Capítulo XL

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Narra Alana:

Mi padre y su orgullo no dieron tregua por unos meses, pero al ver que Jeremías no iba a casa termino yendo a visitarlo al apartamento donde yo vivía cuando estaba en la universidad. Fue muy gracioso verlo tratando de pedirle disculpas; mi padre es un hombre que no le gusta equivocarse para no tener que hacerlo, es perfeccionista y ambicioso, Le gusta hacer negocios y ganar dinero pero así como le gusta ganarlo también lo gasta en buenas causas, creo que eso me hacia amarlo aun mas. No pude evitar reír cuando lo escuche decir:

—Bueno... —Aclaraba su garganta y miraba hacia donde estábamos mi madre y yo —Creo... tu sabes, hijo. Vengo a ver como estas y... y ver que estén bien. —Mamá le daba miradas duras y así fue como se digno hablar —Quiero pedirte disculpas. —Todos embozamos una sonrisa cuando dijo esto tan rápido que casi no logramos escucharlo, pero lo dije; y a jeremías le bastó con eso.

Después de eso en mi familia todo ha estado tranquilo y hemos tenido éxito en el proyecto que hemos llevado a cabo. El tiempo ha pasado tan rápido que apenas hemos podido captarlo. Han pasado dos años desde la muerte de mi abuela y Daniel... dos años en el que cada navidad la recordamos todos juntos, ya que sus padres han venido a celebrarlas con nosotros. Es imposible para mi no derramar un par de lágrimas cuando la recuerdo. Todo seria perfecto si ella estuviese aquí, pero a veces, debemos aceptar las pruebas que dios nos pone en el camino, por muy dura que sean.

Hemos inaugurado las primeras instalaciones de la fundación en la ciudad, con la ayuda de mis padres hicimos varias subastas y recogimos el dinero suficiente para que Daniela Foundation fuese una realidad en una de las ciudades con mas niños en situación de calle del país.

Mi relación con Ian es... perfecta, y no se si es la palabra correcta para describirla. Me apoya en todos mis asuntos y no dejamos que el trabajo este primero que nuestra relación, con esto de la fundación he estado tan ocupada, pero el siempre esta allí para escuchar mis ideas y darme algún consejo.

Jeremías ya es un chico maduro e inteligente. ¡Tiene veinte años! El tiempo ha pasado tan rápido que parece que hubiese sido hace poco cuando íbamos por un buen helado. Esta enfocado en sus estudios y hasta ahora, no nos ha presentado a una chica, aunque el portero del edificio me ha dicho que ha llegado con una en particular muchas veces. Se que parezco entrometida, pero el es tan reservado con sus cosas que apenas y me cuenta algunas.

Lucas, bueno, de el me preocupa la forma tan agresiva en la que se enfoca en el trabajo. Asiste a las reuniones familiares porque debo arrastrarlo hasta la casa de mis padres, ya que decidió mudarse solo a un pent-house en la ciudad. Papá y mamá ahora viven solos en la casa que poseen en el pueblo, pero de vez en cuando van a la ciudad, a una propiedad que poseen aquí. Trato de tener tiempo para todo, para todos, es algo que a veces se me hace difícil y una de las cosas por la que Ian se enoja conmigo, mi esposo dice que no debo preocuparme por ellos ya que son personas adultas.

Ahora mismo voy a la empresa de mi padre que esta a cargo de Lucas. Necesito hablar con el varios asuntos, y también quiero invitarlo a almorzar.

Cuando entro al edificio me dirijo al ascensor para que me lleve al último piso de este, saludando a algunos empleados. Acomodo mi cartera cuando entro y reviso que el maletín en mis manos este bien cerrado, Lucas se fija en todo y me hace un poco de bullying cuando ve que tengo algo mal con mis cosas, ya que dice que soy un poco despistada.

Algo que no es cierto...

Al llegar al ultimo piso me encuentro con la secretaria, una chica muy linda y de piernas largas. No recuerdo su nombre ahora mismo y eso me causa algo de vergüenza.

Destino 《EDITANDO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora