Ella es Melody, una chica con problemas familiares, creció no creyendo en el amor pero eso cambiara, deseara no haber nacido nunca antes que sufrir tanto, ¿sabrá como ponerse de pie y luchar? No lo se, solo ella lo sabe...
Si les gu...
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- ¡Melody! ¡Ya levántate que ya es tarde! ¡Vamos que hoy empiezas las clases! – Tras el grito de Romina me levante gruñendo hacia el baño.
Me cepille los dientes y me bañe tan rápido como pude, luego salí del baño y me cambie, me puse un Jean blanco con una musculosa blanca y como hace frio arriba una chaqueta y mis zapatillas negras que tanto amo, dejo caer las ondas naturales sobre mi espalda porque no tengo tiempo para planchármelas. Mire la hora eran las 07:30, pegue un grito, tengo que estar a las 08:00 en el colegio, el primer día de mi último año y ya me estoy retrasando, agarre la mochila y baje corriendo las escaleras cuando de repente casi me caigo cuando la veo a Romina con una bandeja, por suerte que no nos tropezamos pero se volcó un poco de café sobre la bandeja y yo me reía despacio, ella me mira frunce el ceño y me dice:
- ¿Ya te vas? ¿No vas a desayunar primero?
- No, pero muchas gracias igual- Digo mientras le doy un mordisco a la factura y la vuelvo a dejar sobre la bandeja.
- ¿No te lleva tu papa?- Pregunta
- No, me voy en el colectivo, adiós Romí.- Dije mientras abría la puerta principal y salía hacia la calle.
- Adiós- Se escuchó antes de cerrar la puerta.
Mire la hora de mi celular y eran las 07:48, empecé a correr con todas mis fuerzas, la gente me miraba como una loca, era obvio que estaba llegando tarde, cuando de repente tropiezo con algo y me caigo de rodillas y con las manos en el suelo intentando levantarme, una lagrima cae sobre mi mejilla, ahora estoy toda sucia, se me fueron las ganas de ir al colegio, suficiente con que me llaman la nerd del curso, la que le pago a los profesores para que me pongan buena nota, ahora no quiero darles otra razón para que me digan la sucia. Cuando me levanto intento sacudirme toda la tierra que tengo en el jean blanco, y empiezo a gritarle al hombre con el que choque por que se ve que esto le causa gracia.
- ¿¡Acaso te causa gracia que me haya caído!? ¡Imbécil! ¡Eres un perfecto idiota! ¡Ahora culpa tuya llegare tarde al colegio y encima toda SUCIA!- Le grite, cuando levanto la cara para seguir insultándolo con todas mis fuerzas, pero me quede petrificada al verlo.
