Estamos alistando todo, era momento que visitar a mis padre y a Jeremías en el pueblo. Por supuesto me llevaría a mi amiga conmigo, no la dejaría sola en este momento. No le he preguntado nada a daniela sobre lucas, no se le veía calmada, estaba preocupada y algo la molestaba, pero ahora la veo serena y calmada.
—¿Todo esta bien con lucas, daniela? —No quiero meterme entre lo que pasa entre ellos, pero tampoco quiero que ella sufra una decepción de nuevo. Daniela desvía la vista y tarda unos segundos en responder.
—No lo se, Ali. Tu hermano es muy complicado. —Pongo los ojos en blanco y casi suelto una carcajada al escucharla.
—¡Dímelo a mi que tengo dieciocho años viviendo con el! —Mi amiga embosa una sonrisa.
La conversación termina cuando escuchamos que golpean la puerta y tocan el timbre con fuerza, como si de eso dependiera la vida de la persona que lo hace.
—¿Que mierda? —Suelta mi amiga.
Camino lo mas rápido que puedo, los únicos que podrían llegar tocando así son mi hermano Lucas y mi padre. Abro sin pensarlo dos veces y siento la rabia recorrerme cuando veo a jordán parado frente a mi.
—¿Que quieres? —Escupo con rabia y el frunce el ceño. Desvía la vista de mi hacia el interior de mi apartamento.
—A daniela, eso quiero.
—Ella no quiere ni siquiera verte.
—Necesito que me lo diga ella misma. —Dice tratando de entrar pero me interpongo en su camino.
—No eres bienvenido.
—¿Donde quedo la chica tímida que eras? —Pregunto con ironía.
—¿Acaso no entiendes el desprecio? — Escuche decir a daniela detrás de mi.
—Necesito hablar contigo —Dice jordán.
—¡Yo no quiero hablar contigo!
Al escuchar a daniela gritarle de esa forma supe de inmediato que ella no lo necesitaba, lo único que necesitaba era que el se marchara de una buena vez. Entonces decidí llamar a la seguridad del edificio.
—Si, buenas días. —Escuche al vigilante decir.
—¡Dejaron pasar a una visita a mi apartamento sin comunicármelo, esta molestando y necesito que lo saquen ahora! Soy Alana Ferreyra, Apartamento 102.
—Permitame un momento señorita, Alana.
Podía escuchar a daniela discutiendo con jordán y eso me tenia al borde. Necesitaba que lo sacaran, por un momento me sentí como mi padre y mi hermano lucas de exigentes.
—A su apartamento no se ha registrado ninguna visita señorita alana, pero de inmediato enviaremos a dos personas de seguridad.
Colgué, definitivamente me sentía como mi padre.
Me fui de inmediato al lado de mi amiga, y cuando llegaba pude escuchar algo de la boca de jordán que me dejo paralizada en mi lugar:
—Hablas de mi y eres igual o peor que yo, no esperaste ni siquiera unos minutos para irte con el jodido hermano de alana. ¿Desde cuando están saliendo?
¿Lucas y daniela saliendo?
—Ya vienen los de seguridad. —Digo, y le doy una mirada de odio a jordán.
Jordán sigue discutiendo con mi daniela, los escucho y estoy atenta a cada gesto o paso que hace, pero no me puedo sacar de la cabeza lo que este dijo antes sobre mi hermano y ella, de todos modos eso no le daba el derecho de hacerle lo que le hizo, el fallo primero ¿No?
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Destino 《EDITANDO》
Romansa-Tendremos el destino que nos hayamos merecido. » Albert Einstein. -Existe el destino, la fatalidad y el azar. » Séneca. ¡PROHIBIDA SU COPIA O PLAGIO, ADVERTIDOS! Obra registrada en Safe Creative bajo el Código: 1506234437210