Capítulo 58: ¿Podemos hablar?

1.3K 83 0
                                    

Busque mi celular lo más rápido posible, las manos me temblaban y tenía un nudo en la garganta, Romi se había ido a tomar aire, hubiera esperado a que volviera, pero la quiero llamar yo sola

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Busque mi celular lo más rápido posible, las manos me temblaban y tenía un nudo en la garganta, Romi se había ido a tomar aire, hubiera esperado a que volviera, pero la quiero llamar yo sola. Marque su número, y tarde en apretar el botón de llamar, pero finalmente lo hice. Al tercer tono contestan

- ¿Hola?- Pregunta y no me salen las palabras.- ¿Juan sos vos?- Pregunta nuevamente.- Voy a colgar.

- Guadalupe.

- ¿Quién habla?- Dice y yo cuelgo, no sé cómo responder, Acaso ¿Quiere que le diga: Hola soy Melody tu hija esa que abandonaste? Mientras pienso en que decir el celular comienza a sonar, es su número

- Hola.- Contesto

- ¿Melody? ¿Sos vos no? Por favor decime que sos vos hija.- Noto cómo llora

- Si.- Es lo único que logro responder.

- No lo puedo creer, ¿Tu padre te dijo que me llamaras?

- No, el falleció.

- ¿Qué?

- Hace unos tres meses

- Lo siento tanto, ¿Cómo te enteraste?

- Vi tu carta.

- Ya lo sabes ¿No? Él lo supo hace unos meses.

- Creo que nos debemos una charla.

- Claro, por supuesto, no sabes cuánto he imaginado en este momento y no hay un día en que no rece por vos.-

- ¿En dónde vives?

- En España, me fui hace 5 años.- Responde

- Ah, entonces si queres voy para allá y te puedo conocer.

- Si queres voy yo

- Mejor voy yo y conozco a tu familia, porque yo ya no tengo, solo tengo a Romi y mi hermanastro pero aún no nació, y a Joan mi mejor amiga.

- ¿Está embarazada?

- Sí.

- Que hermosa noticia, los felicito.- Dice.

- Hoy voy a sacar un pasaje y luego te llamo

- Claro, Mathi también se enteró de vos, le dije cuando cumplió sus 18, estuvo un mes sin hablarme, pero hace unas semanas me dijo que te quería conocer, y está muy contento sabiendo que no es el único, pero le dije que hasta que supieras no te iba a poder llamar, lo que ahora no sé, es como decirle que su padre falleció.

- Sólo dile la verdad, después de tanta mentira, esto no es tanto.

- Lo siento de verdad.- Dice y yo no encuentro las palabras para decirle que no se lo voy a perdonar tan fácil.

- Me tengo que ir.

- Claro, adiós, cuídate, te amo y mandale saludos a Romi, hace muchísimo no la veo, mandale tambien mis felicitaciones.

- Lo haré.- Digo y cuelgo.

Finalmente puedo respirar, ha sido una de las llamadas más extrañas de mi vida, una mujer que no conozco me dice te amo es algo loco, aunque lo más loco hasta ahora es que tengo un hermano mellizo, y aunque nunca supe de su existencia espero quererlo tanto, me imagino si ella no se lo hubiese llevado en este momento seríamos inseparables, siempre quise tener un hermano o una hermana, asi que estoy contenta pero nerviosa a la vez, dicen que los mellizos se parecen pero no tanto como los gemelos, y yo espero que sea parecido a mí y que seamos unidos desde ahora, ya que nos quitaron 18 años en los que podríamos haber estado unidos y podríamos habernos apoyado en cualquier problema.

La puerta de casa se abre, la luz de afuera hace que cierre los ojos con fuerza ya que había cerrado las cortinas, entra Romi y prende la luz mientras cierra la puerta, ya dejo de llorar y está más tranquila.

- ¿Cómo estás?- Pregunta sentándose en la silla del lado.

- Bien, hable con ella

- ¿En serio? ¿Qué te dijo?- Pregunta sorprendida

- Te manda saludos y felicitaciones.-

- ¿Le dijiste que estaba esperando un hijo de...

- Sí.- Digo y me levanto, me voy directo a mi habitación, abro el cajón con llave en el que dejo toda mi plata y saco la cantidad necesaria para sacar un pasaje a España. Agarro la cartera, pongo mi celular, las llaves y la plata. Bajo las escaleras y salgo de casa sin que Romi me vea, no quiero tener que andar dando explicaciones, no ahora que lo único que quiero hacer es pensar.

Salí a la calle y el sol me pego de frente, levanto la mirada y veo el auto de Damián al frente de su negocio de autos, entonces empiezo a caminar rápido pero silenciosamente para que no me vea, pero entonces sale con unas llaves en la mano y me mira

- Mel, ¿Podemos hablar?- Dice y yo no le respondo, paso por su lado y me agarra del brazo hasta darme vuelta quedamos frente a frente.

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora