Pinta un mundo para mí ©

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Tony.
Dos días más tarde.

-¡¿Ese es tu estúpido plan?!- grité indignado.

-¡¿Y qué piensas hacer?!- gritó Darío.

-¡No lo sé, pero desde luego no pienso esperar casi un año hasta que se cumpla el plazo!- grité golpeando la mesa- ¡Voy, lo mato ahora, y me quedo tranquilo sabiendo que no se la va a llevar a ningún lado!

-¡Alexia no está preparada, y ni siquera lo sabe!- contraatacó él- ¡Sus preocupaciones ahora son estudiar, entrenar y salir con sus amigos!

-¡Puedes encargarte tú por un puto año!- gritó ahora Daemon- ¡Estoy completamente de acuerdo con Ton, si no hacemos nada, se la va a llevar y eso sí que no!

-Gracias, hombre- suspiré aliviado de tener a alguien a mi favor- Ni siquera sabemos como se lo tomaría tu manada, ¿y si no están dispuestos a que una humana sea su Alpha?

-Eso no pasará- dijo Darío enfadado- Ellos estaban deseando que Eider asumiera el mando y ahora David los trata como a esclavos.

-¿Y si ella no quiere ser Alpha?- contraataqué de nuevo.

-¿Y si hablamos con ella y salimos de dudas?- intervino John.

-Tú cállate- espeté molesto.

-No quiero- me sacó la lengua- Vamos a por ella, le preguntamos y listo- intentó ir a por ella pero lo detuve.

-Como Alexia se asuste y se aleje de mí, te juro que te quedo sin piernas- espeté furioso, dejándolo marchar.

Minutos más tarde, en los que sólo me dediqué a pensar quinientas formas de matar a Darío, Alexia llegó al salón acompañado de John.

-¿Qué pasa?- comentó ella con energía- ¡Hola, abuelo!- gritó y se abalanzó a abrazar a Darío.

-Hola, pequeña- correspondió a su abrazo y yo gruñí demasiado fuerte.

-¿Qué te pasa?- me preguntó Alexia asustada. Sin embargo, yo no respondí nada.

-Está enfadado- le dijo John- No te preocupes.

-¿Conmigo?- preguntó casi llorando.

~¿Por qué estaría enfadado contigo, cuchitura? Ven, siéntate a mi lado~ le sonreí y ella felizmente se sentó en mis piernas. Escuché el gruñido de Daemon.

-No va a salir un bebé porque esté sentada en mis piernas- le susurré riendo y él gruñó más.

-Alexia- dijo Darío llamando su atención- Tú sabes que yo antes era un Alpha, ¿verdad?- ella asintió y yo la abracé aún más fuerte a mí- ¿Qué te parecería ser la próxima Alpha de mi manada?- quité a Alexia de mis piernas.

-¡¿Pero serás desgraciado?! ¡¿Cómo coño se te ocurre soltárselo así?! ¡Ven aquí, cabrón! ¡Te voy a decir yo quien va a ser el próximo Alpha muerto!

-¡¿Y qué querías que le dijera?!- gritó él- ¡¿La llevo a una cita en un restaurante y se lo digo de rodillas como si le fuera a pedír matrimonio?!

-¡Ahora sí que te mato!- grité aún más enfurecido.

-¿Estás bien?- escuché el susurro de Daemon a Alexia. Me paré abruptamente y miré hacia ella.

-Yo sólo soy humana- dijo ella negando repetidamente con su cabeza- ¿No que solo los hombres lobo podían ser Alphas?

-A nosotros eso nos da igual, yo quiero que tú seas la próxima Alpha- dijo Darío.

~¿Me sacas de aquí?~ Alexia estaba mirándome fíjamente. Caminé hasta ella y aparté un poco a Daemon. La cogí en brazos y salí de la casa para ir al bosque ya que sabía que eso la animaría un poco.

-Tendré que separarme de mi familia, ¿verdad?- susurró ella llorando en mi hombro.

-¿Conociendo a tu padre celoso y acosador? No, te irán a visitar todos los días e incluso más de uno se quedarán a dormir allí- intenté poner un poco de humor al asunto- Si te hemos estado entrenando ha sido para eso, cuchitura, pero tú puedes elegir no aceptar el cargo y todo estará bien- la senté en la hierba y me senté a su lado.

-¿Qué hay de mis estudios? ¿Y mis amigos?- me preguntó sorbiendo su nariz.

-Tu madre estudió con una profesora particular, ya que el primer día vino un hombre con más músculos que Daemon y acabó echándolo a patadas de la casa- reí al recordar ese día- Tú puedes estudiar en casa, si quieres.

-¿Y si no?- preguntó nerviosa.

-Si no quieres, puedo encargarme personalmente de que vayas al instituto de la otra manada- le sonreí tiernamente.

-¿Harías eso por mí?- preguntó avergonzada.

-Claro que sí- contesté divertido- Incluso arrastraría a tus amigos al otro instituto, o simplemente podrías verlos cuando vengas de nuevo aquí.

-¿Y qué hay de tí?- preguntó nerviosa bajando la mirada.

-Aprovecharé para irme lejos de aquí y poder ser feliz con mi mate desconocida que vaga por el mundo esperando a que me encuentre con ella- reí al ver su mueca- Eh- acaricié su mejilla y, agarrando su barbilla suavemente, la obligué a mirarme- Por tí haría cualquier cosa, no soy muy empalagoso, lo sé, pero nunca te prometería bajarte la luna si tú me lo pides, porque yo puedo llevarte a cierto sitio favorito con agua cuando es luna llena y después pasar días estornudando- ambos reímos- Puedo ser tu Beta si así lo deseas, a Daemon no le importa y, si le llegara a importar, me daría igual porque se trata de tí- me incliné hasta poder susurrar en su oído- Puedo pintar un mundo para tí, si tú deseas aceptarme- susurré en su oído.

-Tony- susurró avergonzada. Me separé un poco para poder mirarla a los ojos- Pinta un mundo para mí- sonreí emocionado y me incliné un poco más para besarla.