Capitulo 14: La mujer borrosa.

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<Me levante de la cama, fui al baño, me cepillo los dientes, tomo agua y escupo, pero no era agua, era sangre, me mire al espejo, me sangraba toda la boca, ahogo un grito, abren la puerta del baño, era mi padre, pero no estaba solo, llevaba consig...

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<Me levante de la cama, fui al baño, me cepillo los dientes, tomo agua y escupo, pero no era agua, era sangre, me mire al espejo, me sangraba toda la boca, ahogo un grito, abren la puerta del baño, era mi padre, pero no estaba solo, llevaba consigo una pistola en la mano, apuntándome, con el ceño fruncido, y se escucha que sale disparando una bala, me atraviesa por completo, todos los recuerdos de mi infancia se me vienen a la cabeza, todos, absolutamente todos, aparece en ellos mi padre, siempre gritándome, pegándome, en eso una sombra aparece, era una mujer, - Mel ya estoy aquí, no te pasara nada, solo quédate conmigo.- Dice una mujer que no conozco, pero tiene una voz angelical, yo tirada en el suelo del baño y ella abrazándome, pero no logro ver su cara, esta borrosa, no distingo quien es.>

Me desperté alarmada, todo eso era una pesadilla, trato de pensar quien era esa mujer de la cara borrosa, pero aunque más lo intentaba más se me olvidaba.
Me dirijo al baño, me veo al espejo y sí, me salía sangre del labio inferior, ya no me duele tanto la mandíbula, me quito la ropa, me doy una ducha y veo que tengo cinco moretones, dos en los brazos y tres en las piernas. Cuando salgo de la ducha me cambio, me pongo un pantalón jean color negro, con una musculosa blanca y un pulóver sin cuello gris, también me pongo mis botas con un poco de taco color negro, me fijo en la hora y son las 6:26, así que hoy decido alisarme el pelo, ahora parece que lo tuviera más largo, ¿Cómo voy a hacer para que no se me note que mi labio inferior no está inflamado? Creo que ya se, cuando intento ponerme lápiz labial rojo para que no se note tanto, me doy cuenta de que me duele tanto que ni siquiera me lo puedo tocar, ahora sí que no sé qué hacer, y si no me pongo nada se nota que alguien me pego, y no quiero dar explicaciones, pero me duele mucho así que voy a tener que decirles que no sé, me metí en una pelea callejera, ya sé que no me van a creer, pero no sé qué otra cosa decir. Me delineo por arriba de los ojos y me arqueo las pestañas. 

Al bajar las escaleras, me encuentro con que no hay nadie en la casa, así que decido prepararme un café. Ya desayunada agarro mi mochila, las llaves y me voy hacia la puerta principal, cuando salgo a la calle, me encuentro con Dami que está apoyado en la puerta del acompañante de su auto, con los brazos cruzados y una sonrisa resplandeciente aparece en su rostro al verme, pero esta desaparece cuando su mirada baja a mi labio que hasta recién estaba sangrando. Me pongo muy incómoda. Él se acerca muy preocupado, ahora está a centímetros de mí, cara a cara, siento su respiración agitada que golpea contra mi piel, siento su aliento, a frescura, a menta.

- Mel... ¿Qué te paso? ¿Quién te hizo daño? – Dice mirándome fijamente.

- Emm.. Nada y nadie.- Digo, tendría que decirle la verdad, pero no sé cómo puede reaccionar.

- Mel decime la verdad, si no me la decís vos la voy a averiguar tarde o temprano.- Dice muy serio.

- Basta Damián, no quiero hablar de eso.- Digo con el ceño fruncido.

- Bueno está bien, pero quiero que sepas que cualquier problema que tengas te cruzas y listo, ¿okey? Además ahora que tu papa está trabajando conmigo te cruzas y lo tenés a él.- ¿Qué fue lo que dijo? ¿Qué mi papa trabaja con él?

- ¿Mi papa está trabajando con vos?- Pregunto, creía que trabajaba en la fábrica de vidrios.

- Sí, porque como hace poco falleció mi padre, que él estaba a cargo del negocio de autos, me dejo a cargo a mi, y como yo solo no puedo con todo el papelerío y todas esas cosas, puse un anuncio y a los días Juan tu papa se presentó y obvio le dije que sí.- Dice.

- Lamento lo de tu papa.- Digo bajando la mirada.

- Sí, yo igual, vamos porque vas a volver a llegar tarde.- Dice y me abre la puerta de su BMW.

Al entrar recuerdo que él me debe una explicación de porqué entro al colegio a mentirle a la directora.

- Creo que vos me debes una explicación ¿Me equivoco? – Pregunto enarcando una ceja y mirándolo con una sonrisa, el semáforo cambia a rojo, sonriendo se me acerca tanto que empiezo a temblar, otra vez lo tengo a centímetros de la cara, lo besaría...

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora