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Tony.

-Vamos, princesita- dijo Daemon por décima vez. Hace como media hora que a Daemon se le ocurrió la idea de intentar hacer que Alexia le "mordiera"- ¿Cómo lo haces?- me preguntó intrigado.

-Ya te lo he dicho- contesté exasperado- como diez veces.

-Es que no lo entiendo- dijo algo triste- No entiendo por qué a tí si y a mi no.

-Yo tampoco lo sé, sólo muerdo su mejilla y ella intenta morderme a mí- dije otra vez- ¿Quieres dejar de darle vueltas al asunto, hombre?- pregunté exasperado- Solo es un intento de mordisco no es como si fuera su primera palabra.

-Sí, voy a ver si Eider necesita ayuda- asentí y me entregó a la pequeña. Segundos después salió del salón, dejándome de nuevo a solas con mi mini mate.

-Hey- dije riendo- No vale dormirse, monada- Alexia estaba dando pequeñas cabezaditas- Primero el biberón ¡Eider! ¡La niña se duerme!- grité.

-¡Un segundo! ¡No dejes que se duerma!- escuché su grito desde la cocina.

-¿Has oído, monada? Nada de dormirse- Intentaba hablarle pero cada vez cerraba más y más sus hermosos ojos- ¡Eider! ¡No soy capaz de mantenerla despierta!- grité entrando en pánico.

-Ya, tranquilo- Daemon entró con el biberón en sus manos- Toma.

-No- me levanté con Alexia en mis brazos- Yo he tenido toda una semana, ahora te toca a tí- se la entregué- Iré a ayudar a Eider.

-Gracias- susurró.

-De nada- susurré divertido. Salí del salón para ir hasta la cocina, donde Eider estaba- Embarazada, ¿Necesitas ayuda?- pregunté y ella se asustó.

-Serás capullo- espetó divertida- Y ahora que lo mencionas sí, sí necesito tu ayuda.

-¿En serio?- hice una mueca- Yo sólo quería ser educado- ambos reimos.

-Pues te jodes- sonrió con superioridad- Oye, ¿Para que crees que me quería Carolina?

-No lo sé- afirmé- ¿Para que crees tú?

-Estamos a mano- dijo pensativa.

-Yo voy con ventaja- añadí yo ahora con tono superior- Le rompí el cuello, tú solo la llamastes zorra y otras malas palabras.

-Y es por eso que voy a prohibirte ver a Alexia- dijo con voz y expresión totalmente sería.

-¿Qué?- un fuerte dolor atravesó mi pecho.

-Es mi madre y no voy a permitirte que la trates así, así que será mejor que te despidas de Alexia, porque no la volverás a ver- espetó molesta.

-No...- hice una pausa angustiado- No puedes hacerme eso- susurré dolido.

-Puede que sea una hija de puta, pero soy una buena actriz- dijo riendo. Entonces recordé que esas fueron las palabras que le dije tras descubrir mi mentira sobre que era mi posible mate- Debiste ver tu cara.

-¡No ha tenido gracia!- grité histérico.

-La misma gracia me hizo a mí la película que tú me soltaste- contraatacó ella divertida.

-¡Daemon separate inmediatamente de esta mujer venenosa y rencorosa!- grité como un niño pequeño saliendo de la cocina- ¡Tú y yo cuidaremos a la pequeña y al bebé que viene en camino!- entré en el salón y él todavía estaba dándole el biberón a mi mini mate.

-¿Qué ha hecho ahora?- preguntó divertido.

-¡Casi hace que me dé un infarto!- exclamé levantando los brazos exageradamente- ¡Me dijo que no me dejaría ver a mi mini mate nunca más!

-¿Cómo ha podido hacerte eso?- preguntó haciéndose el indignado- ¡Eider los papeles del divorcio ya!

-¡Solo falta tu firma!- gritó desde la cocina.

-¡Oh muy bien!- exclamé de nuevo exagerando demasiado- ¡Ahora toca reírse del pobre e indefenso Tony! ¡Perfecto!- cuando terminé de gritar se escuchó el pequeño estornudo de Alexia- ¡Salud, mi vida!

-Ala, ya se te ha quitado el enfado- se burló Daemon.

-Vete a la mierda- le saqué mi dedo corazón.

-Vamonos- sonrió divertido- ¿No que me ibas a acompañar?

-Fue la emoción del momento, hombre- dije haciendo un gesto con la mano- No te lo tomes al pie de la letra- ambos reimos.

-Hey- dijo Eider entrando con su móvil en la mano- Nuestros padres quieren vernos, he intentado dejarlo para mañana pero se niegan- hizo una mueca- Quiere que nos llevemos a Alexia pero es muy tarde para ella, ¿Te quedas con ella?- me preguntó divertida.

-Por supuesto- respondí más que feliz.

-¿En serio?- Daemon se quejó como un niño pequeño.

Diez minutos más tarde ellos se marcharon dejándome otra vez a solas con mi mini mate. Aprovechando que estábamos solos fui hasta los altavoces que había en la sala y conecté mi móvil.

Como había hecho noches anteriores, pulsé el botón de reproducir sobre la canción Thinking out loud, de Ed Sheeran.

La música comenzó a sonar y yo me movía lentamente por todo el espacio libre del salón con mi pequeña abrazada a mí y su pequeña cabecita en mi pecho.

Y es que todo mi mal carácter y mis fríos sentimientos se fueron a la mierda en el instante que supe de esta pequeña babosa que tengo abrazada a mí, hasta el punto de buscar canciones lentas para que ella durmiera tranquila.

Definitivamente me he convertido en un Daemon mucho más... sensible.

Pinta un mundo para mí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora