Mi vecino y yo.

Capítulo 48: ¿Sara?

Me desperté sobresaltada, me había dormido en el hombro de Dami, pero no recuerdo cuando me quede dormida, me levanto y me maldigo por haberlo despertado, supongo que ya debe estar un poco harto de mi porque vivimos con complicaciones, me agacho para darle un beso en sus labios perfectos, él me sonríe y me jala de los brazos para que le de otro beso, lo cual funciona, pero me aparto de él y me dirijo a los baños, me miro al espejo y me lavo la cara, me peino un poco con las manos, me saco toco el maquillaje corrido que tengo y vuelvo a la sala de espera, cuando estoy llegando paro a un doctor que justo salía de la habitación de Joan.

- ¿Cómo está?

- Se va a recuperar

- Puedo pasar un rato.

- Yo te avisare cuando puedas pasar, ahora está descansando, ha tenido una noche muy mala.

- ¿Por qué?

- Se quería sacar el suero y el respirador, decía que le molestaba y llamaba a una tal Sara.

- ¿Y porque no me llamaron?

- Porque estabas durmiendo y aunque no lo hubieses estado, no era el horario de visitas. Lo siento me tengo que ir, yo te avisare cuando puedes entrar.

Apenas se va el doctor me pongo a pensar quien es Sara, pero que yo recuerde no conoce a ninguna. Veo a Dami venir con vasitos de café y sonrió.

- ¿Por qué no te vas a tu casa a descansar? Ya hiciste mucho por nosotras y no voy a saber cómo recompensarte todo lo que haces por mí.

- No me hace falta nada, solo te quiero a vos.- Dice y me da un beso en los labios mientras me da el café. – Ah, me llamo la madre de Joan, dice que ya está viniendo en un avión, pero que su padre no podrá venir por el trabajo.

- Bueno, la esperaré. Hable con el doctor, me dijo que Joan no había pasado una buena noche por que dice que se quería sacar el respirador y el suero y que llamaba a una tal Sara, pero que no creo que conozca a alguna.

- Seguro tenía fiebre y estaba delirando o puede que se haya confundido de nombre, no creo que conozca a alguna Sara y que no te lo haya contado.

- No sé, Joan es muy misteriosa, nunca sabes con que saldrá, es una caja de sorpresas.- Digo y bebo un sorbo, nos sentamos y me empieza a sonar el celular, es Romi, me había olvidado de avisarle todo lo que paso, atiendo rápido el celular.

- ¿Dónde estás Mel? ¿Estás en casa de Joan?

- ¿Podes venir a la clínica por favor?- Digo sin responder ninguna de sus preguntas.

- ¿Paso algo? No me asustes

- Ven y te cuento, no te lo puedo decir todo por celular es muy largo.

- Bueno pásame la dirección por mensaje.- Dice y cuelga, yo le paso el celular a Dami para que le pase la dirección mientras yo veo que están entrando demasiados médicos a la habitación de Joan, y no me gusta nada. Me paro y freno a un doctor que estaba por ingresar a su habitación.

- ¿Paso algo que todos están entrando?

- Le estamos haciendo una revisión para ver cuantos días se quedará.

- Ah, pero no es le pasa nada malo ¿No?

- No, quédese tranquila, es solo una rutina de todas las mañanas, cuando salgamos podrá entrar a saludarla.- Dice y entra a la habitación. Luego de unos minutos salen de la habitación y me dicen que ya puedo pasar, pero yo lo llamo a Dami.

- ¿Quieres pasar?- Le pregunto, sé que el ayer quería ver como estaba y yo le dije que quería entrar sola, así que hoy le toca a él.

- Pasemos los dos juntos.- Dice, me agarra de la mano y abre la puerta, Joan esta igual, cubierta de moretones, pero esta vez ya no tiene más el respirador, esa es una buena señal.

- Hola.- Dice Joan y Dami a la vez, ella sonríe y se mueve para sentarse un poco.

- ¿Te duele la espalda?- Le pregunta Dami porque ve que se quiere acomodar y no puede.

- Si, un poco, esta cama es horrible.

- Se ve que ya estas mejor.- Digo y ella se ríe pero luego se queja por haber hecho fuerza.

- Tengo sed.- Dice y yo le doy agua.

- Joan, me conto un médico que anoche no pudiste dormir bien, y que llamabas a una tal Sara, ¿Quién es?

- ¿Sara?