Observo detenidamente a mi padre, sorprendida al verlo mirándome con una sonrisa y brillo en sus ojos de manera particular...con tanto afecto.
-Se veía tan...tan pequeño, tan débil...tan frágil que tuve tanto miedo cuando me lo entregaron envuelto en mantas blancas a mis brazos, todo era completo silencio cuando lo vi.- su voz se oye tan quebrada- Cuando le enseñé a tu madre, el bebé entre llantos puso su manito los labios de ella y comenzó a calmarse cuando recibió besos por parte de su madre.
Nunca había pensado en tener una familia, hijos, esposa...hasta ese momento...cuando los vi...tu madre junto al pequeño ser; comenzó a surgir nuevos sentimientos... nuevas cosas dentro de mí...
Quería protegerlos...de cualquiera y a cualquier costo, ya nada me importaba más que ellos, ni siquiera mi familia.- ríe levemente- en ese momento antes de que tu madre quede dormida y el pequeño bebé lo llevaran a una incubadora, le pedí una cita a tu madre.
-¿Su primera cita?-se encoje de hombros, sonrío levemente.
-Creo que me enamore de ella desde el primer momento en que la vi pero nunca le tome importancia, hasta darme cuenta que tu madre era alguien fuerte que luchaba ante cual adversidad que se le presentará. A pesar de que ese bebé era de un hombre que no la ama, regresó porque tenía la esperanza de que cambiaría por el bebé. Si se equivocó, pero ella siempre creyó que dentro de toda persona se encontraba algo bueno. En sus momentos de lucidez cuando vivía con él, ella me conto que amaba a ese bebé y que tenía corazón para abortarlo; a Gregory le importaba muy poco así que cuando hacia sus fiestas le obligaba a drogarse y beber a pesar de que ella se estaba esforzando en dejar aquel vicio por su futuro hijo.
-Porque ella ya había perdido otros ¿verdad?
-Si- cierra los ojos con dolor. –Ella comenzó a reírse por mi petición pero acepto, claro que tuve que esperar dos meses para que salga de la clínica y un mes más para que separara un poco de Alek, así lo llamamos. Le convencí que le pusiera mi apellido, así él no sabría nada de su hijo y tampoco tendría ningún poder sobre él.
Comenzamos a salir como cualquier pareja, me oculte de la prensa de la mejor manera que podía, viajamos constantemente a varias pequeñas ciudades. Parecía que Elena estaba mucho mejor, comenzó hablar con su padre y le contaba sobre su hijo con alegría; Paolo y mi padrino me ayudaron económicamente porque no podía trabajar sin que me reconocieran.
Elena y yo teníamos una relación más cercana, aún estaba en la zona del amigo y sabía que tenía muy difícil el camino a su amor. Alek iba a cumplir su primer año cuando mis padres me encontraron, no estaban de acuerdo que estuviera con Elena y mucho menos cuando les mentí diciendo que el bebé era mío.
Tus abuelos tenían el pensamiento arcaico de que después de casarme vienen los hijos, también estaban en contra de que estuviera con una mujer con hijos y/o divorciada; ellos nunca me obligaron ni me dijeron, pero yo sabía que querían que me casara con alguien de alta sociedad y de buena familia.
Por eso Verónica era la mejor opción.
-Ya veo.
-Cuando ellos nos dijeron que abandonáramos a Alek en un orfanato cambiando su apellido ni siquiera lo pensé, los eche de la casa en donde vivíamos en ese momento. Estaba demasiado enojado con ellos y que vinieran exclusivamente para llevarme sin importarle a los demás, sin importarle el bienestar de Elena o de mi...de Alek. –mi padre aun lo ama, no importa lo que pase Alek siempre será su hijo para él.- pero a los meses lo consideramos como una opción.
-¿Por qué?
-Gregory nos había estado siguiendo, al ver que nos estábamos quedando más tiempo en esa pequeña ciudad el decidió quedarse aquí.
-¿Entonces ustedes estaban viviendo aquí?
-Sí, parecía un buen lugar. Hay escuelas, supermercados, hospitales, todo lo que necesitábamos para nuestro hijo pero cuando llego él la ciudad se volvió insegura.-abre un pequeño cajón cuando se acerca a mi lado en donde su velador, saca una fotografía y me la entrega.- Antes incluso podías dejar tu vehículo o alguna pertenencia en la calle y nadie te la robaba, todo era más colorido y mucha gente venía a pasar sus vacaciones.
Tiene razón, en la fotografía se ve una ciudad tranquila y llena de paz y de mucha gente; niños jugando en las calles, vendedores con sus clientes sonriendo y a mis padres llenos de alegría sosteniendo a un bebé que mira con curiosidad a la cámara. Sus ojos no son iguales a los míos pero su mirada si, su nariz y el color de su poco cabello si es igual al mío.
-Nos había amenazado por mensajes de texto, de muchas formas hasta hizo estallar una tienda que segundos antes habíamos entrado para comprar ropa para Alek y eso la gota que rebalso el vaso.
-Entonces es cierto, lo dejaron en un orfanato lejos de este lugar ¿verdad?...y cambiaron su apellido.-digo con tristeza, mi padre se ve tan vulnerable...tan indefenso que solo asiente.- ¿y mis abuelos estuvieron felices supongo?
-No, porque antes de hacerlo los culpe...y sé que estuvo mal pero lo hice.
-¿Por qué?
-Porque creía que si ellos me hubieran ayudado, si la hubieron dejado en nuestra mansión y la hubiéramos apoyado como se los pedí nada de eso hubiera pasado. Ni si quiera me hubiera ido de su lado.
-Y ahora eso estuvo mal.
-Estuvo mal la forma en que se los dije pero no lo que reclame, no sé qué paso después con ellos porque tuvimos que irnos...a pesar de que no queríamos y que Elena me rogaba por quedarnos...tuve que hacerlo.
Sabíamos que Gregory no encontraría a Alek, lo enviamos a un orfanato no muy conocido y muy seguro; le habíamos pagado al director del por la seguridad de nuestro hijo, mencionándole que la buscaban a Alek y que no saliera de la casa hogar en ningún momento.
Pero...
-El salió
-Si...habíamos viajado a otro país y estábamos viviendo en la casa de los padres de Elena; no podíamos contactarnos con nadie si queríamos estar a salvo, pero no lo soportamos y volvimos en dos semanas para ver a Alek.
El orfanato estaba calcinado...-abro los ojos completamente estupefacta y horrorizada.
-No...No no-susurro dolido- ¿y los niños?
-Fallecieron cuatro- mi corazón duele- heridos había cincuenta y solo había uno desaparecido.
-A...Alek.
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Esta es la historia de Niobe
RandomNiobe era diferente a las demás niñas de su edad, no era de socializar ni de jugar a las muñecas, cuando creció tampoco era de estarse maquillando ni hablar de chicos. Veía el mundo de una manera diferente y única, era feliz aunque no lo demostrara...