Tres meses después...
La lesión en mi rodilla había mejorado mucho con el paso del tiempo. Empecé a ir a fisioterapia, aún tomaba las pastillas para el dolor, mi pierna ya no me molestaba como antes pero siempre estaba esa inseguridad después de una lesión como la mía, tenía miedo que hiciera un mal movimiento y mi rodilla se lastimará de nuevo.
Luego de que mi equipo se coronará campeón, termine la universidad. Con todo el tiempo libre que tenía me puse a estudiar para sacar las materias que me faltaban para terminar la universidad. Logré terminarla y ahora tenía mucho tiempo libre. Camila había regresado hace algunos días a New York, tenía que ir por eso de que tenía un departamento ahí aun y ella decía que necesitaba encontrar un trabajo. Desde que se fue hablábamos todo el tiempo por mensajes y hacemos videollamadas cada vez que ella regresa de haber ido a buscar trabajo. Por otra parte, Steph y Sam seguían viniendo a mi casa todos los viernes como era de costumbre.
"Oye cabeza de balón, donde tienes los secadores de platos?" pregunto Steph. Habíamos terminado de comer y ellas me habían ayudado a lavar los platos.
"Creo que estan aquí" dije abriendo una de las estanterías, ahí estaban, al estar muy alto nos los alcanzaba y trate de dar un pequeño salto para tomarlo pero al caer me resbale y caí al piso, eso me enojaba. No podía hacer cosas tan sencillas.
"Laur, estás bien?" Sam intento ayudar a levantarme, pero yo lo hice rápidamente.
"Déjame en paz, no soy una inútil" Dije con bronca y subí las escaleras hacía mi habitación para encerrarme.
Me quedé ahí, me daba bronca que las cosas más sencillas no me salieran, me hacían sentir inútil, y que las personas siempre intentaran ayudarme también me daba bronca. Había tenido una que otra discusión con Camila por eso también.
Escuche como la puerta principal de mi departamento se cerraba, las chicas seguramente se habían ido. Ahora me sentía mal por haberlas tratado así.
Camila: Hola amor, ¿Cómo estás?
Lauren: No muy bien, acabo de pelearme con las chicas ):
Camila: ¿Qué pasó?
Lauren: Trataron de ayudarme cuando me caí, me enoje y les grite... ):
Camila: Laur, ya habíamos hablado de eso, nadie piensa que eres inútil. Solo tratamos de ayudarte. Queremos lo mejor para ti.
Lauren: Lo sé, no me regañes ): Les enviaré un mensaje disculpándome. ¿Qué tal tu día?
Camila: Más te vale. Ellas solo tratan de ayudarte.
Todo bien, salí a buscar trabajo de nuevo, encontré una librería y me encontré a Alex trabajando ahí, dijo que me recomendará con su jefe. No es genial?
Lauren: Claro que es genial amor, espero que de verdad te den el trabajo.
Camila y yo llevabamos algún tipo de relación. Ambas sabiamos lo que sentíamos la una por la otra pero ninguna daba el paso para hacer lo nuestro oficial. Amo con todo lo que soy a Camila, de eso no hay ninguna duda. Lo único que nos impide estar juntas por completo en este momento, es la distancia. Yo vivo en Boston, ella en Nueva York. He tratado varias veces de convencerla de venir a vivir conmigo pero ella siempre me cambia de tema, y llegue al punto de no insistirle más, no quería que eso se volviera un problema.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no escuche el timbre sonar, hasta que empezó a sonar como loco. Fui rápidamente a ver de quien se trataba. Jeff.
"Dios Lauren, llevo tocando el timbre 5 minutos y no me abrias ¿Qué estabas haciendo?" Dice entrando al departamento y sentandose en el sillón.
"Estaba arreglando mi habitación con algo de música, quizás por eso no escuche. Lo siento." Dije sentandome en el sillón de enfrente.