Unos minutos después que Camila cierre la puerta de mi departamento, miré a Sofía y ella me empujo para que salga detrás de mi novia. Eso hice, pero el ascensor ya no estaba en mi piso. Rápidamente corrí por las escaleras hasta llegar a la recepción.
Segundos después las puertas de abrieron y allí estaba la cubana.
"Amor, espera por favor."
"Lauren hay gente en tu casa, es de mala educación dejarla sola." Dijo sin mirarme.
"¿Qué pasa? ¿Por qué reaccionaste así? Es solo Huerta." La tomé del brazo para que no se escape de mí.
"¿Qué me pasa? Lauren, me crees estúpida. ¿ No es así? ¿Crees que no sé qué esa tipa te come con la mirada? ¿Crees que no sé qué siempre que no estoy aquí ella siempre está cerca?" Dijo con los ojos llorosos.
"Estás siendo paranoica Camz, Huerta es sólo una amiga. Y está cerca porque ella vive en el piso de arriba amor. No tiene amigos aquí, sólo somos Sam,Steph y yo. Y lo mejor de todo es que a ella ni siquiera le gustan las mujeres." Dije un poco divertida, ya que verla celosa es genial.
"Si me engañas esta es la oportunidad para confesármelo Lauren Michelle."
"Karla Camila, no te estoy engañando. Ni con ella ni con nadie. Sólo estoy aquí para ti. Mi amor" Me acerqué a ella y la abracé.
"Perdón. Soy una estúpida." Dijo entre lágrimas.
"Está todo bien Camz. No pasa nada. Vamos, estamos viendo una película."
Subimos juntas de la mano y hablamos un poco las tres. Camila se disculpó varias veces con Sofía por lo que habia provocado anteriormente. Huerta sólo empezó a reír, repitiéndole muchas veces que estaba todo bien. Luego de unas copas de vino mi compañera de equipo se soltó más con mi novia y le contó sobre el chico que la volvía loca y Camila le dio algunos consejos de como seducirlo... cosa que me dejó sorprendida y luego le dije al oído que moría por verla en su faceta de coqueta.
Al día siguiente, decidí llevar a Camila a cenar fuera. Hacía mucho que no teníamos este tipo de citas, últimamente nuestra relación es así, todo muy monótono, su departamento o el mío, comer algo simple mientras charlamos de algo, irnos a dormir y si el día no estuvo muy pesado nos besamos y luego tenemos sexo.
Ya no siento esa energía, esa sorpresa, esas mariposas en el estómago, cuando la molesto le digo que somos una vieja pareja. Al menos seguimos haciéndonos reír mutuamente.
Es un poco triste, pero aunque todo esto sucede sé que ella es la persona de mi vida, sigo pensando que es la chica más hermosa del mundo y cuan afortunada soy de haberme cruzado con ella, de haberla recuperado.
Nos sentamos en una mesa redonda pequeña, que reservé hace algunas horas atrás. Ella lucía hermosa, con una falda color negro y una camisa blanca. El cabello lo tenía recogido con un fino rodete, con algunos mechones sobre su rostro.
"Estás hermosa hoy, bebé" Le dije tomándola de la mano.
"Tú no te quedas atrás Lo, ese vestido rojo realmente es hermoso" elevó las cejas, insinuándose.
"Aw, me ruborizo."
"Gracias por traerme hoy, es lindo volver a hacer estas cosas"
"No me agradezcas. Es sólo un gesto." Sonreí.
Pedimos pasta, ambas. Un vino tinto que el mozo recomendó, al final de la cena ya no quedaba ni una gota. Nuestras mejillas estaban rosas y se sentían calientes. Nos reíamos demasiado y sus ojos estaban brillando.
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MCDH: Cambios.
Fiksi PenggemarEsta es la continuación de "Mi compañera de habitación".