Encantado

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Cuando nos separamos, nos levantamos de la bella pradera, y nos fuimos al coche. Esta vez, ese camino oscuro, tenía luz. Pablo abrió el coche y nos montamos.

Nos pusimos los cinturones, y emprendimos la marcha.

Cogí mi móvil. Era las 17:59hh.

-¡Ostia puta!-Grité.

-¿Qué pasa?-Preguntó.

-Que mis padres venían a las 18:00hh y ya son las 18:00hh. Y es casi una hora de camino. Joder, el sermón que me va a caer.-Dije preocupada.

-Si te regaña tu padre, no te preocupes, yo te cubro. -Dijo acariciando mi mano izquierda con una sonrisa tierna. A este bello gesto, respondí con una sonrisa y agarrando su suave mano.

Cuando al fin llegamos a mi casa, estaban mis padres y Manuel en la puerta.

Pablo aparcó el coche.

-¿Por qué están tus padres en la puerta?-Preguntó.

-Por culpa de Ethan. Cogió la llave del felpudo.-Dije.

Asintió con una gran sonrisa.

Nos quitamos los cinturones de seguridad y bajamos del coche. Pablo cerró el coche con la llave manual.

Pablo se puso a mi lado y caminamos hasta la puerta. Y llegamos.

-Encantado, soy Ricardo Montero, el padre de Lana. -Dijo mi padre sonriente.

-Encantado, soy Pablo García, un amigo de Lana. -Dijo Pablo con una gran sonrisa.

Se dieron un apretón de manos acompañado de una gran sonrisa.

-Encantada, soy Rosana Del Rey, la madre de Lana.-Dijo mi madre sonriente.

Pablo y ella se dieron dos besos en la mejilla.

-Encantado, soy Manuel Cortés la pareja de Rosana. -Dijo Manuel con una gran sonrisa.

Pablo y él se dieron un apretón de manos.

-¿Cómo que la pareja de Rosana? Si Rosana es mi mujer.-Dijo mi padre enfadado.

-Papá.-Dije agarrandolo del brazo.

-Luego te lo explico Ricardo. -Dijo mi madre molesta.

Saqué la llave de mi bolso y abrí la puerta y la volví a meter en mi bolso.

Entraron mi padre, mi madre, Manuel, Pablo y yo.

Cuando entré, cerré la puerta. Pablo me esperó.

Manuel y mi madre se sentaron juntos, mi padre presidiendo la mesa. Manuel en el lateral izquierdo y nosotros en el lateral derecho. Por lo tanto, teníamos Pablo y yo a Manuel enfrente.

-Mamá, Pablo se va a quedar aquí dos meses ya que no tiene otra casa donde quedarse, por que le están reformando la casa. No sé si te importará. Y te lo pregunto a ti, por que papá ya no manda. -Dije sonriente.

-Claro que sí. -Dijo. -Pablo, te puedes quedar aquí el tiempo que quieras. ¿Yo ya te conocía del instituto, no?-Añadió mi madre.

-Sí, usted y yo, ya nos conocíamos de antes. De aquella época del instituto. -Dijo Pablo muy sonriente.

Mi madre echó a reír. -¿Usted? Puedes tutearme. ¿Qué edad tienes?-Preguntó mi madre dirigiéndose a Pablo.

-Tengo veinte y tres. Y Lana, tiene diecinueve. -Dijo Pablo mirándome a mí.

-Muy bien. Os lleváis cuatro años. Como yo con Manuel. -Dijo mi madre cogiéndole la mano a Manuel.

-Vamos a dejarnos ya de mariconadas. ¿Por qué coño estás aquí con tu amante? Eh, zorra. -Dijo mi padre dirigiéndose a mi madre.

-Lo de zorra se lo dices a las putas con las que te juntas a mamá no. Pedazo de sinverguenza. Se te debería de caer la lengua a cachos. Pedazo de maricón. -Dije enfadada dirigiéndome a mi padre.

-¡Lana, a tu puto cuarto!-Me ordenó mi padre enfadado.

-¡Qué ya no tengo dieciseis años! Que ahora tus mandatos me los paso por el coño. Anda, y que te den por culo. Maricón escondio'-Dije enfadada.

Pablo estaba apunto de estallar ante ese comentario. Pero no de enfado, sino de la risa.

-¡Que sinverguenza!-Gritó mi padre.

-Yo seré una sinverguenza, pero esta sinverguenza tiene gente que la quiere. No como tu, que mamá y yo estabamos deseando de que te callaras la puta boca. Porque no hay un dios que te aguante. Pedazo de maricón. Que con una mujer te subes pero si ahora, Pablo te echa cojones y te achantas cual perro. Por que eso es lo que eres un maricón, perro y menos mal que te fuiste a China. Que me tenías como una puta chacha. Y sí, me insultabas, me humillabas, ante yo no valía nada. Y menos mal que te fuiste. Desde que te fuiste, mamá y yo somos felices. Que le pegabas a mamá para hacerte el machito. Anda, que ojalás te arruines y te quedes en la calle. Por que en esta casa no te vas a quedar ni muerto. Así que ya me he quedado agusto. Y ahora ladra, que me lo paso por un oído y me sale por otro. -Dije bastante enfadada.

Pablo acarició mi muslo derecho. Le respondí de la misma forma.

-Lana, Pablo irse por media hora, por favor. -Dijo mi madre.

-Vamos a traer las maletas, y ya de paso nos damos una vueltecita. -Dijo Pablo.

-Toma, machote. Pa' que la invites. -Dijo Manuel y guiñó un ojo.

Manuel sacó de su cartera un billete de cincuenta euros, y se los entregó a Pablo.

Me despedí de Manuel y mi madre con dos besos en la mejilla.

Pablo se despidió de mi madre con dos besos en la mejilla y de Manuel, con un apretón de manos.

Y sí, de mi padre no se despidió ni dios.

Pablo me cogió de la cintura. Cogí mi bolso. Abrí la puerta, salimos y cerré.

Nos cogimos mutuamente de la cintura y caminamos hasta el coche.

Cogí mi móvil y Pablo y yo nos hicimos una foto.

-¿Cómo te llamas en instagram?-Pregunté.

-pablito_92-Me contestó.

Asentí. Lo busqué. Lo agregué. Subí a instagram la foto que nos hicimos antes y lo etiqueté.

Guardé mi móvil. Pablo abrió el coche y nos subimos. Cerramos las puertas. Nos pusimos el cinturón de seguridad. Y emprendimos la marcha.

Miré la hora. 20:30hh.

¡Kiss Me! [+18] [FANFIC LANA DEL REY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora