El señor tenebroso ha caído y con él la situación de sus Mortifagos más leales es oscura, entre entregarse a los aurores, asumiendo las consecuencias de sus actos y muy probablemente pasando el resto de su vida en la temible prisión de los magos o p...
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Es sábado por la mañana y muchos de los habitantes de este hermoso castillo están dormidos, a excepción de una castaña que desde las 5 de la mañana, en su rincón favorito de su cala común, traba en una traducción de Runas antiguas que debe de entregar el próximo lunes, se preguntaran ¿Por qué la alumna estrella ha dejado una tarea atrasada? Fácil. Luego de perderse todas sus clases los profesores solo le mandaron los deberes de ese día sin excusas, pero para ella con el argumento de que está muy atrasada en las materias se empeñó en repasar lo hecho en todas las clases teniendo así apenas tiempo para respirar.
A pesar de sus argumentos y sus muchos deberes autoimpuestos, sus amigos lograron convencerla de ir al entrenamiento de Quidditch de los leones para darles ánimos, luego de esto un pícnic en compañía de Harry, Ginny y Draco.
¿Cómo rayos me convencieron de esto? Se preguntaba internamente la castaña, a su mente llegan imágenes de los argumentos de sus amigos, es su último año en Hogwarts, debe de divertirse más, dejar un poco de lado los estudios, no por nada es la mejor alumna de Hogwarts, no le hará daño un descanso, además... de que la persiguieron por medio colegio rogándole con sus ojos de cachorro hasta que ella cansada acepto.
Una sonrisa sale de su boca al recordar sus súplicas y el alboroto que causaron cuando ella finalmente aceptó apenas un día atrás. Estaban en la biblioteca y armaron tanto escándalo que la bibliotecaria los saco de ahí a punta de varita y amenazándolos con vetarlos de la biblioteca. Ella por suerte se salvó de este castigo por qué le caía muy bien a la bruja, pues, compartían su amor por los libros.
Sacude su cabeza y se concentra nuevamente en su traducción, una hora se la pasa en completo silencio, solamente interrumpido por el rasgar de su pluma y uno que otro bostezo por su parte. Cuando la castaña finalmente termina su trabajo de 3 pergaminos, son cerca de las siete, desde su lugar en su sillón favorito escucha como los demás habitantes de Gryffindor empiezan su día.
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Con la traducción al fin terminada, me permito estirarme antes de salir corriendo a mi habitación, una ducha rápida, ponerme algo presentable que no sea mi pijama y salir corriendo al campo de Quidditch. Las repentinas lluvias de octubre toman con sorpresa al castillo entero, los vientos son cada vez más fríos, así que escojo algo que me abrigue en las gradas del campo, un pantalón negó ajustado, una blusa de manga larga gris, un abrigo blanco y botas del mismo color. Luego de domar mi cabello en un sencillo moño y tomar mi pequeño bolso de cuentas, aquella que aún tiene un hechizo de expansión indetectable me dirijo a la sala común a encontrarme con mis amigos.
