Capítulo 73: Ya está por venir.

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Habían pasado 2 meses de que vi por última vez a Mathi y a mi mamá, hacía video llamadas con ellos, pero no era lo mismo que tenerlos cerca, terminé la secundaria, aún no sé qué carrera seguir, estaba pensando en Licenciatura en letras, o en Bibliotecología, pero seguiría trabajando de lo que ahora mismo trabajo y no me quiero pasar la vida haciendo lo mismo que hago ahora, sé que me hace falta un cambio, Joan lleva 1 mes de novios oficiales con Agustín, debo admitir que es el primer chico con el que quiero que ella sea feliz, de la vida de Brad no se sabe, sigue en España, haciendo su vida, a Romi tan solo le falta un mes para que él bebe nazca, que por cierto, se va a llamar Juan Ignacio, Juan por mi padre, y al otro lo eligió Romi y su hermana cuando yo no estaba, pero igual me gusta mucho el nombre, con Dami seguimos estando juntos, el viaje a España nos unió más de lo que yo creía. Mathi también termino el secundario, me habían dicho que están replanteándose el venir a Argentina, yo me puse muy triste, porque yo no puedo ir a España, sé que ellos como yo tienen a la mayoría de su familia allá, Guadalupe tiene su trabajo y sé que no les puedo pedir que se vengan y que dejen todo por mí, pero yo tampoco puedo dejar todo acá e irme a España, yo tengo a Romi, a mi hermanito que está por nacer, a Dami, a Joan, no los puedo dejar, y eso me pone muy mal, más cuando hacemos video llamadas, siempre nos largamos a llorar, no hay una vez que no llore cuando los veo. Respecto a Delfi y Mathi, no funcionó, porque él no estaba tan seguro de comenzar una relación, y ella se lo tomo muy mal, le había dicho a sus compañeras que Mathi le había golpeado, a lo que Mathi tuvo que salir a hablar con el director de su colegio porque el chisme llegó hasta oídos del secretario del director, Mathi le dijo la verdad, que él no quería nada con ella, que ella no se lo tomó bien y que inventó lo del golpe para que él quedara mal, el director no le creyó, pero no hizo nada al respecto, no estuvo ni el lado de ella ni el lado de él, no le dio importancia al asunto, y luego de una semana ya nadie se acordaba de ese chisme barato.

Estaba en el shopping comprando algo de ropa y ya estaba volviendo a casa, le llevaba un regalo a Juan Ignacio, un conjuntito de ropa que me había fascinado, el shopping estaba muy lleno, odio cuando hay muchas personas porque no me puedo concentrar. Al llegar por fin a casa, subí las escaleras y deje todas mis cosas en mi habitación. Romi estaba durmiendo, así que no podía hacer tanto ruido, no tenía nada que hacer, entonces me acosté en mi cama, me saque las zapatillas y luego de un rato me quede dormida.

Los gritos de Romi me despertaron de golpe, fui corriendo hacia su habitación, ella estaba sentada al borde de la cama.

- Ya está por venir.- Dice ella entre gritos, yo me quedo inmóvil, pero rápidamente reacciono

- Si... si, voy a llamar a una ambulancia.- Voy corriendo hacia abajo y agarro el teléfono, las manos me tiemblan y no logro marcar bien.- ¿¡Porque no contestan!?- Me desespero.

- Emergencias

- Mi mamá va a dar a luz, necesito una ambulancia ¡AHORA!- Hablo lo más rápido posible. Luego de darle la dirección, voy corriendo hacia arriba, busco mis zapatillas, el bolso del bebe, pongo un poco de ropa de Romi, también pongo nuestros celulares y mi billetera, todo en un bolso, la ambulancia llega rápido y nos llevan hacia el hospital, yo mientras llamo a su hermana, ella me contesta rápido y me dice que está yendo al hospital, después llamo a Dami pero no me contesta, al llegar al hospital dejo de intentar.

- ¿Trae los documentos de la señora?- Pregunta el camillero.

- Sí, traigo todo.- Respondo.

Después de hacer todo, Romi entra a una sala, pero como no soy familiar directo no me dejan entrar, luego llega su hermana y logra entrar. Entonces aprovecho y llamo nuevamente a Dami que esta vez me contesta.

- Hola.- Dice con la voz ronca como si recién se levantara.

- Necesito que vengas al hospital urgente.

- ¿Pasó algo?- Pregunta sobresaltado.

- Romi está por dar a luz.- Respondo tan contenta que una lágrima cae por mis mejillas

- ¿De verdad? Me cambio y voy, pásame la dirección por mensaje, te amo.- Dice y cuelga.

Mi vecino y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora