Ella es Melody, una chica con problemas familiares, creció no creyendo en el amor pero eso cambiara, deseara no haber nacido nunca antes que sufrir tanto, ¿sabrá como ponerse de pie y luchar? No lo se, solo ella lo sabe...
Si les gu...
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- El más grande es la caja de ahorros que después se lo pedís a Romi y el más chico es de un cofre que también se lo tenés que pedir a Romi, ella sabe todo y te va a explicar.- Dice y me los da, en eso abre los ojos mirando hacia arriba, y abre la boca, no puede respirar y yo me pongo muy nerviosa, no sé qué hacer, empiezo a gritar, a llamar a los doctores, una enfermera viene corriendo y yo me aproximo rápidamente a mi papa, empiezo a llorar, el solloza, vienen dos doctores más y me agarran de los brazos intentando sacarme de la habitación, pero yo pataleo y empiezo a gritar, logro escaparme de sus brazos y agarro la mano de Juan.
- Te amo hija, dile a Romi que me perdone y que siempre la ame.- Dice susurrando, quedándose sin aire.
- No papa se lo vas a decir vos mismo.- Grito y los doctores me logran sacar de la habitación, yo pateo la puerta intentando abrirla, pero es imposible, grito y me agarro la cabeza, empiezo a llorar desaforadamente.
- ¡MEL! ¿Qué paso? ¡Suéltenme!- Dice Dami gritando, yo me aproximo hacia ellos
- Ya basta, suéltenlo.- Digo para no volver a escuchar sus gritos, y me vuelvo hacia la puerta de la habitación
- ¿POR QUE NO ABREN?- Grito golpeando puñetazos a las paredes, viene corriendo Dami y me agarra de las manos para que no golpee más, yo intento zafarme pero no lo logro, el me lleva hacia uno de los asientos de la sala de espera, que por suerte solo hay una persona y está dada vuelta, no paro de llorar, el me agarra de los brazos y me apoya en su pecho, su respiración es agitada, al igual que la mía, el me acaricia el pelo
- Va a estar todo bien, él es fuerte, se va a recuperar
- No lo sé, me hablaba como si se estuviera despidiendo
- Va a estar bien no te preocupes
- ¿Cómo querés que no me preocupe? Si me habla de esa forma, si me da las dos llaves, si se despide de mí. Él no se puede morir.- Digo y vuelvo a llorar, el solo me agarra con fuerza, en eso viene un doctor y con Dami nos paramos inmediatamente, está demasiado serio.
- Lo lamento muchísimo, no logramos salvarlo
- ¿Cómo que no lo pudieron salvar? ¿Son estúpidos o que mierda tienen en la cabeza?- Grito
- Intentamos todo lo posible.- Dice, da media vuelta y se va, avanzo rápidamente para golpearlo pero Dami me agarra por detrás y me tiro al suelo de rodillas llorando, él se agacha conmigo y me abraza.
- ¿Qué paso? No me digan que...- Dice la voz de Romi, yo me levanto y veo como se le caen las lágrimas, ya lo dedujo, va corriendo hacia mí y me abraza.
- Jamás pensé que llegaría este momento, no ahora que... No ahora.- Dice Romi
- ¿Qué paso?
- No, nada, no son momentos
- Decime por favor
- Estoy embarazada.- Dice y me quedo helada.
- ¿Qué? ¿Embarazada de mí papa?
- Si claro.- Dice y rompe en llanto
- Le hubiera encantado la noticia, estaría muy contento, me dijo que te dijera que lo perdones y que siempre te amo
- ¿Qué? ¿Pudiste hablar con él?- Dice Romi
- Si, ven siéntate que te cuento.- Me siento y me doy vuelta para ver donde estaba Dami, pero no lo veía por ninguna parte.
Termino de contarle todo a Romi y en eso viene Dami, con dos tazas de café, nos la entrega y además trae pañuelos, me da uno y yo me seco las lágrimas, aunque aún no he parado de llorar.
- Me acaban de decir que lo van a enterrar, y que ya lo están por llevar.- Dice Dami
- Está bien, hay que avisarle a la abuela y a sus amigos.- Digo corriéndome el pelo de la cara.
- Yo les aviso, necesito sus números.- Dice Dami agarrando su celular.
- Bueno yo te paso sus contactos.- Dice Romi que aún sigue llorando.
Habíamos llegado al lugar, eran las 03:45 am, el cementerio era escalofriante de noche, cuando lo empezaron a enterrar me dolia tanto el pecho que no podia ni respirar, luego al terminar coloque un ramo de flores, y ya varias personas se habían ido, pero yo seguía ahí, con Joan, Romi, Dami, la abuela y dos amigos de Juan. Mi relación con la abuela era neutra, es como una desconocida, ni siquiera nos saludamos al llegar, ella no largo ni una sola lagrima, solo fue para chismosear como siempre lo hace con todas sus amigas, para denigrar a su propio hijo, que ni viéndolo muerto puede cambiar la sinvergüenza, no tiene nombre, Romi y yo no hemos parado de llorar desde el hospital, aun no lo podía creer, muchos amigos de él que yo no conocía se acercaron a darme el más sentido pésame y diciendo que mi papa cuando iba al bar no paraba de hablar de mí y de mis calificaciones, que se molestó cuando se enteró que me había escapado, pero que todos le hicieron acordar todas las veces en las que él se escapó, que solo pedía de que no fuera igual que él, que no quería que vaya por el mismo camino, que no se lo perdonaría en la vida y que siempre quiso lo mejor para mí y para Romi, que siempre fuimos sus mujeres, yo no podía creer lo que escuchaba, Dami y Joan estuvieron abrazándome todo el tiempo, no sé cómo agradecerles, Joan me dijo que se tenía que ir, me dijo que cualquier cosa la llamara, yo solo asentí, al rato se fue la abuela y los últimos dos amigos que quedaron, se despidieron y se fueron, solo quedamos Romi, Dami y yo. Nos subimos al auto de Dami y él nos llevó a mi casa, Romi entro y yo me quede afuera despidiéndome de él.
- Gracias por todo lo que hiciste por mi.- Digo y el solo me abraza
- Sabes que siempre voy a estar para vos.-
- Me tengo que ir, gracias en serio.- Hago puntitas de pie y le doy un beso en los labios.