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Tony.

Mensaje de abuela Alejandra moderna:

Necesito que vengas URGENTEMENTE a por Hades, me tiene muy harta. Extraña la casa de mi hija y no para romper los calcetines de Alejandro.

Además quiero pasar un rato con mi hermosa nieta, que bien acaparada la tienes, acaparador.



-¿Has visto, cuchitura?- dije mirando a Alexia- Mi último día a solas contigo y te tengo que compartir- bufé molesto y Alexia me tiró de la nariz- ¿Quieres dejar mi nariz tranquila?- dije intentando hacerme el molesto, aunque acabé sacándole la lengua. Alexia imitándome sacó su lengua- ¿Quieres que te muerda la lengua, eh? Deja me provocarme, cuchitura.

Mensaje para abuela Alejandra moderna:

Si no me queda más remedio... Ahora vamos que están tocando la puerta.

Otra cosa, ¿acaparador donde?

-¡Qué ya va!- grité exasperado- Cuchitura,quédate aquí- la deposité suavemente en la cuna que tenía en el salón.

Caminé rápidamente hacia la puerta, pues iban a tirarla en cualquier momento- ¿Quieres dejar la puerta en paz, desgraciad...?- me callé al ver quien estaba delante de mí.

-Quiero ver a mi hija- espetó con veneno, mirándome con asco. En ese momento reaccioné apoyando mi brazo en el marco de la puerta.

-Lárgate de aquí- espeté amenazante- Eider no es tu hija y te juro que como no te vayas en este instante todo lo que me hicistes pasar durante nueve meses me lo cobraré de una vez, Carolina- escupí con asco al pronunciar su nombre.

-He dicho que quiero ver a mi hija, así que apartate- hizo una pausa para sonreír- No te tengo miedo- en ese momento escuché el llanto de Alexia- ¿Cuantos años tiene la estúpida llorona?- Mi poca paciencia terminó de agotarse y le rompí el cuello.

-Lástima que eso no te mate- susurré malicioso- Nadie se mete con mi cuchitura- Cerré la puerta dejando el cuerpo sin vida, al menos por un rato, de Carolina- ¡¿Qué te pasa cuchitura bonita?!- grité mientras entraba en el salón- ¿Esa bruja te ha asustado?- dije a la vez que la cogía en brazos- No te preocupes ya le he dado su merecido- mordí suavemente su cachete y ella se calló- Vamos a ver a tu abuela.

Cogí todo lo necesario para los cuidados de Alexia y salí con ella en brazos, encontrándome el cuerpo, todavía sin vida, de Carolina.

-No mires cuchitura, no quiero que me veas como un asesino rompe cuellos- tapé sus ojos y comencé a caminar hasta la casa de Alejandra.

Mientras caminábamos hacia dicha casa, las personas miraban con adoración a Alexia. Aunque no los culpo porque ella no paraba de hacer muecas mientras balbuceaba e intentaba morderme el cuello.

-¡Oye!- grité indignado- Se supone que soy yo quien tiene que morderte, no tu a mí- mordí suavemente su cachete mientras reía. Ella imitandome abrió su boca balbuecando algo y se abalanzó a mi mejilla para intentar morderme- Ugh eres una babosa- arrugué mi nariz haciéndome el asqueado por la saliva que había dejado en ésta.

Minutos más tarde llegamos a casa de Alejandra, quien nos recibió con mucho entusiasmo quitándome a mi mini mate de las manos.

-¡Oye!- grité indigando- ¡Qué estábamos en un concurso de mordidas!

-¿Qué le has hecho durante esta semana?- preguntó entrecerrando sus ojos.

-Nada- bufé molesto- ¿Qué te crees?

-Eider debería habérmela dejado a mí- susurró indignada.

-Ha estado bien conmigo, nada malo le ha pasado- espeté furioso por la falta de confianza de todos, bueno excepto de Eider.

Entramos en el salón y Alejandra rápidamente se sentó en el sofá para poder jugar con Alexia.

-¿Dónde está mi preciosa sobrinita?- preguntó Alejandro con una sonrisa- Pero que grande estás ya- dijo arrancandola de los brazos de su abuela- Tony- dijo a modo de saludo.

-Alejandro- dije de igual manera- ¿Sabéis a que hora vienen Eider y Daemon?

-Por la noche- respondió Alejandra quitando a Alexia de los brazos de Alejandro- ¿Por qué quieres saberlo?

-Tengo que hablar con ellos- dije embobado por mirar a Alexia- Carolina acaba de estar en casa.

-¡¿Qué?!- gritaron los dos a la vez.

-Quería ver a Eider, pero no dejé que pasara a la casa- respondí mientras seguía mirando a Alexia- Le rompí el cuello y la deje medio muerta para venir a por Hades.

Alejandra se puso a jugar con Alexia, pero ésta empezó a llorar estirando sus pequeños brazos hacia mí.

-Tan mal no la he cuidado cuando quiere estar conmigo, ¿no?- sonreí orgulloso cogiéndola en mis brazos. Alexia rápidamente retomó lo que su abuela había interrumpido minutos atrás e intentó morderme la mejilla- ¿Habéis visto?- pregunté riendo- Es mala.

-¿Por qué intenta morderte?- preguntó Alejandra mirándola con adoración.

-Por esto- dije para acto seguido morder su mejilla suavemente. Ellos dos estallaron en carcajadas.

-Déjamela un momento- dijo Alejandro cogiéndola en sus brazos. Mordió suavemente su otro cachete y esperó a que Alexia intentara moder su mejilla pero no lo hizo- ¿A mi me rechazas?- preguntó indigando.

-No tienes mi encanto- dije riendo a la vez que la arrancaba de sus brazos- ¿Verdad cuchitura?- Alexia balbuceó algo- Eso es un por supuesto- los tres reimos.

Cuando Alexia, Hades y yo regresamos a casa no pude evitar pensar el motivo de la encantadora visita de Carolina, quien por cierto había resucitado y se había largado porque cuando llegamos ya no estaba.

Pinta un mundo para mí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora