Capítulo 62: ¿Le dijiste que estoy acá?

1.2K 79 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Mi niña, tanto tiempo esperando verte.- Dice y me suelta, me seca las lágrimas y se da vuelta, la persona con el ramo gigante de rosas se acerca hacia mí, y comienzo a sentir algo que nunca antes había sentido, me siento feliz, me entrega las rosas y por fin logro ver su cara, es igual a mi padre de joven, o como se ven en las fotos de antes, son muy parecidos, además es más alto que yo, me saca una cabeza, me entrega el ramo y no sé si abrazarlo o qué, pero él toma la iniciativa y me da un abrazo, al tocarlo sentí como si lo conociera de toda la vida, como si nunca nos hubieran separado, ambos lloramos, y no puedo ni decirle hola, o que todo el vacío que sentía por dentro era su ausencia y que algo me decía que lo necesitaba, que estaba buscando algo en las personas y que no sabía que era y que la verdad es que lo que estaba buscando era mi hermano mellizo, que aunque no lo conozca de nada ya lo quiero más que a mi vida. Nos soltamos y veo a Joan, que estaba llorando, le doy un abrazo mientras nos secamos las lágrimas y no puedo parar de mirar a mi hermano, amo decir mi hermano, suena como si lo hubiese tenido toda la vida, como si lo conociera desde que nació.

- Hacía mucho te quería hablar, es más quería ver cómo eras en Instagram, pero tenías la cuenta en privado, y si te mandaba la solicitud te darías cuenta.

- Me hubiera gustado enterarme de otra forma que tenía un hermano.

- A mi igual, siento mucho lo de tu padre.- Dice pero luego se retracta.- Nuestro padre.

- Yo también lo siento, debo decirte que sos muy parecido a él.- Digo y el mira al suelo.

- Tendremos que empezar a hablar desde ahora para poder contarnos los 18 años que vivimos separados.- Dice y fulmina con la mirada a Guadalupe, pero ella solo me mira a mí.

- Podemos ir a casa y les muestro su habitación.- Dice ella sin dejar de mirarme y de sonreírme a mí y a Joan.

- Claro.- Respondo.

- No puedo creer que ya estés acá.- Dice Mathi y me vuelve a abrazar.- Te voy a mostrar todo de España, aunque no conozca tanto, siempre trato de viajar a Argentina, porque no quiero que se me pegue la tonada de acá, aunque me encanta, pero es lo que me diferencia, y a las Españolas les atrae el acento argentino.- Dice guiñando el ojo.- ¿Tenes novio?

- Sí.- Responde Joan

- No.- Replico y la miro.

- ¿Sí o no?- Pregunta Mathi.

- No.- Respondo nuevamente, mi celular comienza a sonar, miro y es una llamada de Romi, la contesto.

- ¿Hola?

- Hola Mel, ¿Ya llegaste? Estaba preocupada porque no me habías contestado.

- Sí Romi, ya llegue.

- ¿Cómo te recibieron?

- Muy bien, ahora estoy con Mathi, Joan y Guadalupe, ¿Vos cómo estás?

- Bien, Dami me llamo preguntando por vos, creí que le habías dicho que te ibas a España.

- ¿Le dijiste que estoy acá?- Pregunto sorprendida y hasta un poco furiosa.

- Sí, lo lamento, es que creí que él ya lo sabía.

- ¿Y qué te dijo?

- No lo podía creer, se puso como loco y se fue, te había venido a buscar a casa y después arrancó el auto y se fue manejando muy rápido, por eso te había llamado.

- Bueno, no te preocupes ya cuando me instale le voy a llamar.

- Trata de que no sea muy tarde, sé lo que un hombre es capaz de hacer.- Nos despedimos y colgué, el resto del viaje hasta llegar a la casa de Guadalupe se la pasaron hablando con Joan, porque yo me la pase pensando en Damián.

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora