Capítulo 47: Necesita descansar.

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Nada, nadie sabía nada, no podía creer que por arte de magia nadie sepa nada, estoy enojadísima, en una de las ultimas habitaciones casi golpeo a la chica porque me decía que no sabía nada y que si le volvía a tocar la puerta me iba a agarrar y además antes de cerrar la puerta me dijo que el chico que estaba con migo si tenía invitación para entrar, pero yo no, quería matarla, si no fuera porque Dami me saco de ahí ya mis manos estarían envueltas en su cabello, cada vez que me acuerdo de ella me dan ganas de vomitar.
El celular de Dami empezó a sonar, yo se lo di y el me devolvió el mío.

- ¿Hola?- Dice mirando al suelo pero inmediatamente me mira y me agarra de la mano.- Agarra tus cosas que nos vamos.- Me ordena, yo agarro las cosas sin entender nada y lo miro, el corta la llamada y me mira.- Creen haberla encontrado, pero no saben si es ella porque la han dormido y le han sacado toda la ropa, el resto lo debes suponer.- Dice y me abraza, yo estoy en shock, no puedo moverme.

- ¿La mataron?- Logro decir.

- No, no mi amor, respira pero la han dormido y golpeado, pero se va a recuperar, igual no se sabe si es ella, por eso tenemos que ir, vamos.- Dice y me lleva de la mano, yo dejo las llaves en el mostrador y luego salimos de ese lugar. Nos subimos al auto y el me coloca el cinturón porque ve que aún no he podido ni parpadear, tengo un nudo en la garganta, espero que sea ella, y que se pueda recuperar pronto.

Llegamos al hospital y estaba lleno de policías, Dami me dijo que me quedara en el auto y que el iría a ver si era ella, pero le dije que no, obviamente que no, yo la quería ver, le quería dar ese abrazo que tanto anhelo, en todo el camino he venido rezando, rogando para que sea Joan. Al principio no nos dejaban pasar, pero Dami hablo con unos policías que estaban ahí y rápidamente nos dejaron entrar, la sala estaba llena de médicos y no se podía ver si era o no, lo único que se lograba ver era un brazo lleno de moretones, mis lágrimas no paraban de salir. Un médico me dijo que cuando terminaran de hacerle la revisión que me iban a dejar pasar, y que esperáramos en la sala de espera, pero el tiempo no se pasaba, ya me había tomado 3 vasitos de café, no podía más, Dami había ido a reclamar 2 veces pero nada, no nos dejaban entrar, no podía parar de pensar en ese brazo con moretones. La sala de espera estaba completamente vacía y eso me ponía más tensa, el saber que había más de 3 autos de policías afuera y médicos que entraban y salían de la habitación en donde se encontraba una chica que podía o no se Joan, pero en ninguna de las dos opciones estaría tranquila, porque si la chica que estaba en el hospital es ella, iba a estar llena de moretones no solo en un brazo si no en todo el cuerpo, la iban a haber dormido y quitado toda la ropa para abusar de ella, y vaya a saber quién era el chico que le hizo esto a mi amiga, pero si no es, estamos acá perdiendo el tiempo mientras Joan estaría en otro lugar sola sin saber dónde está y me sentiría culpable de las dos formas porque si me hubiera disculpado a tiempo, Joan no hubiera salido a beber con un desconocido que le dice que pida lo que quiera y cuanto quiera.

- Puede pasar señorita.- Dice un médico y me saca de mis pensamientos, yo empiezo a temblar, me es imposible pararme, pero Dami me ayuda, me agarra de la cintura y me da un beso en la frente. Vamos hacia la habitación me quedo unos minutos delante de la puerta, largo un suspiro y abro la puerta despacio pero la cierro y me doy vuelta para decirle algo a Dami.

- Necesito entrar sola por favor.- Digo y solo asiente comprendiéndome. Abro nuevamente la puerta y me topo con una enfermera que justo estaba saliendo de la habitación.

- Las dejo solas.- Dice y se va.

Sí, es ella, la podría reconocer en cualquier lado, ella es única, no sé qué haría si no la tuviera, me voy a asegurar de que la persona que haya hecho esto vaya a la cárcel y no vuelva a ver la luz del día, antes de tocarla salgo de la habitación y le doy un abrazo a Dami.

- Es ella.- Le susurro al oído y el me alza abrazándome.- Gracias no sé qué haría sin vos.

- Yo tampoco, ahora anda, estate con ella que te necesita, yo le voy a informar a los policías.- Dice y me baja para que vuelva a la habitación. Entro y le agarro la mano a Joan, ella abre lentamente los ojos e intenta hablar.

- No hables, descansa yo no me voy a mover de tu lado, te lo prometo.- Le digo y las lágrimas recorren mis mejillas, me doy vuelta para para buscar los pañuelitos de mi mochila y me los seco, no quiero que me vea llorar. Me giro y veo a Joan intentando sacarse el respirador y todas las agujas de los brazos.

- No Joan, no te los saques, estas cosas te ayudan a que respires bien y a que te mejores más rápido, no te los saquen porque voy a llamar a los enfermeros y te van a tener que atar a la cama.- Le digo para asustarla, lo cual funciona porque me deja que le vuelva a colocar el respirador, me da mucha pena verla así, sus dos brazos están llenos de moretones, le ha pegado hasta en la boca. Luego de un rato viene una doctora.

- Lo siento, pero se tiene que retirar, la paciente necesita descansar, solo está autorizado a pasar la familia, ¿Usted es familiar?- Dice y yo niego con la cabeza pero Joan asienta, la doctora me mira.- Salga.

- Pero yo si estoy autorizada, porque sus padres están en Europa y no van a venir hasta pasado mañana.

- Lo lamento, pero tendrá que esperar afuera en la sala de espera.- Termina de decir y yo agarro mis cosas y salgo, pero después vuelvo a entrar y le doy un beso en la frente a Joan.

- No te preocupes, vos descansa que yo me voy a quedar acá y no me voy a ir ni por un segundo. Te quiero.- Le digo y vuelvo a salir. 

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora