Capitulo 26: La cita.

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Después de un rato largo me suena el celular, es un mensaje de Dami:

- Hola Mel, iré a buscarte a las 21:30hs, ya quiero verte.-

Sonrió al leer el mensaje, miro la hora y ya son las 19:53, así que decido irme a dar una ducha, aun no le he contado a Joan que Damián me propuso ir a una cita, y además no sé qué ponerme... Salgo de la ducha y me seco el pelo, veo a Joan sentada en la cama con la computadora en su regazo, ahora es el momento perfecto para contarle lo de la cita...

- No te la puedo creer...- Dice con su cara de shock al terminar de escucharme.

- Yo tampoco, pero voy a necesitar de tu ayuda con la vestimenta, porque de verdad nunca tuve una cita, y no quiero ir ni provocativa ni discreta, ¿me entiendes?

- Claro, puedes ir con una pollera tubo y un crop top.

- No me entendiste, no quiero ir provocativa...

- Está bien, que tal ¿esto?- Dice sacando de la percha una pollera roja acampanada corta y luego saca un top blanco, los une y me encanta la combinación que forman los dos juntos, pero me doy cuenta que el top es muy escotado así que decido agregarle una chaqueta beige y unas botas cortas también beige.

- Wau..- Es lo único que dice Joan cuando me ve salir del closet con la ropa puesta, yo sonrió y me sonrojo, me miro al espejo y si wau, es la segunda vez que me visto más del estilo de Joan y me está agradando, pero no me seguiría vistiendo así, solo para ocasiones especiales como lo es esta...

- Todo eso quedarían genial con tus ondas naturales así que no te planches el pelo, yo te pinto ok?- La verdad no estoy muy segura de querer que me pinte o no, pero esta vez dejare que me pinte como quiera, si es que me gusta, así que solo asiento y me siento en su cama esperando a que encuentre sus pinturas.

Me coloca base, me delinea los ojos con delineador liquido negro me arquea las pestañas y luego me pasa el rímel y por ultimo me pinta la boca color roja, cuando me veo al espejo inmediatamente agarro un papel y paso suavemente mis labios en el para que no sea un rojo tan intenso, ahora si cuando me vuelvo a ver en el espejo ya estoy mucho mejor, el rojo se ha convertido en un casi rojo tirando a rosa. Miro la hora y ya son las 21:17, empiezo a ponerme nerviosa, agarro mi cartera y bajo las escaleras con Joan detrás mío que no para de decirme que ha hecho maravillas y que debe ser estilista, vuelvo a mirar la hora y así lo hago tres veces más, me empiezo a morder las uñas hasta lastimarme, siempre lo hago cuando estoy muy nerviosa, como lo estoy ahora.
Estoy tan en mi mundo que no me había dado cuenta de que sonó el timbre, así que Joan tuvo que abrir la puerta, no me puedo ni mover, estoy tan nerviosa, ¿Y si no hay tema de conversación? ¿Y si al final no le gusto? ¿Y si pido la comida equivocada? De repente todas esas preguntas salen de mi cabeza por arte de magia cuando lo veo atravesar la puerta principal, lleva puesta una camisa blanca con un pantalón negro ajustados y un saco de vestir, me encanta la combinación que hace y más me gusta cómo le quedan esos pantalones ajustados que se le marcan los músculos de las piernas cuando camina, él se queda quieto mirándome de arriba hacia abajo, luego da pequeños pasos hacia mí, cuando está a centímetros de mi dice

- Estas guapísima Mel-

- Gracias...- En verdad no sé qué decir.

- ¿Vamos?-

- Claro.

Ya en el auto Thinking Out Loud de Ed Sheeran suena y nosotros la acompañamos cantando a la par, para el semáforo el rojo y me mira, me agarra de una mejilla y me da un beso, luego se va separando pero yo lo detengo agarrándole del hombro, luego de un tiempo se escuchan bocinas y nos despegamos y nos reímos todo el camino.

- Llegamos señorita.- Dice y yo me rio por la forma en que lo dijo, miro hacia mi costado y veo un hermoso restaurante lleno de flores, y muy iluminado, se llama Filomena, he oído hablar de este restaurante, es muy caro por eso nunca he venido.

- ¿Te gusta el lugar?-

- Sí, pero es muy caro, ¿porque no vamos a uno más económico?

- Yo te invite acá y yo te voy a pagar, además ya he reservado nuestra mesa, no me puedes decir que no, vamos.- Dice, me agarra de las manos y me lleva hacia la mesa.

Al sentarme en la silla un camarero se acerca hacia la mesa esperando a que demos el pedido.

- ¿Qué quieres comer?- Cuando voy a responderle de repente suena mi celular, lo saco de la cartera y miro la pantalla, es Romi, puede esperar, así que rechazo la llamada, levanto la vista para seguir pero vuelve a sonar, debe de ser importante así que me levanto de la mesa y digo

- Perdón Dami, pídeme lo mismo que tu.- Digo y me dirijo hacia el patio y atiendo.

- ¿Qué pasa?- Digo de mala forma.

- Mel...- Está llorando

- Romi ¿paso algo?...

- Tú papa...

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora