Capítulo extra.

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Tony.
Dos meses más tarde.

-¿Irás a la universidad?- pregunté esperanzado porque dijera que no.

-No- dijo sonriendo- Ya se acerca la fecha y no quiero que me pille muy lejos de tí- asentí aliviado.

-Menos mal, cuchitura- besé su frente- Demasiado estrés tengo ya encima como para añadir más- ella besó mis labios.

-Tranquilo- dijo riendo un poco- Vamos a seguir durmiendo, tengo sueño- se acurrucó más a mí con dificultad y cerró sus ojos.

Sin embargo, yo estaba demasiado intranquilo como para poder dormir. En lo que yo pensaba cuanto tiempo quedaría para tener a mis lentejitas en mis manos, mi móvil vibró anunciando un mensaje.

Mensaje de papá rabioso uno:

¿Está bien? ¿Está dando a luz? Como esté dando a luz y no me hayas avisado prepárate para morir.

Reí en bajo para no despertarla y con dificultad comencé a escribir.

Mensaje para papá rabioso uno:

No está dando a luz, está dormida. Además si lo estuviera haciendo no te avisaria a tí, a la única sería a Eider y ya si eso que ella te lo diga a tí.

Te amo mucho y no me des más por culo.

Lo envié y dejé el móvil en la mesilla de nuevo. El móvil sonó minutos después pero ni siquera me molesté en mirar el mensaje.

Dos horas más tarde en las que yo no pegué ojo por nada del mundo, Alexia se despertó.

-¿Todo bien?- pregunté nervioso.

-Sí- dijo riendo- Cuando vengan ya te gritaré, tranquilo- ambos reímos- ¿Podemos desayunar? Tengo mucha hambre.

-Quédate aquí, preparo el desayuno y lo traigo a la cama- dije levantándome con cuidado de no dañar a Alexia.

-Estoy bien, ¿Sabes?- dijo riendo- Puedo andar y eso.

-¿Y? Estate ahí y ya- le regañé- Ahora vuelvo- salí a correr escaleras abajo. Mientras preparaba el desayuno estaba muy atento por si chillaba- Aquí tienes- puse la bandeja en sus piernas- ¿Necesitas que unte tus tostadas?- ella asintió haciendo un puchero.

-Tony- Se quejó Alexia.

-¡¿Ya vienen?!- me levanté rápidamente- ¡Mierda! ¡Voy a avisar a la doctora tú trata de respirar! ¡¿Necesitas que respire contigo?!- Alexia comenzó a reír como desquiciada.

-Solo me hago pis- chasqueó su lengua- Pero si quieres, respira conmigo- rió y estiró sus brazos para que la ayudara a levantarse.

-Menudo susto, por dios- susurré mientras le ayudaba- ¿Necesitas más ayuda?

-¿Harás pis por mi?- preguntó divertida- En serio, relájate un poquito que estamos bien- dicho eso fue al baño y yo unté sus tostadas.

-Gracias- besó mis labios- Lo estás haciendo genial- asentí orgulloso y ahora yo me incliné para besarla. El timbre sonó.

-Ya voy yo- besé otra vez sus labios- Tú desayuna- Al abrir la puerta todos entraron en estampida con maletas, chillidos e incluso sillas desplegables como si fueran a la playa.

-No nos queremos perder el parto de nuestra pequeñita- dijeron Elisa y Alejandra a la vez.

-¿Váis a quedaros aquí hasta que Alexia dé a luz?- Creo que mi boca llegaba al piso.

-Eso es, veo que lo has pillado- ambas tiraron de mi cachete.

-¡Alexia, mi vida, da a luz ya por dios!- grité a punto de llorar. Pero de amargura, no malintérpreteis.

-¿Qué ocurre?- dijo Alexia preocupada.

-Todos están aquí esperando a que des a luz, incluso se han traído sillas desplegables- se me saltó una lágrima.

-¿Lloras de la emoción?- preguntó confusa.

-¿De la emoción? Claro, uh viva la vida- ella rió.

-¡Cariño!- todos entraron en estampida- ¡¿Vas a dar ya a luz?!

-¡He traído la cámara!- gritó emocionado John con una cámara en la mano.

-¡¿De verdad crees que le vas a grabar sus partes a mi cuchitura?!- salté de la cama- ¡Y una mierda!

-Tony- Se quejó Alexia.

-¡¿Ya vienen?!- comenzamos a gritar todos- ¡Ya vienen! ¡Avisad a la doctora! ¡Alexia respira! ¡Nosotros respiramos contigo!

-¡Solo necesito que dejéis de gritar! ¡No voy a dar a luz!- gritó y todos nos relajamos al instante- Dejadme a solar, por favor- susurró y los eché a todos de la habitación excepto a Eider y a Daemon Junior.

Por la noche todos se quedaron en las habitaciones de huéspedes pues no tuve cojones a echarlos de la casa ya que se ponían a gritar y casi a pegarme.

-Buenas noches, cuchitura- besé sus labios y nos quedamos dormidos al instante.

-Tony- Se quejó Alexia.

-¿Qué pasa?- pregunté adormilado.

-Ya vienen- se quejó de nuevo.

-¡Ya vienen!- comencé a gritar histérico- ¡Ya vienen!- bajé las escaleras gritando- ¡¡¡¡Ya vienen!!!!- grité todo lo alto que pude.

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