Capítulo 35: Confía en mi.

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- No tengo nada que hablar con vos, en todo caso el que tiene que hablar acá sos vos.- Le digo levantando un ceja y cruzando los brazos.

- Los dos, te recuerdo que vos me debes una explicación.- Dice Dami sosteniendo la caja de empanadas.

- ¿Cuánto es?-

- Ya lo pague, ¿me vas a dejar entrar?- Da un paso y lleva su mano izquierda a mi mejilla pero yo la aparto inmediatamente, le saco la caja de las manos y entro, la coloco arriba de la mesa, voy a la cocina, saco dos vasos y servilletas, las pongo encima de la mesada mientras pongo el mantel y siento como sus ojos me miran fijamente.- Como te decía, me debes una explicación.- Dice y me siento en una silla.

- ¿Porque te tengo que deber una explicación de algo que no te quiero decir?

- Porque eso significaría que no confías en mi.- Dice serio

- Si confió, pero a veces hay cosas que no son fáciles decirlas.-

- Pero si confías en mí, me tenés que decir todo, hasta lo más feo, lo más cruel, todo, porque se supone que confías en mí.

- ¡PERO NO ES FACIL! NO ES FACIL DECIRLO

- Intenta.

- Vos no me entiendes, y no tenés derecho a pedirme nada.

- ¿Segura?

- Muy segura.- Digo, el asiente y se da vuelta, abre la puerta y sale, pero yo me levanto rápidamente y lo veo desde la puerta que saca las llaves de su auto, yo corro, lo agarro del hombro y lo giro con la mano.- No te podes ir así.- Le digo, le agarro la cara, hago puntitas de pie y lo beso, el inmediatamente me agarra de la cintura, le jalo suavemente su cabello, él se aparta y niega con la cabeza.

- No puedo, me encantas, pero no puedo.- Dice y vuelve a querer abrir la puerta del auto pero yo la cierro rápidamente.

- No me podes dejar así.-

- ¿Cómo querés que te haga entender? Necesito que me digas, lo que paso con tu papa, que me digas porque no confías en mí, que me quieras como yo te quiero a vos.

- Yo si te quiero, y si no te lo digo es porque me es difícil explicarlo, porque no es que no confié en vos, es que no me siento preparada para escucharlo de mi misma, además tampoco quiero que le hagas nada a él, porque él no tiene la culpa, la tengo yo.- Digo y bajo la mirada

- Mírame.- Me agarra de la mejilla.- Contame que paso, confía en mí, yo no voy a hacerle nada, mírame por favor.- Dice y yo lo miro.

- Es una larga historia.

- Tenemos toda la noche.- Dice y me da un abrazo reconfortador.- Esperame adentro, voy a cerrar el auto.- Yo asiento y entro a la casa, voy a la cocina para preparar un café, busco dos tazas, y pongo todas las cosas para prepararlo en la cafetera cuando siento sus brazos rodeándome la cintura, aparta mi cabello para un costado y sus labios me empiezan a besar el cuello. Me doy vuelta y nos besamos, me toma los brazos y los pone en sus hombros, me agarra de la cintura, me alza y me sienta en la mesada sin despegar ni un segundo nuestros labios, el ruido de la cafetera nos sobre salta y el rodea los ojos, yo me rio y me bajo de la mesada.

Nos dirigimos a la mesa, yo le doy su café, él se sienta en una punta y yo en la otra.

- Contame...- Doy un largo suspiro y empiezo.

- No sé si sabias que mi mama nos abandonó a mí y a mi papa.- El niega con la cabeza.- Mm bueno, ahora si lo sabes, yo creo que todo empezó ahí, aunque mi papa ya se emborrachaba de antes, cuando él toma se pone muy violento y se pelea con Romi, se pelea conmigo y hasta con el mismo, él siempre me trato mal, yo fui como un error para su vida, fui no, soy un error en su vida, el nunca me quiso ni me va a querer, pero yo algo de cariño creo que le tengo, porque me mantiene, solo hasta que cumpla 18 y me va a echar, por eso trabajo a escondidas...

- ¿Qué? ¿Cómo que trabajas a escondidas? ¿Porque haces eso?

- Porque el día que cumpla 18 años ya no me va a tener que cuidar ni alimentar ni gastar ni una moneda más por mí y me va a echar de acá, supongo que me dará 1 o 2 días para irme y no verme nunca más, lo que él siempre quiso fue deshacerse de mí, por eso me iba a dejar con mi madre y listo, pero mi mama se fue primero y por eso mi papa esta como "obligado" a estar conmigo, yo creo que si no fuera por Romi yo ya estaría debajo de un puente o viviendo con Joan. La vez que vos viniste a mi casa a hablar con mi papa, justo ese día él me había golpeado después de tanto tiempo, por eso tenía el labio partido el día que vos me llevaste al colegio.- Doy un sorbo al café y veo como aprieta su mandíbula con fuerza, como se le nota esa vena en la frente que tanto me gusta, como frunce el ceño y como aprieta la mano en forma de puño, como si fuera a golpear a alguien, sé que está furioso y justamente por eso no le quería contar nada.

- No lo puedo creer, como esa bestia te pudo tocar un pelo, perdóname.- Deja en café sobre la mesa, abre la puerta, sale y la cierra de un portazo, yo también dejo la taza en la mesa y salgo rápidamente pero ya es tarde, el arranca el auto y se va, yo empiezo a gritar y a llorar.

- ¡NOO! NO LE HAGAS NADA. DAMI POR FAVOR NOO. 

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora