Capítulo 61: Sólo si tú quieres.

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- Wau, qué bueno.- Dice sorprendido.- Bueno supongo que eso es bueno para ti ¿No?

- Sí, es muy bueno, pero también tiene partes malas, porque no sé cómo me va a recibir ni nada, por eso estoy tan nerviosa, igual prefiero no hablar del tema así me olvido y pienso en otra cosa.

- Claro, no me has dicho tu nombre, yo me llamo Tomás, pero me dicen Tom.- Dice estrechándome la mano, la cual yo se la acepto.

- Yo me llamo Melody, y me dicen Mel.

- ¿Cuántos años tienes Mel?

- 18 ¿Vos?- Pregunto sonriendo

- 20. Se ve que a mi amigo le gusta tu amiga.- Me inclino sobre el asiento para verla a Joan y ella se estaba besando con su amigo, yo sonrío, ¿En qué momento hablaron algo?

- Al parecer sí.- Digo volviendo a mi lugar.- ¿Y vos porque viniste acá? Es que se nota que sos español.

- Porque volvemos de las vacaciones, vivimos allá, supuse que se notaría.- Dice riendo. Me encanta su acento, ¿mi hermano hablará también así? – Si quieres, algún día de estos te puedo hacer un recorrido por mis lugares favoritos.- Dice y yo me quedo en silencio.- Sólo si tú quieres.- Replica.

- Claro, me encantaría. Digo.

El resto del viaje transcurrió en silencio, Tom se había colocado sus auriculares y yo me quede mirando por la ventanilla, veía las nubes, y se veía el mar, era una imagen perfecta, las azafatas pasaron varias veces preguntando si queríamos tomar o comer algo, pero yo tenía el estómago demasiado cargado de emociones como para siquiera pensar en comida. Pero de repente el avión dio un vuelco, sentí que iba a ser mi último día de vida, veía como las azafatas corrían hacia donde estaba el micrófono y nos pedían que nos abrocháramos los cinturones porque estábamos entrando en turbulencia, pero yo no me podía mover, Tom agarro mi cinturón y me lo abrocho, mi miro a los ojos y me puso la mano sobre la mejilla.

- ¿Mel, te encuentras bien?- Tenía los ojos abiertos como platos, estaba tan asustada que solo logre asentir. Me agarro la mano con fuerza y el avión se estabilizó.- Ya estamos por aterrizar.- Dijo Tom mirando por la ventanilla, yo al igual que el mire por la ventanilla y me di cuenta que ya estábamos aterrizando, lo malo ya había pasado, pero ahora llegaría otro momento que no sé si será malo o bueno, estaba tan nerviosa que no me di cuenta cuando aterrizo el avión.

- ¿Venís o te queres quedar?- Preguntó Joan. Yo me quise levantar pero me senté de golpe cuando me di cuenta que aún tenía el cinturón abrochado, me lo saque y me levante, agarre mi bolso y Tom me dio un papelito con su número telefónico.

- Espero que me mandes un mensaje.- Dijo, me dio un beso en la mejilla y vi cómo se mezclaba entre las demás personas. Joan me miro y me sonrió, de inmediato me puse roja, agache la mirada y guarde el papelito en uno de los bolsillos del bolso.

- Joan tenes todo el labial corrido.- Le digo mientras le saco el labial desparramado y ella se ríe.

- Era demasiado lindo.- Exclama rodeando los ojos.- ¿Estás ansiosa?- Pregunta mientras bajamos del avión y buscamos las valijas, yo asiento con la cabeza sin decir nada.

Al buscar las valijas nos tardamos demasiado por que no encontrábamos las nuestras, pero luego de unos minutos las sacamos, salimos del aeropuerto y habían muchísimas personas, no sabía si iban a ir por mi o si yo tenía que ir a algún lugar, entonces busco mi celular en el bolso y lo prendo, tengo 2 llamadas perdidas de Romi y 7 de Damián, busco entre los contactos el número de mi mamá y la llamo, pero no me contesta, es entonces cuando Joan me da un golpe en el brazo indicándome que alce la mirada, entonces yo la miro y ella me señala a una persona con un ramo gigante de rosas, son hermosas, miro al lado de la persona y ahí estaba mi mamá, no podía creerlo, viene corriendo hacia mí y yo suelto la valija y dejo que me abrace, su perfume riquísimo me llena de felicidad, no logro contener las lágrimas y comienzo a llorar, ella también lo hace.

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora