar. Sentí ese amor que estaba ocultado, sentí como mi vello se erizaba.
-Sos tan idiota Lauren, te odio. - Me dijo, riendo por ninguna razón alguna.
-Esta idiota nunca te dejó de amor, Camzi. - Dejó su cabeza en mi pecho mientras rodeaba su cuerpo con mis brazos.
Esa tarde fuimos hacia su departamento y estuvimos hasta altas horas de la noche sentadas en su cama, abrazadas mirando películas, a veces nos besábamos, y la mayoría del tiempo hablamos bastante, riendo bastante por cosas tontas que la latina decía.
-Tengo una idea. - Dijo parándose de la cama y sonriendo.
-A ver... - Dije curiosa.
-Son las dos y media de la madrugada, vamos a una fiesta. Volvamos el tiempo atrás. - Tomó mi mano tratando de levantarme mientras daba pequeños saltos, como si fuera una nena emocionada, levantando a sus padres el día de navidad.
-A una... fiesta? Como una fiesta universitaria?
-Sí Lo, a una fiesta, a tomar y estar borrachas, como cuando íbamos a la universidad. Vamos a pasarla bien. Confia en mi.
Y eso hice, se puso un jean negro ajustado a sus piernas, un top gris. Le dije que le quedaría bien mi campera de cuero y se la di.
Agarró un puñado de cosas que habían encima de la mesa y nos largamos. En camino nos cruzamos a un kiosco abierto las 24hs, y compramos una botella de absolut color rojo. Luego de unos metros empezamos a beber del pico, los primeros tragos me quemaron la garganta.
Hacía bastante tiempo que no bebía alcohol para emborracharme, así que no tengo ninguna duda que al termino de esta botella voy a estar muy mal...
Camila reía y bailaba al ritmo de la música, con el cabello en su cara y las manos en el aire, a veces pasando sus brazos por mi cuello. Mis manos torpes estaban siempre en su cintura. Me volví a sentir de 18 años otra vez.
No nos importaba la gente a nuestro al rededor, reíamos de tonteras sin sentido y bailamos. Pero en un momento ella me dejó un beso en la comisura de los labios y se perdió entre la gente.
Mientras caminaba, buscándola, mi vista era bastante nublada y parecía como si mis pies pesaran toneladas. Me choque con gente hasta llegar al baño, nada. Entre la gente y nada aún. Salí afuera y ahí estaba. Tenía puesta mi campera como si estuviera helado afuera, estaba oliéndola, cerrando sus ojos. Yo me quedé parada sonriendo como imbécil, me gustaba como estaba todo.
Luego de unos minutos la vi suspirar fuerte y sacar del bolsillo izquierdo de la campera de cuero un cigarro. Ella no me había visto todavía. Lo prendió y le dio una gran calada. Primero me sorprendí, pero vamos, somos ya demasiado grandes para salir con la mierda de "no debes hacer esto, te hace daño".
Me acerqué y ella me vio, me sonrió y soltó el humo. El humo no era de cigarrillo.
-Sé lo que pensas de esto, pero la verdad es que con el tiempo me di cuenta que no es malo. O no demasiado malo. - Me dijo dando una sonrisa de costado.
-No importa, Camz. Mientras sepas lo que haces...
-Sé lo que hago. - Dijo con voz rasposa y bastante cortada.
No sé que pensé en ese momento, pero agarré el cigarro de su mano y lo puse en mi boca. Ella me miró sorprendida y yo le di una calada a esa mierda. Lo mantuve en mi garganta unos segundos para acercarme a la boca de Camila y darle el humo en sus labios.
-Que hagas eso... Me pone Jáuregui. - Me susurró en el oído y me dio la mano para irnos caminando de vuelta a su departamento.
No me pregunten, tuve una laguna en ese momento y no recuerdo como volvimos, solo se que yo seguía a Camila y que ella jamás me soltó la mano.
De repente tenía a la morena colgada en mi, con sus piernas en mi cintura, sus manos en mi nuca, mi campera tirada en el piso. Una mano agarrando su pierna izquierda y la otra en su pecho, acariciando. Ella me besaba con mucha lujuria y de a ratos gemía en mis labios.
La puse de espalda contra la pared y tomé su cuello. Primero besé, luego mordí, succione y pasé mi lengua. Me movía contra su entrepierna.
Terminamos en la cama desnudas. Besando su centro lentamente, ella gruño y yo reí. De momento a otro di una probada y metí de golpe dos dedos mientras mi boca se hacía dueña de su clítoris. Ella estaba en extasis, podía verlo en su cara. Se mordía tan fuerte su labio inferior que cuando soltaba suspiros se podía notar la marca de su propia mordida. Continué con lo mío.
-Laur... mierda Laur. - Dijo y supe que iba a venirse. Me levante para besar sus labios. - Que mierda Lauren estaba a punto de....
La dejé con las palabras en los labios cuando empecé a mover mis caderas contra las suyas, haciendo fricción en la zona donde sabía que estaba sensible. Su centro rozando a la perfección contra el mío.
-Lleguemos juntas Camz. Resistí un poquito más. - Susurré en sus labios mientras nos mirábamos fijos.
Unos segundos después sentí que se venía y al ver su cara sumado a dos choques más, llegué yo con ella.
Me desperté al día siguiente en su pecho, abrazando su cintura y ella abrazandome a mi. Empecé a hacer un camino de besos desde sus pechos hasta sus labios para que despertara.
-Buen día, Lo. - Dijo con los ojos aún cerrados. - Me explota la cabeza.
-Siento que me están dando pelotazos en la cabeza. No puedo estar quieta ni estar en movimiento. - Dije yo, acostándome a su lado poniendo ambas manos en mi cabeza.
-Lauren, lo de anoche fue ... - Se mordió el labio.
-Lo sé, debería drogarme más seguido cierto? - Reímos.
Nos dimos un baño juntas, comimos un pedido de McDonald's y la acompañé a la puerta de la librería. La abracé y le di un beso en la cabeza.
-Te llamo cuando salgo. - Dijo y entró.
Fui hacia la casa de Ally, donde ella y Dinah escucharon toda la historia mientras tomabamos un rico té de frutos rojos. Ellas estaban felices pero al mismo tiempo Ally casi me corta el cuello cuando me escuchó decir que había fumado de su cigarro.
Dormí un poco para recargar energías, a eso de las ocho de la noche desperté y al ver mi celular... nada de mensajes de Camila. Decidí no ser pesada y esperé.
Después de cenar con Ally escuchamos el timbre, yo estaba lavando la loza hasta que sentí la voz de Camila.
-Lauren, visitas. - Grittó Ally desde el living.
Me sequé las manos en el pantalón negro que tenía, y fui. Ahí estaba ella. Con ojeras pero aún así hermosa.
-Debemos hablar Laur, te molesta dar un paseo por afuera? - Me dijo, sentí la mirada de Ally en ambas. Yo solo asentí.
Tomé un buzo rojo adidas y salimos. Al cerrar la puerta y hacer un par de pasos ella me dio un besito en los labios y después rio, achinando sus ojitos.
-Necesito que me digas que está pasando acá, Laur.
-No lo sé, estoy... tratando de recuperarte, supongo. - Le dije mirándola de reojo.
-Necesito saber que es lo que pasa, para saber que decisiones voy a tomar en el futuro Jáuregui. - Me dijo seria.
-Te quiero conmigo y es todo lo que sé. Vamos a Boston, tengo un departamento... Y un auto. - Le dije tomándola de la mano.
Ella no respondió y siguió mirando hacia la calle. Suspiró, me miró y después me besó.
