Capítulo 44.

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Capitulo dedicado a:@ivyjonas89

El tiempo se ha detenido en el instante en que el mar de plata que son los ojos de Draco chocan con los chocolates de Hermione, ninguno puede moverse ni un centímetro, no pueden porque simplemente el mundo ha dejado de existir para ambos y ahora s...

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El tiempo se ha detenido en el instante en que el mar de plata que son los ojos de Draco chocan con los chocolates de Hermione, ninguno puede moverse ni un centímetro, no pueden porque simplemente el mundo ha dejado de existir para ambos y ahora solo existen ellos dos y los ojos del otro. No les importa nada más, ni siquiera les importaría que en este momento se desatara la tercera guerra mágica. Solo se dedican a observarse mutuamente tratando de asimilar que esto no es un sueño, de los ojos del Slytherin cae una sola lágrima que muestra la preocupación que ha mantenido en su cuerpo todos estos días.

—Her... Hermione —Pronuncia Draco con la voz entrecortada. El miedo recorre sus huesos, miedo a que no lo recuerde, a que haya olvidado todo lo que han compartido durante su noviazgo y solo recuerde aquellos primeros años en que él era un completo idiota con ella, siempre que la ve a los ojos no puede evitar sentirse culpable por los cientos de lágrimas que por su culpa derramo y que en antaño él atesoraba como trofeo, ahora el volver a sentir el desprecio de la castaña es lo que más teme, pues, no se cree lo suficientemente fuerte para tratarla como una desconocida ahora que ya ha tenido su amor.

Con temor él se acerca a ella, esperando su reacción; sin embargo, la castaña se queda quieta, solo observando los dubitativos pasos que Draco da hacia ella.

Ella no sabe lo que está pasando, ni dónde está, por lo que se queda quieta, intentando comprender quien es ella y quien es la persona que tiene enfrente, su cerebro trabaja sin parar, buscando las respuestas a sus preguntas, tan rápido que un dolor se empieza a formar.

Draco da unos pasos más al ver que no hay reacción por parte de su novia, aún no todo lo cerca que quisiera estar, pero tratando de hacer que ella no entre en pánico, los ojos chocolates están fijos en él pero llenos de dudas.

—Hermione —Pronuncia nuevamente el nombre de la chica con temor — Hermione soy yo... ¿Me recuerdas?

—Draco —Ese nombre sale desde lo más profundo del alma de la castaña. Y el nombre a su vez trae consigo un aluvión de imágenes, más precisamente recuerdos, recuerdos que tienen algo en común: en todos ellos el protagonista es un pequeño niño con porte aristócrata, orgulloso y petulante que en todos los recuerdos termina insultando a la castaña o haciéndola sentir mal, trayendo consigo dolor al corazón de la pequeña Hermione.

El corazón de la castaña actual duele al recordar los malos tratos del rubio, pero es aún mayor el dolor que su cabeza siente ante la lluvia de recuerdos. Esta vez son recuerdos de ella, en donde comparte miles de aventuras con dos chicos más, un azabache otro pelirrojo toda su vida pasa ante sus ojos en un dos por tres trayendo consigo lágrimas.

Draco por su parte se ha vuelto a quedar estático, su nombre, saliendo de los ahora coloridos labios de su novia le ha traído a su miserable alma la paz que en los últimos 46 días había perdido. Sin embargo, esta paz ha acabado en poco tiempo al ver que Hermione se lleva las manos a la cabeza en señal de dolor.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora