Capítulo 1.

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El señor tenebroso había caído y con él la paz en el mundo mágico estaba restaurada

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El señor tenebroso había caído y con él la paz en el mundo mágico estaba restaurada.

Ese debía ser —como en los cuentos que tanto amé leer en mi infancia—, el final feliz de todos los nuestros, en especial la de mi querido casi hermano Harry.

Por desgracia para mí, nadie me dijo que hay un proceso entre el final feliz y el término de la pesadilla, en lo personal este proceso es aún más doloroso que la misma guerra. Ver los cuerpos de mis amigos, la sangre y huesos rotos, es desgarrador observar el dolor de las familias mientras cada uno de ellos entierra a sus seres queridos.

Para mi suerte pude hacerme cargo de la curación de los vivos y no de los cadáveres, aunque los hechizos y pociones que se necesitaban eran mucho más complejos que los que he practicado hasta el día de hoy, aun así con un poco de práctica, Madame Pomfrey consideró que era lo suficientemente hábil para hacerme cargo de muchos de sus pacientes. Haciéndome sentir mucho mejor ocupando mi mente en algo más que no sean los ojos vacíos de mis amigos, el cadáver de Fred, Tonks y Remus, aún muy recientes en mi memoria.

Los pensamientos terroríficos, el miedo, la tortura, la incertidumbre, todo baila en el filo de mi conciencia y yo me afano cada vez más en alejarlo de mí, no puedo dejar que mis demonios me dominen.

Simplemente no puedo

Para mi sorpresa fue Ginny la que se destacó en la curación de muchos de los pacientes más difíciles, al igual que Madame Pomfrey y la señora Weasley que nos ayudaba.

La matriarca Wesley está sumida en un silencio sepulcral, con los ojos vidriosos por las lágrimas que se escurren de vez en cuando, su dolor... no puedo ni imaginarme el dolor que puede estar sintiendo en estos momentos. El dolor de perder un hijo... es un dolor que debe romperte por dentro. Tratando de empatizar con ella intento una y otra vez acercarme; sin embargo, la mujer es muy lista y me elude en cada ocasión dejándome solo con un sentimiento de impotencia, al final decidí dejarla tranquila, si ella así quisiera se acercaría a alguien, cuando esté lista al menos confío en que así será.

Me sumergí tanto en el trabajo que no noté el paso del tiempo hasta que la mano amable de Madame Pomfrey me indicó que debía descansar, con una sonrisa rota accedí, por lo que en compañía de Ginny y ante la negativa de la madre de esta, nos dirigimos al recién reconstruido gran comedor.

Con un pequeño temblor en las manos al volver a entrar en el sitio que albergó los cuerpos de mis amigos, entramos, mis rodillas tiemblan tras cada paso de manera tan evidente que mi amiga pelirroja lo nota y toma mi brazo, dándome la seguridad y fuerza que necesito en estos momentos y yo como siempre solo puedo estar impresionada por la fuerza de Ginny. Acaba de perder a un hermano y aun así ahí está ella, siendo el pilar de su silenciosa madre y su destrozado padre y hermanos.

Fue una suerte que los cuerpos ya no estuvieran en este sitio, en su lugar las sonrisas cansadas de Harry y Ron nos reciben, no puedo evitar que el alivio recorra mi cuerpo. Harry y Ron siempre han sido sinónimo de tranquilidad, de fuerza, de seguridad, así que nos acercamos a ellos con renovada confianza, soltándome con suavidad, Ginny no se detiene a pensarlo antes de pasar sus brazos por los hombros de Harry en un abrazo cariñoso.

Sonrío al ver que su relación ha vuelto a iniciar donde la dejaron, mi corazón da un salto de alegría por mi casi hermano, me sorprende lo rápido que regresaron a estar juntos, pero considerando los recientes hechos, no los culpo por querer vivir su vida en paz y olvidar todo lo ocurrido lo más rápido posible. Aunque veo en sus ojos como el verde se arremolina en una tormenta, casi puedo escuchar la culpa que lo carcome por dentro por las muertes de sus amigos, magos y brujas buenos que no merecían morir

Ginny también parece notarlo, pues deposita un suave beso en la mejilla de Harry, haciendo que sus ojos se liberen de la bruma de la culpa, por mi parte tomo asiento al lado de ron y por debajo de la mesa tomo su mano, después de todo, al fin puedo considerarlo como mi novio, mi amor, mi segundo compañero en aventuras.

—¿Cómo ha ido tu día? —pregunta con una mirada contenida, sus hermosos ojos siempre me han encantado por lo sinceros que logran ser y en esta ocasión no es la excepción, parecen cansados y abatidos, pero aun así brillan con una chispa de interés y noto que su pregunta no solo se refiere a mis quehaceres de hoy, sino de cómo está mi corazón.

Con una triste sonrisa elevo un hombro en señal de resignación, espero que entienda que no quiero hablar de ello, al menos aún no.

—Ocupado, ¿y el tuyo?

—Igual, me duelen todos los músculos del cuerpo. —Ante mi ceja arqueada en una muda interrogante, Ron se apresura a aclarar—. Es por la pala, la tierra está muy dura para ser removida, en serio admiro a los muggles por hacer esto siempre.

—¿Por qué no usan la magia? —cuestiono intrigada por sus tareas del día.

—Es como un homenaje para los difuntos como lo que Harry hizo con... —Se detuvo lanzando una mirada tentativa a nuestro amigo, este, sin embargo, no da señales de darse por aludido. Ya que está más entretenido en la charla susurrada que tiene con Ginny, que en nosotros, así que Ron continúa en tono un poco más bajo que antes—, con Dobby, además...  El esfuerzo físico te ayuda a pensar mucho, sobre lo que pasó aquí y sobre el futuro que quieres lograr.

—A pesar de esto, no sabemos qué hacer con los Mortífagos. —Agrega Harry tentativamente, sus ojos están fijos en la mesa, una muestra inequívoca de que él es el más afectado de todos, después de todo, Harry ha perdido a más personas que nadie en este mundo.

—Yo creo que deberíamos enterrarlos igual que los demás. —Es Ginny quien al final corta el tenso silencio que se ha instalado—. Ellos tienen todo el derecho de descansar en paz, aunque no hayan obrado bien en vida, merecen un final digno.

—Nos ocuparemos de ellos después. —Agrega Harry al final—. Por el momento descansemos un poco.

—Descansen ustedes. —Me apresuro a decir poniéndome de pie en el acto y atrayendo tres miradas a mi persona. Ron hace el intento de levantarse, sin embargo, lo detengo cuando con una sonrisa y con un ademán tranquilizador agrego—; tranquilo, está bien, solo quiero hablar con la profesora MacGonagall.

No muy convencido, al final cede a mi petición, así que con la mirada de los tres sobre mi espalda recorro los milenarios pasillos del castillo hacia el despacho de la profesora MacGonagall. He estado meditando mi decisión toda la mañana y estoy segura de que estoy haciendo lo mejor, para mí y para mi futuro, Ron, Harry y Ginny pueden acompañarme si eso gustan, pero en este momento yo solo busco darle sentido a mi vida, un sentido que solo la rutina escolar puede darme, así que ruego a Merlín que este primer paso sea el correcto para poner en sentido mi vida.

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Editado: 08/01/23

Espero les guste y que haya quedado mejor que antes, si estas releyendo, hola de nuevo ya sabes lo que te espera, si eres nuevo busca pañuelos.

Mlunatica.

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