Maratón (1/3)
Luego de pasar una agonía que parecía interminable, el día había llegado. La boda de Ally y Troy comenzaría esta noche, en la iglesia y luego la fiesta. Terminaríamos mañana al mediodía, cuando se haga el almuerzo festivo, que según Ally era una larga tradición en su familia.
Por mi parte, había viajado esta madrugada hacia Austin, Texas. Lugar donde se celebraría la boda ya que ambos novios eran nacidos aquí. Las chicas habían llegado hace dos días, pero por mis entrenamientos yo tenía que viajar sobre la hora.
Pude dormir un poco, pero un fuerte rayo de sol, que se coló tras las cortinas del ventanal de la habitación, se posó en mi rostro y me despertó.
Acariciando con el dedo índice mi tatuaje del antebrazo, aquel bendito 27 en números romanos, volví a perderme en mis pensamientos hasta que mi celular comenzó a sonar. Era Normani.
"Buen día Lo, ¿Te desperté?" Preguntó la morena.
"No, para nada. Sólo estaba acostada."
"Bueno, levanta tu culo de ahí, nos encontramos abajo para desayunar."
"Okay, sólo dame 10 minutos."
Corté la llamada y corrí hacia la ducha, luego me vestí con unos shorts azules y una musculosa blanca.
Baje hacia el lobby del hotel donde nos encontrábamos, Troy pagó por nuestra estadía como también la de alguno de sus familiares.
Con ansiedad miraba hacia cada rincón del lugar, buscando alguna pista o algo que me diga que Camila estaba aquí. Pero nada, no había señales de ella.
Paradas chequeando sus celulares, cerca de la puerta del lugar donde se desayuna, estaban mis amigas. Camine hacia donde estaban y choqué con el hombro a Dinah que primero me miró mal pero al ver que era yo sonrió.
"Estoy muerta de hambre, vamos." Les dije y comenzamos a caminar hasta sentarnos en una mesa cerca de la ventana.
"Siempre tienes hambre Lauren, ¿Cómo haces para estar así y comer todo lo que comes?" Preguntó Dinah, tomándome del brazo mientras lo apretaba.
"Es verdad, deberías parar con las proteínas." Ahora era Normani quién reía.
"Sólo son los genes..." Rodee mis ojos.
"Y tu obsesión por el gimnasio." Normani comenzó alzando los hombros
Las chicas pidieron un café con unas tostadas francesas y un vaso de jugo de naranja natural, pero yo agregué un bol de cereales con yogurth y un pequeño plato de tocino con huevos revueltos.
Las chicas charlaban de sus asuntos, yo estaba simulando que las escuchaba pero en realidad mi desayuno me tenía entretenida. Al parecer estaba comiendo como una bestia porque Dinah me pegó un guantazo en la frente.
"Lauren Michelle te vas a ahogar si sigues tragando sin masticar." Me retó.
"Lo siento, tengo hambre." Levanté mis hombros.
"¿O acaso estás nerviosa por alguna razón?" Insinuó Normani, levantando sus cejas.
Tomé un pedazo de mi tocino y se lo arroje en la cara.
Luego de desayunar y de una larga charla de Beyoncé y su nuevo cd, por fin fuimos hacia la casa de Ally. Dios, realmente estas chicas no habían cambiado nada, todavía seguían siendo fanáticas de Queen B.
El que nos abrió la puerta de la casa fue papá H, con una sonrisa de oreja a oreja.
La casa era realmente linda, con un toque de lejano oriente en ella. Las paredes eran blancas y habían muchos adornos, ya sean cuadros de la familia, algunas herraduras y hasta rifles colgados arriba de la chimenea.