Pinta un mundo para mí ©

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Capítulo con lenguaje obsceno, si lo lees queda bajo tu responsabilidad.

Espero que os guste el cap. <3

Tony.

-¿Estás bien?- preguntó Dylan al otro lado de la puerta de mi habitación. Justo dos minutos de encerrarme en mi habitación Dylan llegó- Alexia me ha dicho que te has ido corriendo a la habitación y está preocupada por si ha hecho algo mal.

-No me pasa nada- suspiré resignado- Solo estoy...feliz.

-¿Qué estás feliz?- preguntó confuso- ¿Y por eso tuviste que salir corriendo a tu habitación?

-¿Tú eres tonto o te lo haces?- espeté con fastidio- Estoy empalmado, cabrón.

-¿Empalmado?- preguntó sorprendido.

-¿Qué ahora no sabes que significa eso?- pregunté divertido- Tanta abstinencia me está volviendo loco.

-Hijo de puta- comenzó a reír- ¿Y qué le digo yo ahora a Alexia?

-¿Y yo que sé?- pregunté con fastidio- Tú cuéntale cualquier cosa, yo me voy a duchar.

-¡Qué disfrutes la ducha!- gritó riendo.

-¡Ojalá que nunca más se te levante, hijo de puta!- grité riendo.

Diez minutos más tarde, por fin tenía la situación bajo control. Cinco minutos más tarde pude bajar hasta el salón, donde se encontraban Alexia, Dylan, Daemon, Eider y Darío.

-¿Qué pasa?- ví que Alexia estaba muy nerviosa y avergonzada.

~¡Sácame de aquí! ¡Te lo suplico!~ escuché la voz de Alexia en mi cabeza. Cuando la miré me estaba poniendo ojitos y casi se echó a llorar.

-Justo a tiempo- susurró Daemon- Siéntate- desconfiado, me senté al lado de Alexia- La estaba poniendo en situación con la época que se nos viene encima- ahí comprendí porqué Alexia estaba así- Y también le estamos dando la charla sobre el sexo- Alexia cubrió su cara con las manos.

-¡¿Estás loco?!- me incorporé abruptamente- ¡Eres un desgraciado! ¡Te has pasado!

-¡No, no me he pasado!- gritó él poniéndose de pie.

-¡Sí, sí lo has hecho! ¡A tí tu padre no te dio la puta charla sobre donde tenías que meter a tu amigo y no tuviste problema para averiguarlo! ¡Eider ni siquiera sabía que era esa puta época donde tú te la pasabas como perro en celo con tu amigo levantado, así que no veo cual es la puta necesidad de hacerle pasar tan mal momento a Alexia! ¡Y si se la quieres dar, no hace falta que estén delante su abuelo o los amigos de su padre, gilipollas!- Cogí a Alexia de la mano y me la llevé fuera de la casa.

-Gracias- susurró avergonzada- Ha sido un momento muy traumante, aunque han sido más delicados que en clases.

-¿También te la han dado en clase?- pregunté divertido y ella asintió.

-Utilizando términos como montar en forma lobuna y cosas aún más desagradables- me atraganté con mi propia saliva y creo que casi me ahogo allí mismo- Tú nunca me harás nada de eso, ¿verdad?- me atraganté aún más y comencé a toser fuertemente.

-No, por dios, Alexia- dije totalmente nervioso- Ni siquera eres loba como para hacer...esas cosas- Creo que me traumé al imaginarme teniendo sexo en forma lobuna con ella en forma humana.

-Gracias al cielo- suspiró aliviada- Antes te fuistes por ese motivo, ¿verdad?

-Ugh, dios mío-susurré frustrado- Sí, sí fue por eso.

-Dylan no sabe guardar secretos, incluso llegó gritando ¡se ha empalmado, el muy cabrón se ha empalmado!- susurró totalmente avergonzada.

-Voy a matarlo- espeté furioso- Yo soy el más guarro en ese sentido de todos nosotros, pero contigo podría haberse cortado un poco.

-¿Puedes ayudarme a vengarme de mi padre?- preguntó Alexia inocentemente- Me ha hecho pasar vergüenza delante de mi abuelo, Javier y Dylan.

-Tú naciste de un juego a base de fresas con chocolate y nata- solté malicioso- Tu madre le obligó a meterselo incluso antes del acuerdo de no hacer nada antes de sus diecisiete.

-¡Tony!- gritó avergonzada- ¡No quería saber como me hicieron!

-¿No querías venganza? Cuando tengas la mejor oportunidad pide fresas con nata y chocolate.

-Eres...eres un guarro- espetó divertida.

-Pues esto no es nada, cuchitura- pellizqué su nariz- ¿Qué te parece si vamos al bosque y seguimos con nuestra sesión de besos?- pregunté con voz ronca.