Capítulo 41.

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Esto debe de ser una maldita broma, Merlín no debe de tenernos tanto odio para que nos esté pasando esto.

Impotente y con un nudo en la garganta estoy apoyado en la pared de la torre de astronomía, el rayo de la luna entra por el techo que ha sido modificado para que quede abierto y se aprecien todos los terrenos de Hogwarts cubiertos de nieve.

Desde mi lugar veo en silencio como el ritual va de mal a peor, el viento invernal ha empezado a soplar enfriando el ambiente de golpe, veo como Hermione es levantada del suelo donde debería de estar recostada, veo como una luz cegadora la rodea por unos momentos y como la magia de un color blanco puro sale de su interior, es como si un rayo de la luna se desprendiera de ella y fuera a parar al pequeño collar que meces atrás le regale y ahora está en las manos de Cristal, el pequeño rayo de magia cada vez se hace, más y más largo sin dejar de fluir en ningún momento.

—Cristal, es demasiada magia, algo no está bien —El Grito de la directora es lo que me alerta que algo va mal.

El viento invernal empieza a soplar cada vez más fuerte, los copos de nieve se arremolinan al rededor de Hermione impidiéndome ver lo que está pasando, con desconfianza dejo mi postura sentada y me acerco justo a tiempo para ver como la cara de mi novia empieza perder su color, sin ser cociente me acerco más de lo que debería, pues al llegar al borde del pentagrama dibujado en el piso soy expulsado hacia atrás por un campo de fuerza, caigo con fuerza en el piso.

—Espíritus del cielo permitan que la joven estrella vuelva a nosotros... Que su vida siga brillando... — Cristal empieza a recitar un estúpido cántico que me pone los pelos de punta.

—Draco no te acerques, es peligroso. Dentro de este campo de fuerza hay magia salvaje, podías morir —Advierte la directora McGonagall su varita no baja en ningún momento, el sudor recorre sus sienés, luchando para tratar de arreglar este desastre.

—¿Y quiere que me quede aquí sentado mientas mi novia muere? Ni loco —Grito sin poder permitirme quedarme quieto, me levanto nuevamente del piso y golpeo el campo de fuerza con el puño derecho

— ¡¡¡¡¡AAAAAA!!!!!

Dos gritos resuenan a la vez, el mío por el hecho de que el campo de fuerza ha quemado mi mano derecha, el segundo grito viene de Hermione. El dolor pasa a segundo plano cuando noto como de su boca empieza a salir una pequeña esfera de luz, su cara está contorsionada en dolor.

—Maldita sea es muy fuerte —Cristal se ve tanto o más pálida que Hermione, en algún momento ha caído de rodillas en el piso y apenas se mantiene a su misma.

—¿Qué rayos está pasando? ¿Quién es muy fuerte? —Grito a las brujas que me ignoran olímpicamente empiezan a recitar un hechizo nuevamente, pero esta vez no es el mismo conjuro, esta vez sus voces suenan furiosas, sin pensar saco mi propia varita apuntando a Hermione esperando que el enemigo se haga presente.

Mi Razón Para Seguir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora