Capítulo 46: Decidí quedarme con tu madre

15 2 0
                                    

-No-toma unos breves segundos en silencio antes de volver hablar, yo evito mirarlo...no quiero verlo ¿Cómo debo hacerlo? ¿Con compasión? ¿Con...comprensión? ¿Dolor...? Además también me siento traicionada...enojada con ambos por ocultar tantas cosas y tan graves- Al día siguiente en la revista de chismes, no recuerdo exactamente el nombre, aparecí yo cargándola inconsciente y se decía que yo la había drogado. Por suerte y debido a la oscuridad el rostro de Elena no pudo verse, pero el mío si y al enterarse mis padres pagaron mucho para que esa noticia fuera cancelada esa misma tarde argumentando que esa foto era falsa. Pero aquella revista en un principio no quiso aceptar nada a cambio, hasta que mi padre lo amenazo con una denuncia de difamación y reabrir otros casos de personas públicas que también habían sufrido por esa revista de difamación.

La había llevado a la clínica de mi padrino, que era un doctor con un alto prestigio, la reviso y la desintoxicó pero dijo que era necesario que estuviera internada por un determinado tiempo; quería saber cómo estaba el embarazo, me prometió que solo él y algunos de sus enfermeros y una doctora de confianza lo ayudarían porque yo no quería que esto saliera a la luz.

No me hubiera gustado que su familia se enterara por terceros y tergiversando la historia.

Llame a mis padres contándoles lo que había pasado al día siguiente, pero ellos ya se habían enterado por la revista y estaban haciendo de todo para invalidar dicha información; obviamente estaban enojados conmigo, tuve que ir a casa obligadamente y ahí me dijeron lo que iba hacer.

Siento el peso de sus palabras, lo último que dijo no me agrada...sobre todo en el tono que lo dijo.

-Lo que debía hacer...nunca debí hacerlo- mis manos se cierran en puño sobre mis rodillas-Mi padrino se negó a darle el alta cuando todavía faltaba muchos procedimientos para estabilizarla y recuperar la salud de tu madre. Así que mis padres me dijeron que no la visitaría en el hospital ni en ningún otro lugar, ya no la volvería ver nunca más y que cuando finalice todo du tratamiento la dejaran irse.

-¿A dónde?

-Ni si quiera ellos sabían, solo querían que desapareciera de su vida y de la mía...yo solo hice lo que me obligaron hacer, ni siquiera proteste...no hice algo para evitar que se fuera- su voz se quiebra un momento- llame a Verónica ese mismo día para este atenta al cuidado de su amiga pero ella me reclamo, porque yo tenía que estarla cuidando...pero según yo ese no era mi problema.

Lo sé y te pido perdón, a esa edad estaba enojado con todo el mundo; con mis padres por no dejarme hacer lo que se viniera en gana, con Verónica por casi obligarme a ayudar a su amiga, con mi familia por ser tan insensible, con Paolo por no estar apoyándome en ese momento debido a que sus padres lo obligaron a estar más pendiente de sus estudios universitarios.

Cuando le dieron el alta ella se fue, no sabía dónde y tampoco me intereso pero meses después su padre me llama- abro los sorprendida con la cabeza gacha todavía mirando mis manos abriéndose- Verónica le había contado a su madre, tu abuela, donde se encontraba Elena; ella había regresado con él y no la dejaba irse porque al parecer la estaba engañando al traer a otra mujer a su casa.

Pero su madre no le dio importancia, en ese momento ella estaba perdida por que su hija mayor no regresaba del portal; su padre tomo el mando de la familia y me llamo porque según Verónica yo era un buen amigo al que también le preocupaba el paradero de Elena.

-Pretendiente ¿verdad?

-Sí, así entre a su vida otra vez. Ignore a mis padres, no negué la ayuda que necesitaba porque me preocupaba la salud del bebé y también lo veía como una oportunidad de alejarme de mis padres sin sentirme culpable de su tristeza. Yo pensaba que si le daba la espalda a mi familia por ayudar a una persona y una vida en camino, eso no sería tan malo por el contrario sería necesario. El fin justifica los medios.

Amenazaron con desheredarme, pero los ignore y viaje hasta la casa de Elena; conocí a sus padres, bueno solo su padre estaba cuerdo. Su padre tenía algunos amigos lejanos que eran unos matones, conocía a un grupo que era encabezado por una pareja completamente loca; él era muy amigo de ellos pero lo había dejado todo atrás al casarse con tu abuela para así criar a sus hijas en mejor lugar.

Pero esa pareja no se olvidaron de él, así que al saber todo lo que pasaba envió a tres de sus mejores asesinos.

Al ver que ya tenía todo listo fuimos a esa casa que la verdad parecía un motel, muchas personas salían y entraban todos de muy mal aspecto; tu abuelo me dio un arma y aunque sabía usarla solo lo había hecho en prácticas de tiro, al contrario de él que las dominaba como una extensión de su cuerpo.

La sacamos de ahí después de haber dado una paliza a cualquiera que intentaban detenernos, incluido Gregory que quedó inconsciente aunque queríamos que muriera ya tenía a Elena en mis brazos y sus hombres lo estaban protegiendo apuntándonos con sus armas.

Salimos del lugar y la lleve inmediatamente a su casa, no tenía heridas y parecía estar bien pero en su mirada se veía que no; al día siguiente la lleve a la clínica de mi padrino y me dijo que físicamente todo estaba bien, aunque sufría de un poco de anemia.

Pero psicológicamente ella estaba rota.

Desde ese momento decidí quedarme a su lado, no había vuelta atrás porque mi familia estaba molesto conmigo y, sinceramente ya no me importaban; me di cuenta que al hacer lo que ellos querían Elena se había puesto en peligro y también a su bebé, mi padrino me brindo su hogar y no deje de estar en el hospital con ella.

-Pero eso no tiene sentido, Gregory dijo que ella se quedó con el hasta unos días después de haber dado a luz.-hablo con rapidez

- En esa parte debió haberte mentido, nunca admitiría que perdió ya que se desmayó de un solo golpe.

Cuando se recuperó de la anemia, la lleve al hogar de mi padrino con su numerosa familia y él estuvo muy de acuerdo, además quería llevar muy de cerca su embarazo...al igual que yo.

Íbamos a la clínica para las ecografías y para que sea atendida psicológicamente, la esposa de padrino tiene una amiga cercana que es psicóloga de casos muy graves y ella acepto ayudarla.

Tu abuelo nunca se separó de su esposa, ella seguía encerrada en su dolor porque no regresaba su hija mayor que no veía por el sufrimiento que Elena pasaba; al ver que yo me preocupaba por su hija decidió dejarme llevarla con mi padrino y hacer todo para que se recupere.

Le llamaba todos los días para decirle como iba la recuperación de su hija, ella nunca quiso hablarle y pensé que pronto si lo haría; en su último mes de embarazo sufrió una complicación.-mira por la ventana perdido en su pasado mientras sus lágrimas resbalan por sus mejillas- el cordón umbilical se había enredado en el cuello del bebé, se movía demasiado-sonríe levemente-le encantaba patear a tu madre pero sus pies siempre aparecían muy arriba de su vientre, nunca pensé que fuera tan grave.

Podía asfixiarse en cualquier momento y por eso era mejor sacarlo prematuramente, le hicieron una cesárea y toda la cirugía salió bien; tu madre lloro con una gran sonrisa en su rostro, por primera vez después de tanto dolor, al escuchar a su bebé gritar y llorar

...yo también lo hice.

Esta es la historia de NiobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora