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Tony.


-¡Tony! ¡Para!- escuché gritar a Eider. ¡¿Qué se creía que estaba intentado hacer?!

~¡¿Qué coño haces, Tony?!~ la voz de Daemon resonó en mi mente.

~¡Que no soy Tony! Voy a matarte, todo esto es tu puta culpa~ Aiden volvió a morder el cuello de Daemon~ Si me hubieras dejado matar a Carolina ahora Alexia seguiría conmigo~ Creo que Daemon supo al fin que de verdad no era yo el que estaba intentado matarlo, porque su cara se puso blanca como la pared.

Al final conseguí retomar el control del psicópata este que tenía por lobo. Volví a mi forma humana y la verdad es que me arrepentí al instante.

-¡Por dios Tony!- gritaron Eider, Alejandra y Elisa a la vez- ¡Tápate!- ellas se taparon los ojos. Aprovechando que habían tapado sus ojos las ignoré.

-¿Estás bien?- le pregunté jadeante a Daemon.

-Sí- respondió de igual forma- ¿Cómo coño lo has conseguido?- preguntó asombrado.

-¿Intenta matarte y lo único que se te ocurre preguntar es eso?- preguntó incrédulo.

~¿Mi mate está desaparecida y lo único por lo que os preocupéis es por mí? ¡Hijos de puta!~ tuve que agarrar mi cabeza por el fuerte dolor que me causaba sus aullidos.

-Está muy cabreado por lo de Alexia, la tiene David y la está utilizando para que nada le pueda pasar a él- dije cerrando fuertemente mis ojos.

-¿Quién está muy cabreado?- preguntó Eider con sus ojos todavía tapados- ¡Yo si que voy a matarte a tí! ¡Te di mi confianza y vale que mi bebé está desaparecida, pero eso no es motivo para querer matar a Daemon!

-¡Qué no era yo!- grité exasperado- ¡Ese era mi puto lobo psicópata!- hice una pausa para volver a mirar a Daemon- Vamos a buscarla.

-Propongo ir a por Álvaro- dijo fríamente Darío- por muy fuerte que aparenta ser, es un cobarde de mierda que se siente como pez fuera del agua cuando está sin la protección de David.

-Yo me encargo de David- dije fríamente complaciendo los deseos de Aiden- Mi lobo está muy enfadado, conseguirá sacarlo de la casa.

-Bien, en cuanto eso ocurra los demás vamos a por Álvaro- espetó Daemon con su voz de Alpha. Segundos después todos estábamos convertidos en lobos, con la diferencia de que yo no era yo y presentía que eso iba a pasar muchas veces hasta que Alexia regresara conmigo.

~Ni te creas que voy a obedecer tus órdenes~ gruñó Aiden hacia Daemon~ Ni se te ocurra interponerte en mi camino~ dicho eso todos salimos hacia el bosque.

Una vez llegamos, Aiden tiró abajo la puerta de la casa para entrar como si nada. ¿Y yo? Yo me sentía una basura sin poder hacer nada para salvar a mi mini mate.

~¡Cállate!~ gruñó molesto Aiden~ Así no puedo concentrarme~

~¿Necesitas concentración para tirar una puerta y parecer un puto loco psicópata?~ reí carente de humor.

~Ya me lo agradecerás cuando Alexia esté con nostros~ y por una puta vez en la vida me quedé sin nada que decir. Nada de sarcasmo, nada de humor, nada porque sabía que él tenía razón~ Ahí estás hijo de puta~ se abalanzó contra David tirándole al suelo, pero sin atacar pues tenía muy presente el peligro que correría Alexia si algo le pasaba al cabrón éste.

Se dedicó a enseñarle los dientes durante un minuto, sólo intimidando. Cuando se cansó de jugar con la presa lo soltó, algo que David aprovechó muy bien y se convirtió en lobo.

~Escuchame~ Aiden le suplicó a David.

~¡¿Qué coño haces?!- le pregunté incrédulo.

~¡Haciendo amigos, gilipollas! ¡¿Tú qué crees?!~ gruñó enfadado~ David podemos hablarlo sin necesidad de que me mates, soy consciente de que eres mucho más fuerte ya que eres un Alpha~ las palabras que Aiden le dijo hizo que él ganara confianza y en ese momento entendí que era lo que quería hacer.

~Haberlo pensado antes~ David gruñó e intentó abalanzarse a nosotros pero Aiden fue mucho más rápido y consiguió sacarlo fuera de la casa mientras nos perseguía.


-¿Dónde coño está?- Volví a pegarle una hostia. Él solo rió como desquiciado y escupió sangre.

-No lo sé- rió divertido.

-Mira como me rio, hijo de puta- Ahora le golpeé con el puño.

Hace más de tres horas que "raptamos" a Álvaro, y aunque Darío aseguró que iba a cantar como un pájaro en seguida, aquí estamos con mi paciencia casi agotada.

-¿Por qué no te vas?- me preguntó Daemon- Nosotros nos ocuparemos de esto.

~Ni se te ocurra~ espetó fríamente Aiden en mi cabeza.

-Puedo hacer esto- dije con tono frío- ¿Dónde coño está? En cuanto la recupere vas a morir así que elige la forma- reí como desquiciado- ¿Dolor? ¿Te gustaría sentir dolor antes de morir? Porque estoy dispuesto a dártelo- golpeé su nariz.

-¿Dónde queda el Tony risueño, cuchitura?- me sonrió mostrando sus dientes manchados de su propia sangre.

-Todos fuera- escupí con veneno y con tono autoritario.

-Se supone que tiene que darnos información, no que lo utilices como un saco de boxeo- se quejó Dylan.

-¡Qué os vayáis de una puta vez!- grité todo lo alto que pude- Aiden está acabando con mi paciencia y este hijo de puta no está ayudándome, así que vosotros sabréis- No les bastó más para salir corriendo de allí, quedando a solas con Álvaro.

-En cuanto salga de aquí no va a quedar ni un solo trozo de la pequeña cuchitura- lanzó un beso al aire.

-Lástima que no vayas a salir de aquí- mi voz salió algo terrorífica- El Tony risueño solo sale cuando Alexia está delante, y tú, cuchitura, no eres Alexia así que prepárate- su rostro divertido deformado por mis golpes pasó a uno de película de miedo, como si hubiera visto un fantasma.

Tal vez lo había visto, porque la poca cordura que me quedaba desapareció cuando me quitaron lo más preciado que tengo en mi vida.

Alexia.

Pinta un mundo para mí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora