Capítulo 43: No quiero morir

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Kristina

Me quedo quieta al mirar mi reflejo en el espejo, mis ojos que son una extraña mezcla de azul con toques ámbar ahora solo resalta el azul.

Siempre odie el rubio y lo sigo odiando, porque mi "madre" es rubia y mi padre igual pero un poco más castaño; también tuve la desgracia de tener los ojos azules pero me gustaba resaltar el ámbar que también llevaba y eso es de parte de mi madre biológica.

Su foto la tengo oculta debajo de mi almohada, ella era una mujer de piel morena clara, su cabello castaño le llegaba hasta la cintura y sus ojos mieles eran los que más resaltaban. Ella era hermosa, apenas tenía 20 años cuando conoció a mi estu**** padre y se enamoró desgraciadamente. Ella se encargaba de la administración financiera de su empresa, pero cuando se hicieron amantes la quiso mas cerca y la hizo su secretaria.

Estuvieron juntos por tres años hasta que se enteró que él tenía esposa; lo dejó, renuncio y se alejó de él por un año.

Eduard fue a buscarla, llego hasta su hogar y le prometió amor verdadero, ella cayó y volvieron a estar juntos. Meses después se entera que está embarazada y también que tenía cáncer, uno medianamente avanzado.

Se negó a tener resonancia magnética, por miedo a que salga con alguna malformación o alguna enfermedad. Lo hizo por mí, dio su vida por mí.

Lo cual mi padre no hizo, los primeros meses intento convencer a mi mamá para que abortara...porque, según él, ella podría curarse y no había tiempo que perder.

Es cierto que si ella hubiera hecho eso ella ahora estaría viva, pero la verdadera razón por la que mi padre quería que ella abortara era porque su esposa ya comenzaba a sospechar. Ella también estaba embarazada y más paranoica de lo cotidiano, incluso llego a ir a la casa de mi madre donde vivía con sus padres. Por suerte ese día ella no estaba.

Mi padre apoyo a mi madre económicamente los primeros cuatro meses, ya no la veía tan seguido y simplemente dejo de verla...desapareció y la dejo sola por miedo a que lo descubriesen.

Por cobarde.

Ella renuncio por dignidad supongo, se alejó definitivamente de él y sus padres la apoyaron durante todo su embarazo sabiendo que probablemente muriese al dar a luz.

Y eso ocurrió.

Ella murió a tan solo cinco minutos de verme por primera y última vez, dicen que sonreía desde que me vio hasta su muerte.

Ella era hija única y para sus padres yo era lo único que tenían de ella, soy su única nieta...su única descendencia.

Pero eso a Eduard no le importó al arrebatarme de los brazos de mis abuelos una semana después, les amenazó diciendo que los denunciaría porque no querían devolverle a su hija biológica.

Ya que mi madre había muerto, según las leyes mi padre tenía la custodia total...pero nunca lo hizo oficial. Solo elimino todos mis registros y volvió hacer uno nuevo, haciéndome pasar como la hija que su esposa perdió ese mismo día que él me alejo de mis abuelos.

Su esposa no se dio cuenta, nadie lo hizo excepto yo.

Mirando fijamente mis ojos me quito la peluca rubia, revelando mi cabello morado intenso y así resaltando el color miel de mis ojos.

El estilista se dio cuenta que no me agradaba que pintaran mi cabello a rubio así que renovó mi color morado, al terminar me dio una peluca rubia con cabello natural y se lo agradecí.

-Solo tengo que usar esto hasta el domingo...solo hasta el domingo-voy hacia el baño de mi habitación y la cierro con seguro.

Marco el número de Steve en celular que no podrán rastrear y espero a que conteste.

Esta es la historia de NiobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora