Ella es Melody, una chica con problemas familiares, creció no creyendo en el amor pero eso cambiara, deseara no haber nacido nunca antes que sufrir tanto, ¿sabrá como ponerse de pie y luchar? No lo se, solo ella lo sabe...
Si les gu...
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Abro los ojos, siento un peso, es una mano que me agarra por la cintura, que me obliga a no moverme, giro lentamente la cabeza y veo a un hombre ¿Qué he hecho anoche? Doy un salto de la cama y finalmente distingo que ese hombre es Dami. Lo último que recuerdo de anoche es que él se fue al baño y yo me quede dormida, pero cuando agacho la cabeza y miro lo que llevo puesto y me encuentro sin mi vestido, pero con la ropa que llevaba debajo de él, el short, y una musculosa que no es mía y además que no llevaba debajo del vestido, ¿se abra aprovechado de mí? ¿Qué me hizo? De repente él se mueve y yo doy un paso hacia atrás y me golpeo con la cama de Joan, giro y ella no se encuentra durmiendo, capas que ya es tarde y se despertó a limpiar, busco mi celular en la mochila y me fijo en la hora, son las 10:27 am, necesito ir al baño, me duele mucho la cabeza, no debí haber tomado mucho, y más si era mi primera vez, me cepillo los dientes y me miro al espejo, mi labio inferior se ha sanado definitivamente, tengo los ojos un poco rojos, me peino e imágenes de lo que paso anoche me vienen a la cabeza, pero en eso escucho un ruido y salgo del baño, me encuentro con Damián sentado en la cama que me sonríe.
- ¿Acaso crees que yo te pude haber hecho algo? ¿Crees que yo abuse de ti, no es así?
- Por favor respóndeme lo que te pregunte.- Digo levantando un poco mi tono de voz, pero mi cabeza retumba y el mundo me da vueltas, así que me siento en la cama de Joan.
- No te he hecho nada, no soy esa clase de personas, anoche estabas muy mal, no me podía aprovechar de ti, si fuera esa clase de persona no hubiera desaprovechado, pero no lo soy, que te quede claro.- Dice sin pestañar, creo que se enojó.
- ¿Y entonces donde está mi vestido?- Pregunto confundida.
- Anoche estabas vomitando demasiado, y para que no te mancharas el vestido te lo saque y busque en el enorme armario y lo primero que encontré fue esa musculosa.- Dice señalándola con el dedo índice.
- ¿Qué me sacaste el vestido?- Pregunto abriendo los ojos bien grandes, porque sé que para sacarme el vestido me ha tenido que ver el corpiño (brasier).
- Solo te he visto el corpiño, no te lo he sacado, ya te dije que no me aproveche de ti, jamás me lo perdonaría si lo hiciera, ah por cierto anoche mientras dormías te despertabas y decías algo sobre una mujer, una mujer que no se podía ver, que estaba borrosa, ¿era solo un sueño más?- Pregunta y abro nuevamente los ojos como platos, no recuerdo haber soñado eso otra vez, no recuerdo haber soñado algo.
- El otro día soñé con una mujer que me decía que todo iba a estar bien, que ella ya estaba aquí con migo, pero no sé quién era, porque estaba borrosa, o sea, no podía ver bien su cara.- Le digo pero evito lo de mi padre.
- Ah, que sueño raro, en fin, ¿cómo estás?- Pregunta levantándose de la cama y acomodándose el pelo con la mano, se ve tan lindo cuando hace eso.
- Más o menos, me duele mucho la cabeza, siento que todo me da vueltas.
- ¿No sabes si por acá hay algún botiquín o algo para buscar remedios?
- No, no tengo idea.- Confieso, sé que hay uno pero no sé dónde lo guardan.
- Bueno entonces quédate aquí, yo ya vuelvo, no te muevas, voy a comprarte una pastilla, pero no te muevas porque te vas a sentir peor.- Dice, se acerca, me da un beso en la frente y se va.
Siento el ruido de la puerta principal cerrarse y yo decido buscar a Joan para contarle lo sucedido, así que me pongo unas ojotas de la mesita de luz de Joan, cuando abro la puerta de la habitación la luz pega contra mi cara y yo inmediatamente me cubro la cara con las manos, tan solo doy un paso y ya veo todo el desastre que han dejado en la casa.
