Capítulo 56: Vino por vos.

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Al llegar a casa de Joan me acuesto sobre la cama, y luego recuerdo que llevo puesta la ropa de Damián, entonces corro al armario y me lo saco, me pongo una remera negra y un buzo de color gris, aprovecho y me saco el pantalón que aún está un poco húmedo y me pongo una calza de Joan, luego vuelvo a acostarme sobre la cama y prendo el celular, tengo 11 llamadas perdidas de Damián y 5 WhatsApp, los abro pero no los leo, los dejo en leído y apago nuevamente el celular. Joan me trae una hamburguesa y yo no sé la recibo porque en lo que menos pienso en este momento es en comida.
Al día siguiente me levanto y prendo mi celular para avisarle a Romina que voy a ir a mi casa, me llegan 14 llamadas perdidas de Damián, y 6 WhatsApp los abro nuevamente pero no los leo. Voy al baño de Joan, me doy una ducha mientras ella aún sigue dormida, al terminar me pongo ropa de Joan, me dejo el cabello suelto, y no me maquillo porque no estoy de buen humor, creo que hoy va a ser un pésimo día, a la tarde me pondré a estudiar para todas las pruebas posibles porque tengo varias materias con promedio 7 y no me gusta esa nota. Aunque sé que en todo este tiempo he estado demasiado ausente en las clases y ahora es el momento justo en donde no puedo bajar las notas porque ya termina el año y no me quiero llevar ninguna materia.

Joan me lleva hasta mi casa y me pregunta si quiero que me acompañe, a lo que yo le respondo con un simple no y ella me da un abrazo reconfortante. Al entrar a casa ya siento una cierta tensión en el ambiente, la casa está en el mismo estado que desde que me fui, cierro la puerta.

- ¿Mel?- Pregunta Romina desde su habitación.

- Si.- Respondo sin ganas.

- Creí que vendrías más tarde, no he preparado la comida aún.- Dice mientras baja las escaleras.

- No tengo hambre.

- ¿Te peleaste con Dami?- Pregunta

- Si ya lo sabes ¿Para qué me preguntas?- Sé perfectamente que Damián la debe haber llamado anoche y le debe haber dicho que me fui.

- Lo siento, no debí preguntar, sé que ese es un tema tuyo y...

- Si vine acá es porque quiero que me cuentes lo que no se de mi madre.- Le interrumpo.

- Claro, sentate, voy a buscar una cosa.- Dice y sube las escaleras, yo dejo el bolso sobre el sillón y me siento suavemente en él.

Luego de unos segundos veo como baja Romina por las escaleras y trae consigo un álbum de fotos y dos papeles.

- ¿Qué es eso?- Pregunto señalando los papeles y ella me los entrega, es mi acta de nacimiento, entre todas las palabrerías dice que tengo un mellizo y que se llama Mathias Romero, que somos hijos de Guadalupe Kasser y Juan Romero, nos tuvo por cesaría y bla, bla, bla.

- Estas fotos son antes de que nacieras, tu madre creyó que se había llevado todo pero no fue así, se ve que se olvidó de este álbum.- Cuando lo agarro tengo miedo de abrirlo, pero Romina me ayuda, la primera foto es de su boda, me quedo en shock mirando la primera foto en la que  aparece una mujer con un vestido de novia en un jardín.

- Esa no es Guadalupe.- Digo y suelto el álbum.

- Sé que tu papá te mostro una foto y te dijo que otra mujer era tu mamá, pero no es así, tu madre es esta.

- Yo la conozco.- Digo y Romina asiente.- Pero la vi cuando era chica, tenía como unos 8 o 9 años cuando la vi.

- Lo sé, ella vino varias veces acá después de que se fuera con Mathias.

- ¿Por qué vino?

- Vino por vos.

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora