21

16.6K 1.4K 59
                                    


Tony.

-No- susurró sin siquiera mirarme.

Es oficial, David acaba de cavar su propia tumba. Bueno, en realidad ya la tenía, solo que ahora ha adelantado las cosas.

-Hey- me agaché hasta quedar en cuclillas delante de ella- Me has prometido decir la verdad.

-Sólo fue una vez- dijo después de un largo rato- Yo quería ir a un bosque y él me dijo que no. Insistí una y otra vez hasta que me pegó diciendo que siempre se haría lo que él quisiera.

~Vamos a matarlo, ahora~ la voz de Aiden resonó en mi cabeza~ Fíjate que por una vez estoy de acuerdo contigo~ dije levantándome abruptamente.

-Vamos abajo con los demás, ¿si?- sin esperar la respuesta de ella, la cogí en brazos. En menos de dos minutos ya estábamos en el salón junto a los demás, que seguían atontados- Me voy, tengo cosas que hacer- dejé a Alexia al lado de Layla.

-Tony- suspiré resignado dándome la vuelta para mirar a Darío- Acuérdate de lo que hablamos esta mañana.

-Me vale mierda lo que hablamos esta mañana- escupí con veneno- Creo que has escuchado perfectamente, ¿o estás sordo?- hablé en código para que Alexia no se diera cuenta de que casi todos los presentes la habían escuchado decir que David le había pegado.

-Concuerdo con Tony- habló furioso Daemon- ¿Te encargas tú? Yo quiero contarle toda la verdad a Alexia- Aunque susurró, lo escuché perfectamente.

-Por supuesto- miré a Alexia por unos segundos- Vendré lo más rápido posible, si no te ves capaz de contárselo tú, espérate a que venga y yo se lo cuento.

-No- dijo rápidamente- Quiero que esos hijos de puta las paguen- asentí con una gran sonrisa malévola.

-¿Alguien se anima?- pregunté ahora en voz alta.

-¿Al bosque?- preguntó Alexia feliz- ¡Yo, yo, yo!- dijo levantándose del sofá. Mi mal humor se fue, y comencé a reír.

-Ahora no voy al bosque, pero te prometo que cuando venga iremos, ¿si?- al principio se desanimó al ver que no iba al bosque, pero terminó feliz al saber que después la llevaría.

-¡Sí!- gritó feliz sentándose de nuevo al lado de Layla.

-Creo que bastante tendrán con Aiden y tú, yo no me meto- dijo burlón John. Los demás coincidieron con él.

-Bien, más diversión para mí- comenté feliz- ¿Quieres que les diga algo?- le pregunté a Eider. Ella se levantó y se acercó hasta quedar delante de mí, hizo un gesto y tuve que inclinarme un poco.

-Daemon estuvo a punto de morir y me quitaron a mi bebé durante nueve años, hasta se atrevió a pegarle- susurró amargamente en mi oído- Hazle creer que tiene una oportunidad de vivir- volvió a susurrar y mi sonrisa se hizo aún más grande.

-¿Ya te he dicho que amo tu parte psicópata?- todos reímos excepto las niñas que tampoco tendrían ni idea de que significa la palabra- ¿Alguien más?- Darío se levantó y se acercó a mí.

-Aprieta fuerte y se volverá un perro rabioso- tocó un punto exacto detrás de mí nuca- Cuando pequeño sufrió una caída muy fuerte que ni un hombre lobo pasaría sin ningún rasguño, cuando le tocas el dolor le recorre la espina dorsal y su lobo se enfurece demasiado- sonrió sadicamente y yo reí fuertemente- ¿No querías divertirte? Pues ahí lo tienes- asentí y él gesticuló el nombre de David, haciendo referencia que había hablado de él- Primero tendrás que jugar con su ejército.

-No será problema- dije abriendo la puerta- ¡Hades, ¿te apuntas?!- grité divertido. Diez segundos más tarde Hades estaba a mi lado dispuesto a darlo todo.

En otra ocasión no estaría dispuesto a llevarmelo, pero tiene asuntos pendientes con Álvaro así que no quiero que pierda su oportunidad de joderlo.

~Habiamos quedado en que yo me encargo de David, ¿no?~ la voz ronca de Aiden apareció en mí mente~ Sí, sólo quiero que tengas en cuenta la petición de Eider~ espeté autoritario~ Tranquilo, nadie me quita a mi mate y se atreve a ponerle una mano encima~ sentí el dolor en mis huesos.




Pinta un mundo para mí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora