Capítulo 50: ¿Cómo me pude haber olvidado?

1.4K 83 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaron rápidos, la recuperación de Joan fue un poco lenta, al principio le costaba mucho caminar después de haber pasado 5 días en cama y solo pararse para ir al baño, cada día tenía un humor diferente, había días que no comía, otros que se reía de todo y estaba contenta y otros en los que lloraba, pero no quería hablar del tema, solo hablaba de cualquier cosa que se le pasara por la cabeza en ese momento. El padre de Joan volvió el mismo día en el que le dieron el alta, ella no le hablo, estaba enojada porque no había podido ir a verla ni un día, solo la llamaba por celular, el mismo día en el que a Joan le dieron el alta fue la noche en la que volví a dormir en una cama luego de 6 días, mi espalda estaba a la miseria, Dami me decía que vaya a dormir a mi casa y que él se quedaría, pero yo no quería, solo iba a mi casa a bañarme, cambiarme, ir al trabajo, volvía a mi casa y me cambiaba para ir al hospital nuevamente, de los tres chicos y la tal Sara no se supo nada, Joan tampoco quiso hacer nada al respecto, le dijo a los policías que no quería hacer una búsqueda sobre ellos, todos nos enojamos con ella, pero después entendimos que no quería pasar por todas las entrevistas estúpidas, por todos los noticieros que algunos hasta inventaban cosas para tener más rating, etc. Su padre aún está enojado en ese sentido, pero le preocupa más la salud de su hija, como a todos nosotros.

Era domingo y yo no trabajaba, así que me puse a limpiar toda mi habitación, comencé por tender la cama, acomode mis peluches que tanto amo, luego acomode toda la biblioteca, baje a buscar la escoba y la pala, al barrer debajo de la cama saque un bolso y lo puse arriba de mi cama, no recordaba porque estaba ahí abajo, así que saque todas las cosas que tenía, no era nada importante, un poco de ropa, plata, pañuelos descartables, chicles y mi tarjeta de colectivo, cuando pongo el bolso en el escritorio, este hace un ruido como si aún hubieran cosas, entonces me fijo en los demás cierres y en el primero nada, el segundo tenía unos aritos, abro el cierre ahí estaban las llaves que mi padre me había dado, mis manos comenzaron a temblar, me fije en donde estaba Romi, y puse la excusa de ir por un vaso de agua para averiguarlo, al bajas las escaleras la veo que está en el sillón dormida con el televisor encendido, entonces subo sin ningún vaso de agua y corro sin hacer ruido a mi habitación, busco las llaves y me dirijo a la habitación de Romi, hacia tanto que no entraba a esta habitación, no era porque no tenía tiempo, era porque no quería, no me sentía preparada, visualizo la madera sobresalida del suelo y ahí estaba, me agacho y la saco, otra vez enfrente del cofre, no podía creer como me había olvidado de esto, me había olvidado de que tenía las llaves del cofre, no me siento lista, no sé si abrirlo o no, sé que algún día tendré que saber de qué se trata, pero no creo que este sea el momento.
Agarro el cofre, pongo la madera en su lugar y me voy a mi habitación, saco las cosas que hay sobre mi cama y cierro la puerta con traba, me quedo mirando el cofre unos minutos, llamo a Joan, un tono, dos tonos y cuelgo, ¿Por qué la llamo? A esto lo tengo que superar yo sola, no puedo ocultarlo toda la vida. Agarro las llaves las miro y las dejo en su lugar, llamo a Dami, un tono y al segundo contesta.

- ¿Hola?

- Hola

- ¿Pasa algo?- Pregunta preocupado

- No, eso creo.

- ¿Quieres que vaya?

- No sé.- Susurro y corto.

La intriga de saber que hay en el cofre me mata, pero ¿si hay algo malo que no quiero saber? ¿Si me entero de algo de mí o de alguien? La quiero abrir pero a la vez no pero al final logro decidirme.

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora