Capitulo 17

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Camila ni bien mejoró me pidió que le saque pasaje de vuelta a New York. Y hace unas horas ya se había tomado el avión.

Terminé de prepararme una ensalada con lechuga, tomate y trozos de pollo, la condimenté, me puse mi gorra de Boston University, agarré mi bolso y me dirigí hacia el estacionamiento donde mi auto estaba estacionado.

Como llegue unos 15 minutos antes al campo de entrenamiento y no había señales de mis compañeras o entrenadores, me puse a comer tranquila mi ensalada mientras escuchaba fuertemente somebody else de the 1975 en los parlantes.

Estaba cantando muy motivada con trozos de comida en la boca y escucho un fuerte golpe en el vidrio de la puerta a mi izquierda, casi me atraganto y me puse derecha en mi asiento. La idiota de Carli, una de mis compañeras, estaba riendo tanto que parecía descostillarse.

-Idiota estúpida casi tengo un ataque al corazón. Imbécil. - Le grité fuertemente mientras bajaba el vidrio.

Ella se alejaba y chochaba manos con otras dos compañeras, dirigiéndose hacia el vestuario.

-Vamos, Jauregui. - Gritó Carli.

Guarde en una bolsa el tupper donde estaba mi ensalada, agarré el bolso y me bajé del auto.

El entrenador hoy nos había matado, corrimos aproximadamente una hora con pesas en nuestros hombros y tobillos. Después nos hizo batear, y yo no le pegaba a una puta pelota. Y para que pase de mal a peor, una pelota pegó en mi ceja tan fuerte que logró abrirme un centímetro. Terminé en la enfermería y después tuve que volver al campo, ya que el coach quería hablar conmigo.

-Jordan, me llamabas? - Pregunté, acercándome al hombre canoso.

-Si Lauren. Necesito hablar contigo. Sentate por favor. - Lo miré fijo para que siga, mientras tocaba mi ceja, que tenía un algodón pegado para que deje de sangrar. - Necesito que te comprometas, como jugadora, como compañera, como capitana. Jáuregui, sos el as bajo mi manga. Te necesito al 110% en estos playoff, son importantes y no creo que estes con la cabeza metida en este juego. Sabes? Me estoy preocupado. Hace un mes que no asistes a la mayoría de los entrenamientos, estuve revisando la lista de los presentes en el gimnasio, y de diez, tenías cuatro. Necesito que estes dentro de esto. O vamos a mandar al carajo todo el esfuerzo de este puto equipo. Me entendiste, Lauren? Concentrate niña. - Me agarró del hombro y frunció los labios.

-Sí, coach. Lo sé, no estuve teniendo buenos días. Pero le juro que traeré la copa una vez más a esta universidad. Lo juro. Para eso me trajeron hasta acá... verdad? - Hice una sonrisa forzada.

-Es por eso que te trajimos Lauren. Vamos, anda. Mañana será un nuevo día. Se acercan los playoff querida. Se acerca el campamento para el equipo nacional. Me enorgullecería mucho ver tu nombre en la lista de las jugadores nacionales, sabes? - Dio un golpecito a la vicera de mi gorra para que bajase a mis ojos y se levantó.

Me quedé ahí, con la mirada perdida en algún punto de la cancha. Debía mejorar. " Camila estaba con JJ, verdad? Y yo estoy acá para ser mejor. Jordan tiene toda la razón, mierda Lauren. Debes concentrarte en lo importante. Camila sólo te quiere para coger a alguien que no sea a esa maldita larguirucha." Me dije a mi misma

Esa tarde no tenía hora de gimnasio, pero de todas maneras fui. Estuve dos horas más una hora de pileta. Al salir, ya caminando hacia mi auto. Mi celular empezó a sonar.

Camila.

Como no contesté, la llamada fue directo a mi buzón. 13 llamadas perdidas, al ver los horarios ella había estado intentando comunicarse conmigo todo el día. Pero no puede meterse en mi camino. Ya no quiero ser segunda opción. Apagué el celular y lo metí en mi bolsillo trasero.

Al otro día rendía un parcial bastante importante, así que tome mis resúmenes al llegar al departamento. Y estudie por horas, tanto que me quedé dormida en el sillón, con hojas al rededor.

Esas últimas dos semanas fueron así, entrenar duro, ir al gimnasio, estudiar. Nada más. Ni siquiera me junté con Stephanie y Sammy. Camila seguía llamando y llenándome de mensajes.

Habíamos ganado el primer partido de playoff contra la universidad de Stanford. Un partido más ganado y ya pasaríamos a semi finales. El equipo quería festejar, entonces propuse mi departamento. No tenía muchas ganas de festejar yo, entonces agarré un vaso de cerveza y me fui directo a mi habitación, la cual cerré con llave.

Mi celular sonó y vi que era una llamada de Ally.

-Hola enana. - Contesté.

-Hola Laur quería saber co -

-Lauren, por qué no atendes mis llamadas? O respondes mis llamadas? - Camila interrumpió a Ally, supongo que le sacó el celular de las manos.

-Oh, hola, Camila. - Le dije tranquila, dándole un sorbo a mi vaso.

-Sí, hola para vos también Lauren. Qué carajos te pasa? Estuve preocupada. - Gritó tras el teléfono.

-Preocupada? Por mi? O porque JJ no descubra que estabas siendo feliz con otra persona que no sea ella? - Le dije enojada.

-Vamos, no seas infantil Lauren. Deja tu juego para después. Solamente quería saber como estabas, que estabas haciendo. Te desee suerte como en mil mensajes por tu juego de hoy. Como te fue? Pudiste jugar bien? - Cambió su tono de voz.

-La única que está jugando acá, sos vos Camila. Asi que "deja tu juego para después". Sí? - Ella bufó del otro lado del celular. - Y me fue bien. Ganamos, uno más y tu querida JJ se las verá conmigo en semi finales.

-Me alegro mucho entonces, Lo. Te amo.

Cerré fuerte mis ojos. Ella hacía como si nada estuviera pasando entre nosotras. Estaba metida en un puto triangulo amoroso y eso me hacía sentir como la misma mierda. Corté la llamada y dejé mi celular tirado por algún lado de la habitación. Le di un gran sorbo a la cerveza, saqué mi pantalón y me metí dentro de las sábanas de mi cama. No necesitaba esta mierda.

Al día siguiente, desperté y gracias a Dios mi departamento seguía en buen estado. Los vasos estaban bien lavados, no había nada roto. Las sillas estaban corridas de lugar, pero era lo único fuera de lugar... Bueno, eso y Steph dormida en el pasillo que da hacia mi habitación y el baño. Estaba agradecida que mis compañeras sean tan ordenadas, no quería lidiar con otra cosa.

Había un papel pegado en la puerta de la heladera, tenía escrito "MALDITA ABURRIDA". Me reí y preparé mi desayuno

MCDH: Cambios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora