La fiesta terminó muy tarde, tomamos mucho y reímos mucho. A decir verdad, la pasamos súper bien, Sam se la había pasado bien y eso era lo que importaba.
Hoy teníamos el día libre. Yo era la única que tenía que ir al club porque debía ir a mi cita diaria con Maddie. Esa chica me caía muy bien, eso era bueno ya que pasaremos mucho tiempo juntas.
Eran las 11:30am y yo estaba llegando al club. Me dolía la cabeza por haber estado de fiesta anoche, pero yo sabía lo que hacía y estas son las consecuencias. Entre a la sala donde me hacían mis terapias y deje mi mochila en una de las sillas. Estaba vacío, supuse que Maddie estaba terminando de arreglar todo, así que entre al baño antes de que empezáramos.
"¡Lo siento! Creí que estabas alistando las cosas." Dije al encontrarla en jeans y brassier a mitad del baño.
"Tranquila Lauren." Dijo riéndose. Yo al verla solo me di la vuelta, pero seguía dentro del baño. "Ya puedes voltear."
Me di la vuelta y ella ya tenía puesta su blusa con la que hacíamos las terapias. A decir verdad, nunca me había parado a ver qué bien le quedaba ese uniforme. Además, que el abdomen que tiene no estaba nada... Pero qué demonios hago yo pensando en eso.
"¡Lauren! ¿Estás bien?" Me había quedado pensando en ella que me había quedado muda.
"Sí, estoy bien. Perdón." Dije nuevamente.
"Todo bien. ¿Empezamos con tu terapia?" Preguntó la peliroja.
Empezamos con la terapia, la primera fase de la terapia consistía en que me envolvían la rodilla con una especie de toalla que poco a poco iba subiendo su temperatura, para poder relajar todos los músculos de mi rodilla. Yo estaba acostada en la camilla y Maddie estaba en una silla a mi lado porque había que estar controlando la temperatura de la toalla.
Después de haberla visto en brassier, me sentía un poco incomoda con ella estando a mi lado. Ella pareció notarlo porque sonrió y volteó a verme.
"Deja de pensar en lo que paso. De verdad. Está todo bien." Dijo escribiendo algo en una hoja de papel.
Yo simplemente sonreí un poco avergonzada, ella al notarlo empezó a reir y me apretó suave el hombro para transmitirme tranquilidad.
"Así que... qué tal la fiesta de Sam? He visto las fotos en su Instagram." Preguntó cambiando de tema.
"Oh... ha estado genial. Steph y Huerta estaban ahí. La hermana de Sam pudo venir por unos días y también asistió mi novia. La hemos pasado muy bien." Sonreí y ella asintió con la cabeza.
"Bien, me alegro entonces que así sea." Miró la hoja en la que anteriormente estaba escribiendo mientras mordía un lápiz. "Bueno, te contaré como seguiremos tu terapia: Esta semana sólo estaremos estátitas aquí, con los electrodos y aparatos, sólo para relajar. La segunda fase consiste en empezar a moverte, pequeños ejercicios con un determinado peso, trotes suaves."
Sonreí contenta, estaba cada vez más cerca de estar al 100%.
Una vez que terminamos, me despedí de Maddie y me fui caminando hacia el centro de la ciudad ya que necesitaba comprar un par de cosas que me hacían falta en el refrigerador.
Me metí por un parque, se veía bastante lindo: muchos árboles, una fuente, gente haciendo ejercicio o simplemente sentados disfrutando el clima. A lo lejos veo una cara conocida. Jess, la amiga de Camila estaba ahí, sentada en una ronda con muchos niños. Estaba tocando la guitarra y los niños cantaban. Me detuve unos segundos y sonreí, parecían estar pasando un buen momento.
Ya en el mercado, me tomé mi tiempo. Compré muchos vegetales, frutas y mucha carne , por mi dieta. Pero también pensé en la morena que me volvía loca y compré chocolates, nutella, oreos y helado.
Me tomé un taxi hasta mi apartamento y al entrar me encontré con Camila. Estaba acostada en mi sillón mirando un libro que había sacado de mi pequeña biblioteca.
"Oh, hola Camz." Le dije poniendo las bolsas encima de la mesa y ella se acercó a mi, dandome un cálido beso en los labios.
"Hola amor. ¡Sorpresa!" Sonrió mordiendo la punta de su lengua y yo sonreí con ella.
"No te esperaba, realmente. He estado en el mercado y compre cosas para tí."
"Menos mal, muero de hambre. Quise utilizar las llaves que me dijiste.¿ Te parece cenar juntas esta noche?" Preguntó ayudandome a colocar las cosas que compré en su lugar.
"Claro, me parece genial"
Cuando terminamos de acomodar todo, yo me tenía que duchar y para mi suerte, unos minutos después de entrar a la ducha Camila se unió a mi. Llenamos la tina y nos acostamos ahí por un rato, abrazadas.
"Me gusta tanto tenerte aquí, Lo." Susurró.
"Me gusta estar aquí, contigo."
Salimos de la ducha, nos cambiamos, Camila con una camiseta mía, que le quedaba muy grande. Nos sentamos en el sofá a mirar un poco la tele, pero mi novia me quitó el control y dejó Bob Esponja, yo reí al ver lo contenta que estaba.
Pero obviamente unos minutos después de ver el dibujo animado Camila se colocó en mis piernas y comenzamos a besarnos, mis manos en sus muslos y las suyas en mi cuello. El beso comenzó a subir de tono y Camila de un segundo al otro estaba sólo en bragas encima mío, mis manos en sus caderas, que se movían en un ritmo lento sobre mi. Sus labios en mi cuello.
A decir verdad estaba muy a gusto con lo que estaba pasando, pero la morena decidió jugar conmigo y se paró, tomando la camiseta y colocandosela de nuevo. Yo abrí mis ojos, un poco confundida por su reacción y ella comezó a reír.
"¿Acaso estás excitada, Jauregui?"
"Dime que es una broma, persona del mal"
Ella arrugó la nariz negando, y se dirigió hacia la repisa, donde se encontraban las oreos que había comprado hace un par de horas.
"Entonces, cuentame. ¿Qué tal tu día?" Preguntó, como si nada hubiese pasado.
"Bueno, en este momento me cuesta formular palabras. Pero ha estado bien, la terapia va excelente. Maddie es muy buena en lo que hace. La semana que viene comenzaré a tomar ritmo y moverme un poco"
"¡Genial! Esa es una buena noticia. No puedo esperar para mostrarle a todo el mundo que mi novia es muy famosa y juega en un equipo profesional"
Ella estaba parada, apoyando mitad de su torso en la pequeña mesa isla que había en la mitad de la cocina, yo la abracé por detrás y colocó una oreo en mi boca.
"¿Sabes? Hoy vi a tu amiga Jess en un parque con muchos niños. ¿Es maesrta o algo así?" Pregunté curiosa mientras sacaba agua de la heladera.
"Oh, sí. Jess está en un pequeño grupo de músicos que ayuda a los niños con diferentes enfermedades. Hacen actividades al aire libre, cantan canciones escritas por Jess y los niños. Es algo bastante genial." Dijo mirandome mientras colocaba otra oreo en su boca.
"Wow, es bastante genial en realidad. Parecían divertirse mucho." Dije sin más y ella asintió restándole importancia.
"No sé como fue hoy a ese lugar luego de lo que sucedió anoche. Tenía un corte en el antebrazo y le dolía mucho"
"Cuando a uno le gusta mucho algo, no importa lo que suceda siempre volverá. Así son las pasiones amor."
"Entiendo, es lo que me sucede contigo. No importa las cosas que sucedan, yo siempre volveré a ti." Se acercó y me besó.
"Así es. Siempre volveremos. Te amo."