Forks. Dormitorio de Bella. 04:05 AM del día posterior al regreso de Volterra.
-Tal como estaba calculado, el juicio por el caso de las drogas halladas en la escuela y la muerte de Leyla acababa de terminar cuando yo completé el entrenamiento. Se había dictado sentencia, y muchos habían acabado con cadena perpetua. La investigación por la red de narcotraficantes continuaba todavía, y ahí es donde entraba yo en juego... como carnada viva.
-¿Carnada viva? –repitió Edward, los ojos como platos-. ¿No se suponía que era para que supieras cómo defenderte?
-Claro que era para saber cómo defenderme, pero volvieron a enviarme a la misma ciudad, con el mismo nombre y apellido... -dejé la frase inconclusa, la idea estaba sobreentendida-. Yo también lo comprendí recién entonces.
-Te... te pusieron en peligro... el mismo FBI te puso en peligro... -los ojos negros de Edward brillaban de furia, su respiración era trabajosa y tenía los puños apretados-. Te dejaron... ¡como carnada viva!
-Sí –dije con voz sin entonación-. Charlie casi estranguló con sus propias manos a Jackson y Phillips cuando supo que, si bien ahora mi madre y yo vivíamos en otro barrio y yo iba a otra escuela, seguíamos en la misma ciudad y bajo la misma identidad. En cierto modo, debía ser obvio que pasaba algo, porque no era razonable que de pronto el FBI nos abandonara desprotegidas... o al menos aparentemente desprotegidas.
»Unos cuatro meses, semana más o menos, después de habernos vuelto a instalar en Phoenix, ocurrió el primer ataque. Fue en cierto modo la prueba de fuego para mí. Un par de sujetos me abordaron cuando salía de casa rumbo a la escuela e intentaron secuestrarme.
Me permití una sonrisita satisfecha mientras recordaba el momento. Los ojos de Edward estaban clavados en mi rostro, completamente absorto en la historia.
-Me aferraron por atrás, y me cubrieron la boca y la nariz con un trapo empapado en cloroformo. Yo estaba preparada para eso, sabía cómo reaccionar, y contuve rápidamente la respiración a la vez que me relajé y me dejé caer en los brazos del que me sujetaba, fingiéndome dormida. Ellos se lo creyeron, hasta comentaron lo fácil que había sido...
»Entonces, uno fue a acercar el automóvil a la entrada de mi casa, y el otro se quedó ahí, sosteniéndome. En cuanto estuve segura que el primero se había ido, "desperté" de golpe y noqueé al que me había estado sosteniendo. Cuando el primero regresó con el auto, nos encontró a los dos, a mí y a su cómplice, tirados en el suelo. Se acercó a ver qué había pasado y lo reduje también. Saqué las esposas que siempre llevaba conmigo y los esposé rodeando con los brazos un poste de luz, como me habían enseñado, a fin que no pudiesen escaparse. Despertaron cuando yo los estaba revisando en busca de armas, y llamé a Jackson desde el teléfono de unos de esos tipos. Los dos no podían creerlo, me preguntaban dónde estaba el que me había ayudado...
Solté una risita. Ahora podía reírme de ese lejano día, cuando en ese momento me había parecido aterrador. Edward, en cambio, no parecía encontrarlo gracioso. Su boca estaba reducida a una línea dura.
-El FBI se hizo cargo de ellos –seguí, mi rostro volviéndose sombrío otra vez ante la expresión feroz de Edward-. Jackson casi no podía creer que una chica de trece años hubiese hecho eso, pero una vez que se convenció, empezó a tratarme como a un colega. Desde entonces me llama por mi apellido... es el modo en que se dirige sólo a sus superiores y sus iguales.
-¿Qué dijeron tus padres de lo que había pasado? –preguntó Edward con voz monocorde.
-Reneé no se enteró de nada. Le dije que había perdido el autobús escolar y que por eso no había ido a clases ese día –expliqué-. Charlie casi sufrió un ataque de nervios.
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Swan, Bella Swan
FanficTras despertar del sueño de 16 horas posterior al regreso de Italia, Bella tiene muchas explicaciones que darle a Edward, empezando sobre por qué hay una pistola bajo el suelo de su habitación y por qué Charlie le inyectó una droga para despertarla...