- ¡Pero que mier@$#! ¡Te pasa!... ¡au! - dice él agarrándose con dolor la nariz para detener el sangrado. - duele...
-Eso era lo que quería ocasionar-le digo observándolo mostrando ninguna emoción.
-¿Qué?- dice susurrando tratando de detener el sangrado de su nariz- ¿Por qué?
-Las emociones fuertes, o sentimientos, atraen la atención de todos los sentidos; tu sentías ira y eso era lo único que veías-lo miro con detenimiento, agarro mi pañuelo de color celeste pastel para detener la pequeña hemorragia-Toda la atención de tus sentidos estaban ahí y lo único que podía despertarte era el dolor que cause, ahora dolor sientes y nada más. Al menos así puedes prestar atención a tu alrededor y entender lo que te hablo.
- Duele- después de todo este tiempo su mirada vuelve a reencontrarse con la mía, solo bastaba eso para que el tiempo se detuviera. El verde cautivador de su mirada me siento atrapada y sin querer escapar.- yo...mmm... ¿creo que...digo- me observa confundido-¿era necesario hacerlo?
-Sí, ya has causado muchos destrozos...mm ¿no creo que quieras que te cobren por más?
-Mi hermano se encarga de eso-dice de manera fría y neutral-él sabe de lo que sufro.
Uziel
Últimamente mi hermano ya no nos protege como antes de Gregory, sé que tal vez sea por su futura esposa pero tengo el presentimiento de que es algo más. Aleck sabe de mis ataques de ira, sabe que no puedo controlarme porque lo he intentado y no ha funcionado...no puedo detenerme por mi mismo hasta quedarme muy cansado, o que milagrosamente me quede dormido.
-Y tú también-me mira detenidamente- creo que al menos puedes intentar controlarte...
¿Cómo puede ella decirme que lo intente si nunca funciono? Además, ¿Qué sabe ella de mí?
-Lo he intentado, nunca funciona ¡nunca!, al final solo acabo destrozando todo a mi alrededor- digo enojado, no quiero que pase de nuevo porque no quiero lastimarla. No, no quiero que pase, pero no puedo controlarme.- Solo cuando ya no tengo nada que destruir es cuando al fin me detengo jamás funciona jamás
-Pero puedes volver a intentarlo-¡¿Qué acaso no entiende?! Ya lo intente infinitas veces jamás funciona, ya es tarde.
Cuando baja su mano con el pañuelo ensangrentado sostengo duramente de su muñeca, forcejea y eso solo lo empeora más.
-Cuida lo que dices-por una milésima de segundo veo miedo en su mirada y eso me alienta a seguir intimidándola, pero también a dejar de ser un estup*** y consolarla. Aprieto más su muñeca sin querer hacerlo en realidad pero poco a poco dejo de tener control sobre mi cuerpo.
Entonces ella solo deja de forcejear, eleva su mirada conectando con la mía y no tiene algún rastro de miedo o lagrima alguna en rostro. Su mirada neutra, sin algún tipo de emoción o sentimiento y su brazo completamente inerte hacían que por alguna extraña razón no explotara en este mismo instante.
-No te tengo miedo- me dice sin alterarse, solo con voz pausada como queriendo transmitir calma, tranquilidad. Y lo hace.
Una parte de mi quería que no lo hiciera, quería que peleara, sufriera y estallara en llanto pero poco a poco estoy teniendo el control de mi cuerpo y mi vista se vuelve más clara al verla a ella tan serena.
Entonces dejo de tensar mi cuerpo...
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Esta es la historia de Niobe
RandomNiobe era diferente a las demás niñas de su edad, no era de socializar ni de jugar a las muñecas, cuando creció tampoco era de estarse maquillando ni hablar de chicos. Veía el mundo de una manera diferente y única, era feliz aunque no lo demostrara...