Hundida

32 0 1
                                    

Fui a la cocina. Me hice de desayunar un café y un croissant. Me lo comí allí mismo en la cocina. Cuando terminé, lo fregué, saqué todos los platos del lavavajillas y los guardé. Limpié las paredes, encimera, frigorífico, vitrocerámica y suelo.
Cogí el móvil y me salí de la cocina para que se secara todo.

Me senté en el sofá y miré la hora. 11:00hh.

Pablo salió de su habitación en calzoncillos, sin camiseta y descalzo.

-Buenos días Lana. -Dijo sonriente.

-Buenos días Pablo.-Dije con una sonrisa leve.

Pablo se sentó a mi lado.

-Tus seguidoras creen que somos pareja. -Dijo riendose.

Sonreí levemente.

-¿Qué te pasa, Lana?-Preguntó.

¿Qué que me pasa? Que me encantaría besarte, que fueras solo mío, abrazarte, achucharte... ayy, que qué me pasa.

-Nada. -Dije mirandolo.

-¿Nada? Sabes que me lo puedes contar todo.-Dijo.

-Pero es que no sé si lo que yo quiero es lo que tu quieres. -Dije con tono apenado.

-¿A qué te refieres?-Preguntó.

-¿A qué me voy a referir, Pablo?-Pregunté.

-¿Estás enamorada de mí?-Preguntó.

Ayy, has dado en el clavo.

-Exactamente. Seguro que tú no, ¿verdad?-Dije. Tal como lo dije me levanté.

-Lana, por favor, sientate. -Dijo agarrandome del brazo.

Me dí la vuelta, me senté y lo miré. Tal como me senté me soltó del brazo.

-Aver, ¿ya lo has oído no?-Dije con los ojos rotos.

-Lana, lo que tu sientes por mí, no es correspondido. Venía a decirte que tengo novia.-Dijo.

Me levanté. Cogí mi móvil y rapidamente, abrí la puerta de mi habitación, entré y cerré con pestillo.

Me tumbé en la cama dejando mi móvil en la mesita de noche.

Esas palabras me hundieron. Yo lo quiero, lo requiero, y lo querré siempre. Entonces, ¿por qué me besó, me tocó el culo y me acarició? Para destruirme.

Rompí a llorar.

Valiente gilipollas... solo quería fardar de famosa. Pero, ¿por qué a mí? Con esa guarra que no se atreva a entrar aquí.

-Lana, abre por favor, vamos a hablar. -Dijo calmado.

-Pablo, déjame tranquila. ¿No has tenido bastante? ¿Qué quieres?-Pregunté rota de dolor.

-Déjame entrar y hablamos. O sal tú. -Dijo bastante calmado.

Me levanté, quité el pestillo y abrí la puerta. Lo dejé pasar y cerré. Pablo encendió la luz, mientras yo, me senté en la cama. Y él, se sentó a mi lado.

-¿Qué quieres?-Pregunté llorando.

-Hablar contigo. Lana, ¿Mi novia se podría quedar aquí unos días?-Preguntó serio.

-Pablo, vete a tomar por culo.-Dije haciéndole un corte de manga.

-Lana, sé que estás dolida conmigo.-Dijo acariciando mi rostro.

-Pablo, eres un cabrón. ¿Dolida? Más bien decepcionada. No pensé que una persona fuese tan hija de puta. ¿Para qué querías hablar conmigo? ¿Para preguntarme que si tu novia se podría quedar aquí? Vete a tomar por culo. -Dije llorando. 

-Lana, por favor...-Dijo con la voz rota.

-¿Qué quieres? Pablo, ya me he cansado de que jueguen conmigo, ya me cansé de ser tu juguete. Así, que por favor te pido, que por unos días te vayas a un hotel y me dejes sola. Necesito reflexionar sobre esta situación. Ya te llamaré cuando haya tomado una situación.-Dije, de nuevo, llorando.

-Estoy de acuerdo. Ahora me visto, recojo mis cosas y me voy.-Dijo levantandose. Salió de la habitación y cerró la puerta.

Me tumbé en la cama y a llorar como una magdalena.

¡Kiss Me! [+18] [FANFIC LANA DEL REY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora