Capitulo 33

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(Maratón 1/2)

Los siguientes minutos se me hicieron eternos. Creí que había pasado una eternidad desde que toqué el timbre. Las manos empezaron a sudarme más cuando escuche risas del otro lado de la puerta. Después de unos segundos las risas se hicieron más fuertes. Hasta que la puerta se abrió por fin. Justo detrás de Camila había una chica. Un poco de mi estatura, morena de ojos claros y con una muy bonita sonrisa.

No me había dado cuenta de todo lo que me demoré analizando la situación hasta que sentí unos brazos rodear mi cuello. Camila había quitado la caja de pizza de mis manos, se la había pasado a la chica para que pudiéramos abrazarnos. Reaccioné rápidamente, la rodeé con mis brazos y empecé a aspirar su aroma, el que tanto había extrañado.

-¡Oh por Dios! ¿Qué haces aquí?- Dijo aun entre mis brazos.

-No podía aguantar estar sin ti. Se me dio la oportunidad y vine a verte- contesté cuando se separó de mí.

Terminé de hablar y me besó. Había extrañado tanto el contacto de sus labios con los míos. Se notaba que ambas habíamos extrañado este contacto. Continuamos entregándonos ambas la una a la otra en ese beso. Hasta que la chica, aclaro su garganta.

-¡Oh! Lo siento, había olvidado por completo que estabas aquí, Jess.- Se disculpó mi chica con ella.

-Lo noté, Cami. Pero continúen, yo ya me iba.- Respondió con una sonrisa la chica.

-No. Déjame presentarte. Lauren, ella es Jessica. Una vieja amiga.- La chica extendió su mano. -Jess, ella es Lauren. Mi chica.- Ambas nos dimos un apretón de manos.

-Mucho gusto, Lauren.- Dijo la chica sonriendo.

-Mucho gusto, Jess.- Algo me decía que vería mucho a esta chica por aquí.

Una vez que Camila cerró la puerta tras despedir a su amiga Jess, se acercó a mi para rodear con ambos brazos mi cuello. Acerqué la nariz a su cabello para sentir su perfume. La había extrañado muchísimo.

-Te he extrañado como loca. - Me dijo dandome pequeños besos en los labios.

-Y yo a ti mi amor. ¡Sorpresa! - Ambas reimos y me invitó a sentarme para poder comer la bendita pizza.

-Cuentame más ahora que estamos solas. ¿Qué haces aquí? 

-Están comenzando a formar un equipo local aquí, en New York, y nos han llamado para ofrecernos un puesto a mi, a Steph y a Sammy. Hemos dicho que sí, así que en cuanto todo estuvo listo nos mandaron pasajes para conocer las instalaciones, charlar con el cuerpo tecnico sobre los objetivos, y otro tipo de cosas de profesionales. Quieren que termine de hacer la rehabilitación aquí, en manos del equipo fisioterapeutico de su confianza.- Bromee y ella quedó boquiabierta.

-Dime que es broma... ¿Volverás a New York?

-Sí, amor. 

Tardó unos segundos en reaccionar, dejó el trozo de pizza en el plato y saltó a abrazarme como koala. 

-Me has dado la mejor sorpresa de todas. Te amo, te amo, te amo, te amo. - Me besuqueo toda la cara.

Comenzamos a besarnos de un segundo al otro, como si nuestros cuerpos se necesitaran desesperadamente. Ella tenía las piernas enroscadas en mi cintura. Me dirigí hacia la pared más cercana de aquel viejo apartamento, acercandome lo más posible a mi chiquita. Sus jadeos hacían que su respiración y la mía se unan. Comencé a besarle el cuello lentamente, justo como a ella le gustaba.

Se puso de pie para tomarme de la mano y llevarme hacia su habitación. Allí se paró frente a mi para mirarme a los ojos mientras lentamente se sacaba aquella camisa a cuadros roja, que si la memoria no me fallaba se la regalé yo cuando estabamos en la universidad.

Al ver su piel descubierta, mis manos ansiosas fueron directamente hacia sus costados, para acariciarla. Ella mientras quitaba mi camisa también. Volvimos a besarnos y en cuestión de minutos estabamos juntas en la cama, sólo con nuestra ropa interior puesta.

Era un acuerdo mutuo que se acordó en silencio, de disfrutarnos lentamente. No hablabamos, sólo nos dabamos tiernas miradas, besos, caricias. No quedaba ninguna duda de que nos habíamos extrañado mucho.

La coloqué de un movimiento encima mío, ella me besaba y yo le quité el sujetador con una mano. Toqué sus pechos a mi gusto, su respiración estaba agitada al igual que la mía.

Su entrepierna chocaba con la mía, con una mano traje uno de sus pechos a mi boca y lo besé, sin descuidar el otro que tocaba con la mano izquierda. Ella me miraba con la boca ligeramente abierta. Volví a su boca y ella introdujo la mano en mis bragas.

El beso se tornó más rápido, más desesperado. Sin previo aviso empezó a masajear mi clítoris y sentía que el corazón iba a mil por hora. Luego de unos segundos introdujo dos de sus dedos en mi interior mientras seguía jugando con mi parte nerviosa. Yo me sentía en el cielo, a decir verdad.

Sus movimientos empezaron a ser más rápidos y el beso se tornó dificil de seguir, pero no lo corté. Después de un rato así, llegué al climax total, quedando totalmente exhausta, ella se quedó encima de mi pecho, acariciando mi mejilla derecha. 

-Te amo. - Susurré mientras la abrazaba.

-Te amo Lauren, me alegra que estés aquí, conmigo.

Una vez que recuperé del todo la respiración, no esperé ni un segundo más y la acosté gentilmente en la cama. Bajé hasta estar lo más cerca posible de su sexo y la besé por sobre la tela de su ropa interior. Ella jadeaba. De a poco fui bajando sus bragas y comecé a jugar con mi lengua en aquella zona. Agregué un dedo al juego y veía como Camila agarraba fuertemente con ambas manos la frazada color rosa de la cama. Su espalda se arqueaba y sus ojos estaban cerrados con fuerza.

En cuestión de minutos ella llegó en mi boca y con sus manos buscó mi rostro para acercarme a su boca y besarme lentamente.

Me acosté a su lado y ella nos tapó a ambas con la frazada que anteriormente estaba retorciendo. Puso la cabeza en mi pecho hasta que ambas respiraciones se hicieron lentas y así poder quedarnos dormidas.

No sé si había dormido una hora o sólo unos minutos, el celular de la morena a mi lado empezó a sonar y nos despertó a ambas. Ella lo tomó de la mesita de noche y contestó.

-Hola. - Su voz estaba ronca y sus ojos seguían cerrados. - Oh, hola mamá. Qué tal estás? - Esperó la respuesta de su madre. - Yo estoy bien, magnifica, no puedo estar mejor, mamá. Lauren está aquí.  


N/A:

Hey, como están? Primero que nada, pido un millón de disculpas por no haber subido capitulos este último tiempo. Sinceramete no he estado escribiendo nada, ya que estuve por un tiempo de duelo, no sé si es apropiado o no, pero les quiero contar la razón verdadera de esto. Mi mejor amigo nos ha abandonado hace un tiempo y me tomó por sorpresa completamente. Me he sentido fatal, muy triste y los animos no me daban para que se me ocurra algo para escribir. 

Pero ahora estoy mejor, y con tiempo para escribir. 

Ya hemos estado conversando con @HogwardsMagic sobre como continúa el fic. Así que esten atentos.

PD: como verán en el comienzo del capitulo dice "maratón". Bueno, la razón es porque decidí darles un capitulo demás hoy por haberlos hecho esperar tanto! Por eso entre esta noche y mañana subiré el capitulo 34.

Como siempre muchisimas gracias por leer. 

Saludos.


MCDH: Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora