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Tony.

-Pss- gruñí, acurrucándome más junto a Alexia- Pss.

-¿Qué coño quieres, Daemon?- bramé molesto sin abrir mis ojos.

-Todos están aquí- susurró para no despertar a Alexia- Van a esperar a que Alexia despierte para recuperar el tiempo perdido, pero yo no puedo esperar.

-Daemon, no pienso hacer nada contigo teniendo a Alexia aquí, pero puedes esperarme en tu cuarto con la ropa quitada, aunque sólo me entregaré a tí si prometes ser cuidadoso, creo que soy virgen otra vez- escuché su risa y sentí una hostia en mi cabeza.

-En serio gilipollas, tenemos que hablar- espetó furioso- Así que levanta.

-¿Qué más te da esperarte a que Alexia despierte?- pregunté furioso abriendo mis ojos- Está bien- suspiré y me levanté de mala gana, golpeándome el dedo meñique contra la mesilla- ¡Me cago en la...- me interrumpí a mi mismo para no despertar a Alexia- Me cago en la puta mesilla de los cojones- susurré mientras saltaba a la pata coja con mi no pie golpeado.

-Te lo mereces- espetó divertido- Vamos.

Al bajar me encontré con todos en la cocina. Elisa escupió todo el agua cuando me vio sin camiseta.

-¿Qué pasa, Elisa?- dije divertido. Notaba la mirada de alguien y después de unos segundos investigando me encontré con la mirada lasciva de Maya.

-¿Qué tal está Alexia?- preguntó Eider.

-Muy bien, la fiebre se le bajó rápido- ella asintió feliz.

-Vamos a mi despacho- dijo Daemon.

-Os acompaño- dijo Darío, levantándose.

Al entrar en el despacho, me senté en una de las sillas poniendo mis pies encima de la mesa.

-Espero que sea interesante como para dejar de abrazar a Alexia- bostecé.

-Son muchas cosas las que tenemos que decirte- dijo Darío fechando la puerta.

-¿Por qué fechas?- pregunté divertido.

-No queremos que hagas tonterías- dijo Daemon quitando mis pies de encima de su escritorio.

-¿Sabéis que Maya no me da buena espina?- ambos me miraron con el ceño fruncido- Y antes de que digáis nada, quiero comentaros una cosa que me tiene muy preocupado- ambos asintieron esperando mi chisme- No puedo oler a Alexia, su olor a vainilla ya no la impregna- ellos se quedaron igual de trastornados que yo.

-Después hablaremos de eso- dijo Daemon- Lo primero que tenemos que decirte, es que vamos a esperar por lo menos hasta que Alexia tenga los dieciséis años- asentí con comprensión- Lo segundo es que David tuvo todos estos años a Alexia.

-¡Déjame salir!- bramé furioso- ¡Voy a matar a ese pedazo de cabrón!- cuando estaba casi llegando a la puerta, Darío se tiró encima de mí bloqueandome la salida.

-¡Escúchame, Tony!- lo ignoré completamente intentando quitármelo de encima- ¡Escúchame, joder! ¡Voy a soltarte, ¿de acuerdo?!- ahí me tranquilicé un poco- Puedes ajustar tus cuentas con Álvaro, pero a David no lo toques- Aunque me hubiese gustado poder ir tras David, estaba feliz por poder jugar con Álvaro.

Darío me soltó y yo rápidamente salí del despacho hecho una furia. Mis intenciones eran salir corriendo escaleras abajo, pero escuché la puerta de mi habitación abrirse. Todo mi mal humor se fue a la mierda y solo me concentré en ella.

-Buenos días- dije sonriéndole como un idiota.

-Buenos días- dijo ella bostezando.

-¿Estás mejor?- pregunté a la vez que la cogía en brazos. Ella asintió- Me alegro, vamos a desayunar.

-¡Pero mirad a quien tenemos aquí!- gritaron todos felices al ver a Alexia.

-¿De verdad?- limpié una lágrima imaginaria- No me esperaba esta sorpresa, yo se que me amáis y esto lo demuestra- todos reímos- Nos vemos- dejé a Alexia en el suelo para dirigirme a la puerta, pero antes de salir la voz de Alexia me paró.

-¿Vas al bosque?- preguntó con tono de niña pequeña. Suspiré frustrado mientras me daba la vuelta.

-Oh, no- dije al ver la carita de pena que me estaba dando- Estás resfriada, así que no me pongas esa cara- se acercó hasta mí mientras me hacía un gesto con su mano para que me agachara, y así lo hice.

-¿Te puedes quedar conmigo?- susurró avergonzada- Papá ha llamado a Maya y se ha enterado que estamos con la familia de mi mamá, se ha enfadado mucho y tengo miedo- las ganas de matarlo volvieron a mí.

~Tranquilizate, la estás asustando~ el capullo desaparecido de Aiden volvió a aparecer y yo le ignoré.

-¿Vamos a desayunar?- ella asintió aliviada de que no me fuera, la cogí en brazos y fuimos a la cocina.

-Buenos días, tío Tony- me saludó una recién levantada Layla- Hola, Alexia.

-Buenos días serán para tí, pequeña, porque viéndote a tí con esos pelos...- comenté riendo y todos me acompañaron.

-Alexia también está así- contraatacó ella sabiendo que la defendería por ser mi mate.

-En ella se ve sexy- todos volvimos a reír excepto las dos pequeñas.

-¿Qué es sexy?- preguntaron las dos a la vez, pero nadie resolvió la duda.

-Venga a desayunar- dijo Eider riendo.

Mientras ellas desayunaban, los demás fueron al salón para no incomodarlas. Bueno no todos, quedamos Eider y yo.

-¿Te da buena espina Maya?- le dije mientras me sentaba en el fregadero.

-A tí tampoco, ¿verdad?- preguntó mientras cortaba fruta.

-Veo muy raro que una humana se tome tan bien eso de los mates y hombres lobo- ella asintió dándome la razón- Además, esta mañana cuando Daemon me ha contado lo de David, ella debería haber intentado hablar con él, ¿no crees?- ella volvió a asentir.

-Por no mencionar que le ha mentido cuando ha llamado, nosotros estábamos delante- colocó la fruta en un cuenco.

-Y Maya huele a Javier, seguro que se han acostado- hice una mueca de asco- Si tan enamorada está de David ¿por qué lo ha hecho?

-Tendremos que averiguarlo nosotros- dijo ella con voz de detective.

-Me apunto- rápidamente nos giramos para ver a un Dylan sonriente.

Pinta un mundo para mí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora