Capítulo 38: Esperanza

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Hoy es miércoles 18 de diciembre, ayer por la tarde fui a ver a Uziel e Inna por al menos unas horas con la excusa de que iría a casa de Lakshmi y claro, ella me siguió con la mentira.

-¿Y solo tomaron lonche?-pregunta Lakshmi mientras recorremos la tienda de antigüedades a la que me gusta ir.

-Sí, un poco de pan y una infusión de hierbas.

-Su hermana ¿sigue siendo alegre?

-Si, a pesar de la situación familiar en la que está.

-No ha cambiado entonces, solo la pude ver en tres ocasiones pero siempre sonreía. Siempre me decía que quería practicar gimnasia rítmica.

-¿En serio? Se veía tan frágil.

-Es que nunca...tuvo una buena alimentación.

-También tenía algunas cicatrices en sus extremidades.

-Sí, ella antes practicaba torpemente supongo que sigue haciéndolo pero como no tiene quien le enseñe se debe de haber hecho daño practicando.

-Ya entiendo.

-¿Hoy también iras a verlo?-me sonrojo levemente asintiendo a su pregunta y esquivando su mirada-entonces creo que necesitaras esto.-me enseña un collar de plata viejo, es muy bonito.- mira se puede abrir-el dije en forma de corazón se abre y dentro había unas pequeñas fotos que con el tiempo se había desgastado al punto de ya no distinguir ninguna figura.

-Es bonito.

-Si ¿verdad? Lo compraré y lo llevaras siempre, pondremos algunas fotos para que cuando vuelvas nos recuerdes fácilmente.

-No lo sé.

-Vamos Niobe, no está a discusión.

-Está bien.

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-Entonces ¿yo voy a llevar los anillos?

-Si pequeño.

-Pero yo quiero llevar tu velo.

-¿Ya has visto el vestido?

-Sip- mi pequeño hermano era muy curioso sobre todo si se trata de vestidos o de mi ropa en especial.

-¿Qué te parece si tu acomodas mi vestido para que pueda caminar? Así podrás llevar los anillos y mamá no se molestará.

-¡Sí!-lo abrazo y le doy muchos besos en sus mejillas regordetas.

-Promete que vas a ser feliz, no harás cosas que no te gusten ¿sí?

-¿Por qué?

-Solo promételo cariño.

-Si lo prometo

-También otra cosa, cuídate mucho ¿sí?

-Sip, ¿Te iras?

-No por mucho tiempo, mi cielo.

-Entonces ¿Volverás?

-Te prometo que volveré pequeño Sergey. ¿Quieres seguir jugando a las escondidas antes que lleguen?

-¡Sí!-salta de mi regazo y sale de su habitación a buscar un escondite.

Lo voy a extrañar, solo espero que no le hagan la vida imposible...como a mí. Con suerte, Uziel y yo vivamos lejos de nuestros padres, tan lejos que tendremos varias excusas para no ir a visitarlos que ellos no podrán verificar que es una mentira.

Esta es la historia de NiobeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora