Forks. Dormitorio de Bella. 04:25 AM del día posterior al regreso de Volterra.
Como agente encubierto, el trabajo se convierte en la vida misma. Trabajar bajo presión significa entonces vivir bajo presión, y significa que es posible estallar en cualquier momento. Lo realmente difícil es explicarle esto a alguien que no vivió esta vida y no lo comprende.
Y no sé si Edward comprenderá muy bien que cuando yo estallé tenía dieciséis años, un arma cargada en las manos y a los asesinos de mi abuela frente a mí.
-No me refiero en este caso a la muerte de alguien más a manos de terceras personas –admití en voz bajísima, mirando fijamente las mantas que cubrían mi regazo-. Me refiero... a dispararle yo a alguien. A ser yo la que asesinaba. A... matar.
No me atreví a mirarlo a la cara. Seguí mirando fijamente los dobleces de las mantas que cubrían mi regazo, y rodeé mi torso con los brazos, como queriendo darme calor. El antiguo y desgarrador dolor de mi pecho ya no estaba, pero algo me dijo que regresaría en cuanto Edward reaccionara a lo que yo estaba por decirle.
-¿Qué pasó? –preguntó Edward en voz baja y contenida, el tono en el que se le hablaría a un moribundo.
-Parece que los que quedaban de la red de narcotraficantes se cansaron de jugar al gato y al ratón conmigo –expliqué en voz apagada-. Los más inteligentes habían dejado que las cosas siguieran su curso, se limitaron a esconderse en países que no tenían tratados de extradición con los Estados Unidos y retomaron sus negocios allí. Pero había unos pocos que creían en la venganza como una forma de vida, o casi, y tres años después de que la red de narcotraficantes hubiese sido desmantelada y casi todos sus integrantes encarcelados o muertos, éstos seguían queriendo eliminarme.
»Eran dos los más decididos y rencorosos. Uno de ellos tenía antecedentes psiquiátricos, sufría una forma leve de esquizofrenia. Ellos decidieron que tres años era tiempo más que suficiente y que era hora que yo muriera. Como los planes más sofisticados habían fallado, se decidieron por lo más simple... entrar a los tiros en casa y rellenarme de plomo.
»Lo que no sabían es que el FBI les seguía el rastro, y que fui alertada que se había visto cerca de casa a estos dos, que siempre habían sido sospechosos pero nunca se les había podido probar nada. Presté mucha atención, y noté durante varios días que era observada, que a veces un automóvil me seguía.
»Me esforcé en apegarme a una rutina preparada como nunca antes. Siempre había tratado de ser imprevisible, tomar caminos distintos para llegar a la escuela, salir en horarios diferentes un y otro día, no hacer las compras en las mismas tiendas, pero después de notar que me seguían, me volví todo lo predecible y rutinaria que pude. Era una trampa, y no comprendo cómo no se dieron cuenta, pero supongo que le enojo les nublaba la razón -conjeturé.
»Mi madre ya había empezado a salir con Phil por ese entonces, aunque se suponía que todavía no era nada oficial, y eso me daba unas cuantas noches de tranquilidad para planificar qué haría cuando llegara el momento del enfrentamiento. Charlie estaba avisado, y lo había puesto muy nervioso que esos dos me vigilaran, pero no teníamos razones oficiales para imponerles una orden de alejamiento. Además, sería peor si la policía intervenía, ya que atacarían por otro lado –expliqué, levantando la mirada un poco, pero sin atreverme a mirar a la cara a Edward. Sólo me permití un vistazo rápido a sus manos, relajadas en su regazo-. Mejor dejarlos proceder ahora, cuando la situación jugaba a nuestro favor.
»Por fin, cunado llevaban una semana y media vigilándome, se decidieron a atacar. Reneé no estaba en casa, ¿puedes creer que justo esa noche se comprometió con Phil? –pregunté con una pequeña sonrisa, atreviéndome a mirar el cuello de Edward, aunque no su rostro. Él estaba tan inmóvil como sólo un vampiro puede estarlo.
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Swan, Bella Swan
FanficTras despertar del sueño de 16 horas posterior al regreso de Italia, Bella tiene muchas explicaciones que darle a Edward, empezando sobre por qué hay una pistola bajo el suelo de su habitación y por qué Charlie le inyectó una droga para despertarla...