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Tony.

Me puse de pie rápidamente y Alexia no tengo idea de porqué me siguió.

-Quédate aquí, ¿vale?- pregunté tiernamente.

-¿Qué ha pasado? ¿Qué te pasa?- preguntó nerviosa. ¿Pero seré idiota? Ella solo pudo escuchar el timbre y piensa que estoy enfadado con ella.

-No me pasa nada, pero no quiero que salgas de tu habitación- Iba a abrir la puerta cuando alguien se me adelantó abriéndola abruptamente, por lo que tuve que dar un paso atrás.

Un Javier nervioso y desesperado miró la habitación por unos segundos hasta que nos vio. Como acto reflejo me puse delante de Alexia, y ella se acurrucó detrás de mí, asustada.

-¡Escúchame!- Javier me agarró de la camiseta- ¡Solo me quedan unos minutos de lucidez! ¡Me están utilizando porque quieren llevársela otra vez! ¡El puto de David solo está obsesionado con su puesto de Alpha y su seguridad!- gritó furioso- ¡Tienes que hacer algo o me la voy a llevar yo! ¡¿Entiendes?! ¡Maya no es mi pareja pero me lo hace creer, así que si ella me pide que venga a por ella vendré y no porque yo quiera!- gritó histérico- Déjame marchar, cabrón- sonrió un poco- Sé que después de esto me atarás a la pata de la cama pero necesitas aprovechar esta ventaja, Maya no sabe que a veces me dan estos momentos de lucidez y yo tampoco me acuerdo después. Así que déjame marchar como si nunca hubiera dicho nada- De pronto me soltó la camiseta y miró a todos lados confundido.

-Alexia, tranquila- dije todavía mirando a Javier- No te hará daño.

-¡¿Qué hago aquí?!- gritó enfurecido asustando aún más a Alexia. En otras circunstancias lo hubiera matado por hacerla llorar, sin embargo, no es a él a quien tengo que matar- ¡¿Qué habéis hecho con Maya?! ¡Es mi mate, ¿qué no lo entiendes?!

-Maya está en tu casa, amigo- dije pacíficamente- Tú has venido aquí porque habías salido a pasear y te habías encontrado con Daemon, así que decidiste venir a visitarnos- salió de la habitación sin más- Sh, tranquila- susurré en su oído mientras la abrazaba- Nosotros sabíamos que esto pasaría, pero no voy a dejar que te lleven a ningún lado, ¿si?- dije a la vez que acariciaba su cabello- ¿Quieres ir al bosque?

-¡¿De verdad?!- chilló ilusionada quitando sus lágrimas- ¡Sí, por favor!

Salimos de la habitación agarrados de la mano y ella sonrojada por tal acto.

-¿A dónde váis?- preguntó tiernamente Eider.

-Bosque- dije abriendo la puerta- A partir de ahora yo me encargo del entrenamiento de Alexia, vosotros tenéis asuntos que resolver- sin más arrastré a Alexia hasta el bosque.

-¿Qué vamos a hacer?- preguntó curiosa cuando no hice el amago de adentrarme, sino que solo me quedé en la entrada.

-Aunque eres mi vida- tuve que reír por lo sonrojada que se puso- Eres demasiado lenta, así que eso hay que mejorarlo.

-¿Cómo?- susurró sin mirarme.

-Intenta seguirme- me transformé y salí a correr bosque adentro. Ella rápidamente salió a correr detrás de mí, pero yo aumenté mi ritmo.

~Vamos, cuchitura~ intenté alentarla~ No... Me... Llames... Cuchitura.... Eres... Muy... Cruel...~ dijo jadeando. Ella se paró y yo también me paré~ ¿Estás bien?~

-¡Sí!- dijo jadeando mientras se inclinaba hacia adelante para coger más aire- Me muero- se tiró al suelo y yo corrí hasta ella.

~Alexia, lo siento yo...~ Alexia se tiró encima de mí.

-Eres tan inocente- dijo divertida mientras reía- ¿Ahora quien es el lento sin reflejos, eh?- se lenvantó y siguió corriendo.

~¿A dónde vas?~ pregunté divertido mientras corría detrás de ella.

-¡Al agua!- gritó feliz.

~¡Ni se te ocurra, cuchitura! ¡No tienes ropa! ¡Y te vas a resfriar!~ intenté correr más rápido pero ella aumentó más su ritmo~ ¡¿Por qué corres más rápido que yo?!

-¡Porque mi padre se te adelantó y lleva meses entrenando mi velocidad!- gritó divertida y desapareció entre los árboles.
Puto padre celoso. Escuché como salpicaba el agua y supe que ya se había tirado.

Llegué hasta la orilla y me senté esperando a que saliera. Mala idea.

-Ugh, ahora olerás a perro mojado- me volvió a tirar agua y se sumergió de nuevo.

~¡Pero serás mala!~ grité indignado~ ¡Esta noche cuando te pongas mala no estaré yo para cuidarte, ¿entendiste?!~ Volví a gritar de nuevo.

-Déjame, ya me quedo yo- volví a escuchar el estornudo de Alexia.

-Y una mierda- dijo Daemon enseñándome su dedo corazón- Yo me quedo con ella.

-Que te he dicho que me quedo yo- volví a decir mientras le pegaba en la mano para apartarla de mi cara.

-Yo- me pegó en la mano.

-Pero serás pesado- me quejé- Yo me quedo- volví a pegarle en la mano y así empezamos una pelea de manos.

-¡Idos a la mierda los dos!- gritó Eider divertida- Yo me quedo con ella, vosotros aprovechad y hablad de vuestros asuntos.

-No tendría que hablar de mis asuntos si me hubieras dejado exterminarlo de una vez por todas- refunfuñé y me llevé una zapatilla de regalo por su parte.

-Largo- nos amenazó y ambos salimos a correr despavoridos.

-Menuda mujer más insensible- me quejé tocando mi cabeza.

-Y que lo digas- dijo Daemon riendo maliciosamente- ¿Te duele? ¿Te duele? ¿Te duele?- imitó la voz de Alexia mientras tocaba una y otra vez mi dolorida frente.

-¿Te duele? ¿Te duele? ¿Te duele?- Le dije y golpeé su estómago tan fuerte que lo dejé sin respiración- Solo Alexia puede hacerme eso y no llevarse respuesta de mi parte- Daemon se tiró al suelo de rodillas mientras agarraba su estómago- Ahora vamos a hablar de David, cuchitura- me puse de cuclillas y palmeé su espalda, mofándome de él.

Pinta un mundo para mí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora