Capítulo 21.

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—¿Hermi? ¿Estás aquí? Recibí tu mensaje

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—¿Hermi? ¿Estás aquí? Recibí tu mensaje

Nada más por la voz, la pequeña castaña entre mis brazos se retuerce un poco, buscando recomponerse del llanto que siendo sincero no tengo idea de a qué viene.

—Gracias Harry, perdón por hacerte levantar tan temprano. —Responde Hermione limpiando sus lágrimas con torpeza al mismo tiempo que se separa de mí.

No sé qué hacer, por lo que me limito a buscar entre mis bolsillos un pañuelo que le tiendo de manera tentativa, aterrado ante la idea de que esas lágrimas sean por mi culpa y la pequeña gatita solo me quiera lejos de ella ahora.

No debí confesarme ahora, fue demasiado pronto, maldito corazón estúpido e imprudente.

Para mi alivio ella toma el pañuelo y me da una sonrisa temblorosa a modo de agradecimiento.

Por su parte, Potter, tarda en comprender lo que está pasando cinco coma cero segundos porque una vez que ve las lágrimas de la castaña se apresura a llegar a su lado interponiéndose entre ella y yo.

—¿Que les has hecho Malfoy? —Susurra de manera amenazante por lo que levanto las manos en señal de rendición, puesto que en sí no tengo idea de que hice.

—No es su culpa Harry. —Se apresura a aclarar la castaña poniendo una mano sobre el hombro del pelinegro. —Solo... lo mismo de estos días, mis padres.

La facilidad con la que le miente a su mejor amigo no me pasa por alto y, sin embargo, parece que tampoco a Harry que la observa por sobre su hombro, no sé qué ve en ella, pero el niño que vivió se relaja después de unos minutos y quita su pose protectora, aun sin alejarse de ella, colocándose mucho más cerca de lo que yo tengo permitido estar.

—De acuerdo, pero me quieren explicar que demonios hacen encerrados aquí a estas horas. —El bostezo que sigue a ese cuestionamiento casi me hace soltar una sonrisa, parece que la debilidad del niño que vivió es levantarse temprano.

—Anoche nos quedamos encerrados aquí por error, la puerta está encantada, así que solo se abre por fuera a primera hora de la mañana, no queríamos meternos en problemas al llamarte tan tarde así y no tendría caso hacerlo, así decidimos esperar hasta hoy para poder pedir ayuda.

—Está bien... Un momento como que se quedaron encerrados ¿Qué paso? ¿Qué hacían juntos? Te juro Malfoy que si obligaste a mi hermana a...— El mal pensado niño que vivió es cortado por un golpe directo en el estómago de parte de Hermione y ahora que se lo duro que golpea no me sorprende que se detenga a masajear el área afectada.

—Yo bajé anoche a ver a los elfos domésticos, cuando Salí me encontré con Filch y Draco aquí presente me ayudo escondiéndonos en esta aula. —La pequeña castaña fulmina a Harry por su insinuación.

Por unos momentos Harry nos observa a uno y otro buscando algo, no tengo idea que, pero sin querer desatar su ira tan temprano en la mañana, trato de verme lo más inocente posible. Al final logro convencerlo, ya que colocando una mano en los hombros de Hermione la guía fuera del aula y supongo directo a su sala común.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora