Pedazo de cita

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Antonio estaba esperándome en la puerta con un ramo de rosas. Y una gran limusina tras él.

-Ohh, gracias. Qué mono, por favor. -Dije sorprendida.

Cogí el ramo y lo saludé con dos besos. Me dió paso, entré en la limusina, luego él. El chófer cerró la puerta. Dió la vuelta, se montó y empezamos la marcha.

-¿Quieres champán?-Preguntó Antonio amablemente.

-Vale. Gracias. -Respondí.

Me dió una copa de champán. Le dí un trago.

-Antonio, yo no sé como te voy a corresponder de la manera como me has recibido. Yo, estoy asombrada. -Dije preocupada.

-¿Nunca te habían preparado una cita así?-Preguntó.

-No. -Respondí.

Abraham nunca me había hecho una cita así. Jamás. Ahora mismo estará follándose a Jennifer.

-¿Tienes novio?-Preguntó.

-Casi casi, jaja. Pero vamos, como si lo fuera. Aunque no me lo ha pedido. Bueno, prometida. ¿Y tú?-Respondí.

-Yo no. -Dijo sonriente. -Pues qué novio tan poco detallista tienes. -Dijo.

Se me cambió la expresión de la cara. Ahora, mi expresión facial, era seria, pálida. Antonio tenía razón. Abraham nunca me había echo estas cosas. Ni Abraham, ni Fran, ni Cristian...

-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?-Preguntó Antonio preocupado, colocó su mano en mi espalda.

-No nada. No me pasa nada. Hablemos de nosotros. -Dije cambiando mi expresión facial.

-¿Cuántos años tienes? ¿De dónde eres?-Pregunté sonriente.

-Tengo veinte y dos años y soy de Valencia ¿Y tú?-Respondió Antonio.

-Tengo diecinueve años y soy de Madrid. -Dije sonriente.

-¿Estudias o trabajas?-Preguntó Antonio mostrando interés.

-Trabajo a veces. Ya sabes esto de la televisión. ¿Y tú?-Respondí.

-Y ya sabes cómo es el mundo de la música, las fans... -Dijo sonriente.

Sonreí.

El chófer abrió la puerta. Antonio me hizo una señal para salir. Salí del coche detrás de Antonio.

Estábamos en un lugar oscuro. El chófer y el coche desaparecieron. Antonio me cogió de la mano y caminamos hasta una bella pradera. Esta pradera es a la que me trajo Pablo.

Nos sentamos en la bella pradera.
Mi móvil empezó a sonar. Abrí el bolso. Saqué el móvil. Era Abraham. Puse el móvil en silencio. Le colgué el teléfono. Guardé el móvil y cerré el bolso.

-¿Tu novio está de los nervios?-Preguntó.

-Según un amigo en común nuestro, él está con una amiguita.-Respondí.

-¿No seré algo por venganza?-Preguntó.

-Para nada, Antonio. Yo cuando te conocí estaba bien con mi novio. -Respondí.

Suspiró de alivio.

Nos levantamos y empezamos a caminar. Antonio y yo nos cojimos de la mano.

-¿Cómo esque tu novio se atreve a engañarte?-Preguntó preocupado.

-Él sabrá. -Respondí.

-Yo si fuese tu novio, no te engañaría ni tú quedarías con otros chicos. Tú y yo y que le jodan al mundo. -Me dijo tiernamente. -Ayyy, Lanita mía. -Añadió.

-Has acertado mi nombre. -Dije riendome.

-¿Ves? Soy un mago. -Dijo orgulloso.

-Qué tonto eres. -Dije riendome.

-Tu tonto. No de cualquiera. -Dijo sonriendo.

Sonreí. Llegamos hasta la puerta de mi casa. Yo estaba delante de la puerta, por lo tanto, tenía la puerta detrás. Antonio estaba delante mía.

-Hasta aquí llegamos, morena. Aquí ha acabado nuestra cita. ¿Quedamos el sábado?-Dijo tiernamente.

-Vale. Quedamos mañana. Gracias por esta pedazo de cita, Antonio. -Dije despidiéndome.

Nos despedimos con dos besos en la mejilla.

Me dí la vuelta. Abraham me abrió la puerta, me cojió por el brazo, me empujó hacia dentro, haciendo que el ramo de rosas cayera al suelo. Al mismo tiempo,  cerró la puerta.

¡Kiss Me! [+18] [FANFIC LANA DEL REY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora